Histeria colectiva en los mercados
Los mercados parecieron enloquecer ayer de repente ante la avalancha de ¨®rdenes de venta que cay¨® sobre ellos y que, con importantes matices geogr¨¢ficos, apenas perdon¨® a ning¨²n producto financiero.
Los mercados de valores ocuparon, en un primer momento, un lugar destacado y entre ellos sobresal¨ªa la Bolsa espa?ola. La propagaci¨®n de comentarios sobre el riesgo-pa¨ªs que acumula Espa?a hac¨ªa caer al Ibex 35 m¨¢s de un 2% durante toda la ma?ana, pero fue a partir de la publicaci¨®n de los datos de empleo de Estados Unidos cuando la orden de "vender Espa?a" adquiri¨® un car¨¢cter m¨¢s universal.
En medio del aluvi¨®n de ventas, los valores espa?oles siguieron concentrando el grueso de las ¨®rdenes, con lo que el Ibex 35 cay¨® el 5,94% al final de la sesi¨®n, su mayor ca¨ªda en 15 meses, para quedar en 10.241,70 puntos.
Los mercados del sur de Europa volvieron a sufrir con mayor virulencia los efectos de la corriente de opini¨®n que considera su situaci¨®n financiera como un peligro latente. El ¨ªndice PSI 20 de la Bolsa portuguesa cay¨® el 4,98%, el FTSE MIB de la Bolsa italiana baj¨® el 3,45% y el ¨ªndice general de Atenas perdi¨® el 3,33%. Los grandes mercados del norte y centro de Europa no quedaron fuera del proceso vendedor, pero no llegaron a superar el 2,75% en sus p¨¦rdidas, aunque el ¨ªndice paneuropeo Euro Stoxx 50 cay¨® el 3,46% arrastrado por los valores espa?oles.
El mercado del petr¨®leo tambi¨¦n pareci¨® enloquecer ante el tono de la sesi¨®n y el precio del barril de crudo ca¨ªa m¨¢s del 5% a ambos lados del Atl¨¢ntico, esta vez no por culpa de los grandes consumidores del sur europeo.
Los datos econ¨®micos publicados en Estados Unidos confirmaron que la recuperaci¨®n econ¨®mica va a ser parcial. El empleo no se recupera y la productividad crece a costa de ese menor empleo y de unos salarios cuyo ritmo de ajuste es inferior, al tiempo que los pedidos a f¨¢brica de diciembre sugieren que los empresarios siguen tirando de los inventarios para hacer caja.
Las perspectivas que manejaban los inversores en los ¨²ltimos meses se han mostrada exageradas ante la realidad econ¨®mica, lo cual exige soluciones novedosas. De hecho, los l¨ªderes mundiales ya se han puesto a rezar.
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