La lecci¨®n de su antecesor

A Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero le pareci¨® bien la decisi¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar de no presentarse por tercera vez a unas elecciones generales por higiene democr¨¢tica. Pero no le gustaron los resultados ni la manera en que lo hizo. Y de esa experiencia obtuvo algunas conclusiones.

Le pareci¨® un error que lo anunciara con tanta antelaci¨®n, en cumplimiento de una promesa electoral de 1996, con lo que anim¨® un debate sucesorio que debilit¨® prematuramente su gesti¨®n como presidente, y situ¨® en el foco a los posibles candidatos a la sucesi¨®n: Mariano Rajoy, Rodrigo Rato, Jaime Mayor Oreja y ?ngel Acebes.

Esta experiencia tambi¨¦n la sufri¨® Felipe Gonz¨¢lez. El primer presidente socialista de la democracia anunci¨®, por vez primera, en el curso de la campa?a de las generales de 1989, que era la ¨²ltima vez que concurr¨ªa a unas elecciones. Aunque se present¨® dos veces m¨¢s (1993 y 1996), con ese anunci¨® aceler¨® el conflicto entre guerristas y renovadores por la sucesi¨®n, que no ces¨® hasta que Zapatero gan¨® el puesto en 2000.

Pero lo peor de todo, para Zapatero, fue la decisi¨®n de Aznar de designar a dedo a su sucesor, con lo que la candidatura naci¨® debilitada por falta de legitimidad interna en el PP. Zapatero dejar¨¢ que sea el PSOE quien decida su sucesor, aseguran en su entorno.