Intenso choque de sensibilidades en Bolonia
El v¨ªdeo arte de Bill Viola y las composiciones de Arvo P?rt dialogan en una velada ¨²nica de Arte Fiera
Arvo P?rt naci¨® en Estonia en 1935 y como compositor es amado por la transparencia emocional de sus sinfon¨ªas dilatadas y m¨ªsticas. Bill Viola, neoyorquino de 59 a?os, es el m¨¢s sofisticado representante del v¨ªdeo arte, el primero que ha logrado conjugar la perfecci¨®n tecnol¨®gica de la forma con la trascendencia del mensaje. La noche del viernes, las notas del uno y las instalaciones del otro se encontraron por primera vez. Dialogaron creando un in¨¦dito contrapunto en Bolonia, evento exclusivo de Arte Fiera, certamen dedicado a galeristas y coleccionistas internacionales.
Les une una afinidad electiva, una tensi¨®n hacia el mundo interior que uno expresa con armon¨ªas asc¨¦ticas, el otro con im¨¢genes en movimiento donde los cuerpos se hunden, se rompen, arden y al final siempre se liberan y se hacen reflejo del alma. P?rt y Viola no se conoc¨ªan hasta el pasado noviembre, cuando coincidieron bajo el Juicio Universal pintado por Miguel ?ngel en la Capilla Sixtina, donde el Papa recib¨ªa a los artistas. "Un lugar sugestivo, atemporal, all¨ª la realidad invisible se hace tangible", recuerda Viola. No cabe imaginar lugar m¨¢s adecuado para un primer abrazo entre los dos. "Ambos ponemos al hombre en el centro de nuestra obra, buscamos la conexi¨®n con su alma", explica Viola. "No hablo de religi¨®n, sino de espiritualidad". Un nuevo humanismo que usa la tecnolog¨ªa para ser universal. Y que disuelve las tensiones, "mi m¨²sica es tranquila", dice el compositor. El primer experimento conjunto convenci¨® al p¨²blico y a los artistas.
"No hablo de religi¨®n, sino de espiritualidad", afirma Viola
Una serie de breves composiciones fueron ejecutadas por 14 m¨²sicos del Parco de la M¨²sica Contempor¨¢nea Ensemble, dirigidos por T?nu Kaljuste, con encajes vocales de Arianna Savall. Los v¨ªdeos elegidos por Viola fueron Fire Woman y Tristan's Ascension, partes de su The Tristan Project de 2005. Antes de dialogar entre s¨ª, imagen y m¨²sica, entraron en relaci¨®n con las b¨®vedas y los silencios de una antigua iglesia rom¨¢nica: el ¨¢bside albergaba la orquesta y una pantalla gigante; la nave se llen¨® de espectadores. Primero le toc¨® a Viola: un cuerpo en contra luz se dise?a en contraste a un fuego naranja. Luego fue el momento del susurro cort¨¦s de P?rt, que parece no querer molestar al silencio. La pantalla vuelve a encenderse y se llena de agua, del fragor de una lluvia irrefrenable, que sube en lugar de caer, y en su ascensi¨®n se lleva a un cuerpo dormido hacia el cielo.
Cuando se aclara o se inunda el tel¨®n se acallan los violines. Cuando suena la primera nota, enmudece la pantalla. Las creaciones de P?rt y Viola agarran el est¨®mago y no llegan a solaparse. Demasiado potentes para ser simult¨¢neas. Demasiado afines para estar lejos.
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