Por la escuela p¨²blica
Una de las mejores noticias pol¨ªticas de esta legislatura es el intento del actual ministro de Educaci¨®n, ?ngel Gabilondo, por forjar un pacto para la reforma de la educaci¨®n que englobe no s¨®lo a las dos fuerzas pol¨ªticas capaces de alcanzar el Gobierno de la naci¨®n (PSOE y PP), sino tambi¨¦n a los Gobiernos de las comunidades aut¨®nomas, que, de acuerdo con la Constituci¨®n, son las encargadas de gestionar el sistema educativo. La sociedad espa?ola lleva tanto tiempo reclamando ese pacto y los partidos pol¨ªticos llevan tanto tiempo asegurando que est¨¢n dispuestos a alcanzar un consenso b¨¢sico que es posible que nadie se arriesgue en estos momentos a sabotear el esfuerzo.
Desaprovechar esta ocasi¨®n, precisamente en un momento en el que se atraviesa una feroz crisis econ¨®mica cuyas peores consecuencias, a medio plazo, s¨®lo podr¨¢n ser evitadas haciendo m¨¢s eficaz al sistema educativo, ser¨ªa traicionar a la ciudadan¨ªa en su conjunto. Una traici¨®n mucho m¨¢s real y desmoralizadora que cualquiera otra de las que se pregonan y anuncian cada d¨ªa en algunos medios de comunicaci¨®n. Si esta vez, en estas amargas circunstancias, no es posible lograr un acuerdo, la culpa ser¨¢ tanto de los partidos que provoquen la ruptura o congelen los avances como de la propia sociedad, incapaz de valorar el da?o que sufrir¨ªa y de presionar a sus representantes para que, aunque no olviden sus desavenencias, dejen fuera de la mesa los enfrentamientos y consigan un marco b¨¢sico de acuerdo. Quienes, desde los medios de comunicaci¨®n o los partidos, jaleen la pelea y alienten exigencias imposibles ser¨¢n quienes realmente atentar¨¢n contra el futuro de este pa¨ªs.
El Estado es el que debe impulsar la defensa de la ense?anza p¨²blica y resaltar su papel frente a la privada
Promover el consenso no quiere decir, sin embargo, renunciar a participar en el debate con propuestas y an¨¢lisis razonados. Uno de los documentos m¨¢s interesantes que circulan estos d¨ªas en los medios educativos es el presentado por el colectivo Lorenzo Luzuriaga (www.colectivolorenzoluzuriaga.com). Una de las mayores preocupaciones de este colectivo es el papel y el futuro de la escuela p¨²blica, que no tiene nada que ver con la ense?anza gratuita, sino con la utilizaci¨®n de la educaci¨®n como la v¨ªa para vertebrar un pa¨ªs desde un punto de vista social, intercultural e interterritorial, garantizando los principios de igualdad y cohesi¨®n.
El debilitamiento de la escuela p¨²blica nace generalmente en el debilitamiento del Estado, que no incluye s¨®lo a las instituciones centrales, sino tambi¨¦n a las comunidades aut¨®nomas o poderes federales. Evitar la debilidad del Estado supone que sus instituciones act¨²en de forma coordinada, lo que en el caso de la educaci¨®n implica conceder un papel mucho mayor a la Conferencia Sectorial que re¨²ne al ministro y a los consejeros de Educaci¨®n de las diferentes comunidades y que es el ¨®rgano encargado de aprobar y de poner en marcha la programaci¨®n general de la ense?anza. Cualquier reforma producto del pacto que se negocia ahora deber¨ªa ser implementada por ese Consejo Sectorial.
Fortalecer la escuela p¨²blica supone tambi¨¦n reconocer, y fortalecer, el papel del Gobierno central en el ejercicio de sus propias competencias, algo que hasta ahora se ha olvidado casi por completo. El colectivo Lorenzo Luzuriaga hace constar que transcurridas tres d¨¦cadas desde la distribuci¨®n de competencias, el ejercicio real de las mismas ha dificultado la definici¨®n de cualquier plan de car¨¢cter nacional de mejora de la educaci¨®n. El problema, se?ala, ha estado sobre todo en el propio Ministerio de Educaci¨®n, que, sea cual sea su color pol¨ªtico, no ha ejercido con la responsabilidad que debiera las competencias atribuidas por la Constituci¨®n y las leyes org¨¢nicas, y se ha centrado s¨®lo en la ordenaci¨®n general del sistema, descuidando sus funciones de liderazgo y de supervisi¨®n del sistema educativo descentralizado. Es el Gobierno central y el Estado, como garante de la igualdad y cohesi¨®n, quienes deben impulsar la defensa de la red de escuelas p¨²blicas y quienes han debido resaltar su papel frente a las escuelas privadas concertadas.
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