"?Qu¨¦ ven los blancos en 'Precious'?"
El director Lee Daniels y la actriz Gabourey Sidibe hablan del filme sorpresa del a?o
"?Es az¨²car moreno o az¨²car blanca? ?Y la sacarina?". La chispa en la mirada del director Lee Daniels (Filadefia, 1959) no aclara si es una provocaci¨®n al chiste f¨¢cil o una frase trampa. En cualquier caso, y conocido su car¨¢cter tempestuoso, la cautela parece la mejor opci¨®n. Un camino que ¨¦l sigue en parte del metraje de Precious, su segunda pel¨ªcula -tras debutar con Shadowboxer-, que ha catapultado su carrera. Desde luego ten¨ªa dos apoyos: el gui¨®n adapta la novela Push, un best seller en Estados Unidos, y en la producci¨®n andaba metida Oprah Winfrey. Y Winfrey mueve monta?as desde su imperio medi¨¢tico, dotado del poderoso ariete de su programa de televisi¨®n.
En los cert¨¢menes de Sundance y San Sebasti¨¢n, Precious no necesit¨® arietes. La dureza -y a la vez la sensibilidad- de su historia lleg¨® al patio de butacas, y en ambos festivales obtuvo el Premio del P¨²blico (desde el pasado martes, son tambi¨¦n candidatos a seis oscars). En el festival donostiarra, algunas espectadoras se acercaron con l¨¢grimas a felicitar a la actriz protagonista, la debutante Gabourey Sidibe (Nueva York, 1983).
La pel¨ªcula llegar¨¢ a los Oscar con seis candidaturas bajo el brazo
Al d¨ªa siguiente de la llorera, ambos, reunidos para charlar sobre su trabajo, recordaban sobrecogidos el momento. "Nos ocurre mucho, y aun as¨ª en cada ocasi¨®n es especial, m¨¢gico", recuerda Daniels. "A veces no lo entiendo bien, porque pienso: '?Qu¨¦ ven los blancos en Precious?'. Es una historia afroamericana, muy privada. No rod¨¦ para los blancos estadounidenses, ni para el resto del mundo. Lo hice para nosotros. Los afroamericanos no ve¨ªan mis pelis [Daniels tambi¨¦n produjo Monster's ball]. Y fue mi madre, tras el ¨¦xito de Precious, quien me recalc¨®: 'La historia es universal, el dolor es universal, ese viaje es muy poderoso". Daniels recuerda una sala en Londres llena de cauc¨¢sicos con esmoquin, que les aplaudieron a rabiar. Toma un sorbo de caf¨¦ y prosigue: "Y mucha de la culpa es de Gabby. Vi a 400 chicas, y me empec¨¦ a poner nervioso. Y apareci¨® Gabby, que ni siquiera ven¨ªa a hacer la prueba. Fue casi un milagro: una fuerza... En el filme no logr¨¦ ese poder¨ªo en ese momento", y estalla en risas. "No estuve a su altura". "No", responde Sidibe, "s¨ª estuviste. Lo incre¨ªble es que ni me presentaba convencida. La hice un lunes... y el mi¨¦rcoles ya era estrella del cine".
?Ayuda la popularidad de la novela? "Que quede claro. La pel¨ªcula no es el libro. En estos casos, lo fundamental es no perder el esp¨ªritu original. Sapphire, su autora, estaba nerviosa porque no quer¨ªa que se filmara una versi¨®n hollywoodiense. No lo hemos hecho, desde luego, pero yo no pod¨ªa llevar a la pantalla una transcripci¨®n del libro, porque es muy oscuro, torturado. Y por eso cre¨¦ esos momentos de fantas¨ªa, que permiten iluminar el desastre vital de la protagonista. Empuj¨¦ al reparto -a Gabby, a Mo'Nique, a Mariah Carey y a Paula Patton- a que hablaran, a que fueran amigas, porque somos personas. Y cuando yo gritaba acci¨®n, quer¨ªa ver a esas personas que se entend¨ªan". Mira a su actriz, que apostilla: "Yo pensaba en los fans de la novela, en no defraudarles. Hay que tener en cuenta que para muchos lectores Push ha sido una experiencia vital".
La protagonista -casi analfabeta- tiene 16 a?os, un hijo, est¨¢ embarazada de un segundo. El padre de ambos es su propio progenitor. Y, sin embargo, tiene una determinaci¨®n impactante. ?Es la adolescencia el periodo que marca el car¨¢cter de las personas? Arranca, como es habitual, el director. "En mi caso, no. Fue antes. Creo en cuidar y amar a los ni?os desde el primer d¨ªa. La personalidad ya la ves marcada por el amor desde los tres o cuatro a?os. Aunque, obviamente, supe que era homosexual despu¨¦s". Gabby asiente: "Soy lo opuesto a Precious, porque mi madre me ayud¨® a expresarme desde cr¨ªa. Y yo apuesto porque los ni?os se expresen. Ah¨ª s¨ª se configura la personalidad". Mirada embelesada de Daniels: "?No es lista? Desde luego mucho m¨¢s que yo. Sabe de ordenadores, ha visto m¨¢s y mejores filmes que yo...". "Por eso yo llevo las gafas", responde la aludida.
?Qu¨¦ cambia tras rodar un filme as¨ª? Daniels: "Por de pronto, escucho de verdad a mi madre y no me hago el loco cuando me da la charla". Sidibe: "Mi relaci¨®n con mi madre es estupenda. Mi lucha est¨¢ en no perder a mi gente tras mi entrada en la industria del cine". Daniels: "Gabby es impresionante, ?verdad?".
Babelia
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