Madrid se apunta a la ruta jacobea

El Camino de Santiago pasa por Madrid. ?Pensamiento te?ido de deseo? Tal vez. Pero el Gobierno regional quiere que sea una realidad. Con tal prop¨®sito, Esperanza Aguirre suscribi¨® ayer en la localidad de Becerril de la Sierra un convenio con seis alcaldes y una alcaldesa de otros tantos municipios del noroeste de Madrid. Su prop¨®sito: facilitar alojamiento, agua y sombra a los peregrinos que desde aqu¨ª quieran caminar, pedaleaer o cabalgar hasta el Obradoiro compostelano, a 670 kil¨®metros de distancia. 77 de ellos discurren por la regi¨®n madrile?a, de donde 17.000 personas hicieron el camino durante el pasado a?o, subray¨® la presidenta regional.

La senda madrile?a arranca de la iglesia capitalina de Santiago, situada en la plaza de su nombre y detr¨¢s de la de Ramales. As¨ª lo explica Jos¨¦ Antonio Ortiz, presidente de la Asociaci¨®n de Amigos de los Caminos de Santiago de Madrid, organismo que suscribi¨® igualmente el acuerdo de Aguirre con los ediles. Una inscripci¨®n medieval jacobea sirve all¨ª para se?alar el arranque. Luego, los pasos del peregrino se encaminan hacia la plaza de las Comendadoras, en la iglesia de cuyo convento se armaban los caballeros de Santiago, la m¨¢s poderosa de las ?rdenes militares espa?olas. A¨²n hoy celebran cap¨ªtulo intramuros de este peque?o Escorial, como lo denominan algunos historiadores.

Hasta 17.000 madrile?os recorrieron la senda durante 2009

Extramuros de Madrid, la ruta enfila hacia Tres Cantos, a 23 kil¨®metros de la Puerta del Sol; prosigue hacia Colmenar Viejo y avanza luego 15 kil¨®metros a Manzanares el Real, para ascender hasta El Boalo, Cerceda y Matalpino; trepa m¨¢s adelante hasta Becerril de la Sierra y Navacerrada, para descender un poco a la serrana Cercedilla y escalar luego, tras empalmar con cinco kil¨®metros de la calzada romana all¨ª existente, hasta el puerto de la Fuenfr¨ªa, a 1.790 metros de altitud, sobre la sierra de Guadarrama. En total, 77 kil¨®metros.

Una vez en Segovia, el camino se adentra en la Tierra de Pinares, oasis verde de la vieja Castilla para dar en Valladolid y, tras cruzar los Montes Torozos por sus erosionadas majadas, una vez remansado el camino en Tierra de Campos, se accede a Sahag¨²n, donde la senda jacobea entronca con el Camino franc¨¦s, que procede de Roncesvalles, y el pirenaico, que desciende desde Somport.

La v¨ªa madrile?a rezuma belleza, coinciden en se?alar sus transe¨²ntes. Todo lo indica, desde el gran convento madrile?o hasta el castillo renacentista de los Duques del Infantado, en Manzanares el Real, sin olvidar las dehesas, robledales y encinares junto al Monte de El Pardo, ni las l¨ªmpidas vistas serranas que se divisan desde la Fuenfr¨ªa. Discurre por terrenos mayoritariamente de propiedad municipal -v¨ªas pecuarias, sobre todo- lo cual facilita mucho la transitabilidad del camino. As¨ª lo estim¨® Esperanza Aguirre, que cifr¨® en un 85% los predios de propiedad p¨²blica. Otro buen trecho se inserta dentro del Parque Regional de la Cuenca Alta del R¨ªo Manzanares, futuro Parque Nacional de Guadarrama.

La presidenta regional, ataviada con una vieira o concha signada por la cruz roja jacobea y provista de un bast¨®n de peregrina, camin¨® un kil¨®metro, cruz¨® el arroyo Lazalailla, se dej¨® mostrar corujas -una especie de berzas fluviales muy sabrosas para ensaladas- y fue a dar a una carpa situada a los pies del pico nevado de La Maliciosa, donde se escenific¨® la firma del convenio ante centenar y medio de personas. Fue all¨ª, mientras rubricaba distraidamente los numerosos folios del convenio, cuando un micr¨®fono abierto registr¨® una palabra insultante surgida de su boca en conversaci¨®n con su vicepresidente, Ignacio Gonz¨¢lez.

Aguirre, que asegur¨® haber hecho varios tramos del Camino de Santiago, dijo que hab¨ªa realizado tambi¨¦n la jacobea senda a caballo, de Extremadura a Zamora y Orense, por la Ruta de la Plata.

En Madrid, a partir de 1987, la asociaci¨®n que preside Ortiz desarrolla investigaciones para fundamentar la existencia de un trayecto espec¨ªficamente madrile?o a Santiago y en 1996 se?aliz¨® con flechas amarillas la v¨ªa jacobea. Empero, ninguno de los grandes tratadistas del Camino, Mill¨¢n Bravo Lozano y Ant¨®n Pombo, resaltan madrile?idad alguna en sus trazados.

El primer recorrido de la senda data del siglo IX. la leyenda dec¨ªa que el cad¨¢ver del ap¨®stol de Cristo fue sepultado en Iria Flavia. En la Edad Media, el obispo gallego Gelm¨ªrez potenci¨® la ruta y su entronque con Europa. Vertebr¨® as¨ª una importante arteria civilizatoria: el eje sacro con Roma en el centro, los Santos Lugares en su conf¨ªn oriental y Compostela en el Occidente.