El futuro es una batalla del presente
Apple, Microsoft y Google compiten por un negocio con enorme potencial
Gina Pagano casi no habla por tel¨¦fono. Se comunica esencialmente por correo electr¨®nico, chats y mensajes de telefon¨ªa m¨®vil. Lo que necesita, dice esta productora de la agencia publicitaria neoyorquina Bikini Edit, lo lleva en el bolsillo: un dispositivo celular interactivo que le ofrece "acceso inmediato a contenidos y servicios, en cualquier momento y lugar". Como ella hay cientos de millones.
Su afirmaci¨®n es la plasmaci¨®n real de lo que visionaron los gur¨²s de
Google, Apple y Microsoft a final de la pasada d¨¦cada. Y ¨¦se es el terreno en que se mueve el negocio de la electr¨®nica de consumo, donde se quiere rentabilizar hasta el ¨²ltimo d¨®lar. Ahora lo que cuenta es la portabilidad total. El ordenador tradicional se ve ya como algo de una ¨¦poca lejana.
La clave, advierten los observadores en Silicon Valley, es la innovaci¨®n constante
Los tres gigantes tecnol¨®gicos se han lanzado en una intensa batalla por llevarse el mayor bocado de una tarta que empieza a crecer y con gran potencial. Dell,
HP y Lenovo no quieren quedarse atr¨¢s en esta carrera por dar con el dispositivo m¨¢s ligero y delgado, que vaya m¨¢s all¨¢ del ordenador port¨¢til.
Hay nuevas armas de batalla. La ¨²ltima es el tablet, un ordenador plano que, debido a su tama?o, Gina no podr¨¢ llevar en el bolsillo. En la pr¨¢ctica, el tablet busca cubrir el hueco entre los tel¨¦fonos inteligentes y los port¨¢tiles de bajo coste, los conocidos como los notebooks. Y con su capacidad multimedia es una amenaza para los lectores de libros electr¨®nicos, como el Kindle.
"Internet en tus manos", dijo Steve Jobs, consejero delegado de Apple, al presentar el iPad, del que dice "es m¨¢s ¨ªntimo que un port¨¢til y mucho m¨¢s capaz que un tel¨¦fono inteligente". La expectaci¨®n ante el nacimiento del iPad oblig¨® a Microsoft a anunciar con HP el lanzamiento a final de a?o de un dispositivo similar, que curiosamente existe desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas, pero con nada de ¨¦xito comercial.
Jobs es el maestro en entender las tendencias y trasladarla a productos atractivos, como si estuviera creando una nueva necesidad. Y en Cupertino, sede de Apple, no van a dejar, adem¨¢s, que se agote el frenes¨ª creado por el reproductor iPod, con el que revolucion¨® la forma de comprar y escuchar m¨²sica, y el iPhone, que transform¨® en apenas dos a?os el uso del m¨®vil con miles de aplicaciones.
La clave, advierten los observadores en Silicon Valley, est¨¢ en la innovaci¨®n constante. Incluso en los periodos econ¨®micos m¨¢s adversos, las ventas de ordenadores Mac desaf¨ªan la recesi¨®n y crecen por todo el mundo a la vez que su iPhone planta cara a grandes firmas de las telecomunicaciones, como Nokia o Samsung, y el iPod se cuelga de los o¨ªdos de los j¨®venes.
Apple factur¨® 15.680 millones de d¨®lares s¨®lo durante los ¨²ltimos tres meses de 2009, que le aportaron un beneficio de 3.380 millones. Es un 50% m¨¢s que en el mismo trimestre de 2008. En ese periodo vendi¨® 3,4 millones de ordenadores, 8,7 millones de tel¨¦fonos y 21 millones de reproductores digitales. El 58% de los ingresos los gener¨® fuera de EE UU.
"Si quieres m¨¢s y mejores empleos, engendra m¨¢s Steve Jobs", dice el economista Thomas Friedman en unas de sus columnas, en una llamada a la Casa Blanca a destinar m¨¢s recursos a proyectos en ingenier¨ªa, ciencia y tecnolog¨ªa para preservar el liderazgo de EE UU. Barack Obama, dice Friedman, "deber¨ªa haberse centrado en eso desde el primer d¨ªa".
Jobs no es el ¨²nico que sabe lo que est¨¢ en juego. Google, con las arcas llenas de dinero, est¨¢ embarcada en proyectos que van m¨¢s all¨¢ de su aplastante motor de b¨²squeda, para ampliar as¨ª su fuente de ingresos. Acaba de zambullirse en el mercado de la telefon¨ªa con el Nexus One para extender su dominio de la publicidad online.
Apple y Google eran hasta hace poco aliados frente a un enemigo com¨²n: Microsoft. El gigante pilotado por Bill Gates sigue siendo la firma tecnol¨®gica con la mayor capitalizaci¨®n burs¨¢til, valorada en 263.500 millones, mientras el valor en Bolsa del fabricante de los Mac se mueve entorno a los 190.000 millones. Las acciones de Apple se han disparado m¨¢s de un 6.000% desde 1997 y ya es m¨¢s grande que Google, con unos 172.000 millones.
Google gan¨® 1.970 millones en el cuarto trimestre de 2009, tras ingresar 6.700 millones. Multiplic¨® las ganancias por cinco, si se compara con hace un a?o. La compa?¨ªa empieza a notar ya una mejora en el negocio de la publicidad, lo que le est¨¢ permitiendo recuperar la trayectoria que llevaba antes de la recesi¨®n.
Su decisi¨®n de vender tel¨¦fonos m¨®viles no fue del todo bien recibida por los inversores. Aunque entienden que puede ser una v¨ªa adicional de ingresos, el coste de la promoci¨®n y del soporte t¨¦cnico puede eclipsar a corto plazo lo que genera en ventas. Eric Schmidt, su consejero delegado, cree sin embargo que la telefon¨ªa m¨®vil es el negocio que puede generar m¨¢s crecimiento.
Pero ser la m¨¢s grande, no es garant¨ªa del ¨¦xito permanente. Microsoft intenta resucitar su buscador con el Bing. Y en medio de esta batalla, entre bastidores surgen alianzas antes impensables. Para hacer frente a Google, Microsoft se ali¨® con Yahoo! y busca forjar ahora un pacto con Apple para llevar el Bing al iPhone y, quiz¨¢s, al iPad. Por si no fuera suficiente, Google est¨¢ imponiendo su propio navegador Chrome y un sistema operativo alternativo al Windows para ordenadores y tel¨¦fonos m¨®viles.
Microsoft, Apple y Google buscan, en definitiva, revolucionar la distribuci¨®n de contenidos y aprovechar su potencial. Dicho de otra manera, los nuevos dispositivos electr¨®nicos ultraport¨¢tiles emergen como una plataforma puente entre distintas industrias, como la editorial, videojuegos y audiovisual. Y por eso no es de extra?ar que firmas como Disney se suban a la ola.
En definitiva, dispositivos como el iPad permitir¨¢n ver v¨ªdeos mucho mejor que en los reproductores que se conocen y leer libros, blogs y noticias como en un port¨¢til. Y seguramente permitir¨¢ hacer algo que a¨²n no se puede imaginar, como sucedi¨® con el iPhone. Lo que est¨¢ por ver es c¨®mo este nuevo producto acabar¨¢ canibalizando a otros artilugios de la marca, como el iPod o el MacBook.
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