Espa?a en FINUL, un liderazgo espinoso
En medio de la par¨¢lisis nacional provocada por el accidente a¨¦reo del pasado 25 de enero y de la discusi¨®n parlamentaria para rebajar la edad de los votantes a los 18 a?os, un general espa?ol se dispone a tomar el mando de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en L¨ªbano (FINUL). Es la primera vez que Espa?a lidera una misi¨®n militar de la ONU, un objetivo que ha costado indisimulables tensiones con socios como Italia -que cede desganadamente el mando- e Israel -poco entusiasta hasta que Espa?a autolimit¨® su ejercicio de la jurisdicci¨®n universal-. Aunque Espa?a ha intentado hacer valer la regla de la rotaci¨®n entre los 29 participantes en la misi¨®n, lo cierto es que tras Francia e Italia, Indonesia est¨¢ a¨²n por delante en volumen de efectivos desplegados sobre el terreno.
Resuelto este asunto, Espa?a debe concentrarse ahora en cumplir adecuadamente una tarea en la que los principales implicados no se lo pondr¨¢n f¨¢cil. Por un lado, las propias Fuerzas Armadas libanesas carecen de la capacidad (?y la voluntad?) para controlar la zona -?no podr¨ªa Espa?a impulsar un programa de reforma del sistema de seguridad liban¨¦s?-, conscientes de que eso significa incrementar las fricciones con Hezbol¨¢. Por otro, este partido chi¨ª mantiene la presi¨®n tanto pol¨ªtica como militar sobre su propio Gobierno y sobre Israel, interesado en recuperar su capacidad de combate ante la previsi¨®n de un nuevo choque como el de 2006. Aunque la resoluci¨®n 1.701 establece que la FINUL debe asegurar que, salvo las Fuerzas Armadas libanesas, nadie tenga armas en su zona de acci¨®n, todo apunta a que Hezbol¨¢ continuar¨¢ suministr¨¢ndose desde Ir¨¢n y Siria. Por su parte, Israel tampoco va a ayudar mucho, como lo demuestra su rechazo a abandonar la mitad norte del pueblo de Al Ghajar y su permanente violaci¨®n del espacio a¨¦reo liban¨¦s, contraviniendo l¨®gicamente la citada resoluci¨®n de la ONU.
L¨ªbano sigue siendo, hoy como ayer, un fragmentado y debilitado territorio en el que diferentes actores dirimen sus diferencias. En ese entramado -en el que nadie logra imponer su agenda a los dem¨¢s, pero en el que Siria tiene m¨¢s bazas que otros para recuperar el control- la FINUL (y, por tanto, Espa?a) no cuenta con la autoridad f¨¢ctica para hacer cumplir la resoluci¨®n. Como observador privilegiado de lo que all¨ª ocurre, Espa?a servir¨¢ a sus propios intereses, en clave de activismo euromediterr¨¢neo, y a los de la misi¨®n, manteniendo el alto grado de profesionalidad que ya ha demostrado en otros escenarios.
Sorprende en cualquier caso que, en contra de lo inicialmente previsto, no se incremente el volumen del contingente -el segundo tras el desplegado en Afganist¨¢n-, aunque se opte por enviar m¨¢s veh¨ªculos terrestres y helic¨®pteros. Aunque la actual situaci¨®n econ¨®mica no permite muchas alegr¨ªas, no hacerlo as¨ª y quedarse a la espera de que alg¨²n otro pa¨ªs se incorpore a la misi¨®n supone, en definitiva, desaprovechar la oportunidad de reforzar la posici¨®n espa?ola en el escenario internacional e impide garantizar el control directo de las innumerables variables en juego. Suerte.
Jes¨²s A. N¨²?ez Villaverde es codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acci¨®n Humanitaria (IECAH).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.