Rajoy enfr¨ªa la ansiedad del PP: ni elecciones ni moci¨®n de censura
Prefiere hacer propuestas y dejar que se desgaste el Ejecutivo
Frente a la vor¨¢gine econ¨®mica y la ansiedad pol¨ªtica, de nuevo, apareci¨® el santo Job. Mariano Rajoy ha decidido frenar una vez m¨¢s a todos los miembros de su partido, incluidos su secretaria general, Dolores de Cospedal; su hombre fuerte, Javier Arenas, y su gran rival interna, Esperanza Aguirre, que se est¨¢n lanzando a pedir elecciones anticipadas o proponer una moci¨®n de censura.
El l¨ªder del PP quiere, seg¨²n su entorno, evitar cualquier imagen de ansiedad por aprovechar la crisis para deteriorar al Gobierno. Quiere transmitir tranquilidad, seriedad, y voluntad de hacer propuestas. Por eso ayer dej¨® que sus segundos lanzaran en varios medios la idea de las elecciones anticipadas o la moci¨®n de censura, y despu¨¦s lo enfri¨® todo: "Lo m¨¢s ¨²til es dar algunas certidumbres y eliminar la desconfianza", se?al¨® en Valladolid.
El l¨ªder popular reta a Zapatero a un debate econ¨®mico en el Congreso
Por eso, y pese a que asegura estar "en condiciones de gobernar en cualquier momento", prefiri¨® limitarse a reclamar a Zapatero que acuda al Congreso para realizar un debate monogr¨¢fico sobre la marcha de la econom¨ªa.
La idea consolidada en el cuartel general del PP en la calle de G¨¦nova es que Zapatero apurar¨¢ la legislatura a costa de lo que sea para intentar que una mejor¨ªa econ¨®mica le salve de una derrota. Y que la moci¨®n de censura es imposible porque requiere mayor¨ªa absoluta, esto es, que 23 diputados ajenos votaran a Rajoy como presidente del Gobierno. Ni siquiera hay contactos especiales de alto nivel entre el PP y los nacionalistas en este momento.
Por todo ello, Rajoy prefiere mantener la prudencia y esperar que el desgaste del Gobierno contin¨²e. El PP est¨¢ instalado desde hace varias semanas en un optimismo creciente, a la vista de que el caso G¨¹rtel no parece tener efectos electorales y la crisis econ¨®mica no para de hundir al Gobierno. Sin embargo, en la ¨²ltima semana la sensaci¨®n de los dirigentes consultados es de absoluta incredulidad.
Nadie comprende c¨®mo es posible que el Gobierno est¨¦ gestionando tan mal su cambio de rumbo. Y se est¨¢ instalando la idea de que lo mejor que le puede pasar al PP es que Zapatero vuelva a presentarse en 2012, y lo peor ser¨ªa que el PSOE cambiase de candidato.
Los populares pensaban que Zapatero, ahora que est¨¢ acerc¨¢ndose a sus posiciones en pol¨ªtica econ¨®mica -recorte de gastos de 50.000 millones, ampliaci¨®n de la edad de jubilaci¨®n y reforma laboral-, dar¨ªa el abrazo del oso al PP: llamar¨ªa a Rajoy a La Moncloa para tratar de implicarle en las medidas y aniquilar as¨ª su margen de cr¨ªtica. Pero el presidente no cita en La Moncloa al l¨ªder de la oposici¨®n desde octubre de 2008. En noviembre, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega anunci¨® una cita inminente, pero nada m¨¢s se supo.
Pese al optimismo creciente, el PP ve tambi¨¦n que la ola de fondo contra los pol¨ªticos le toca de lleno. El CIS de ayer, pese a que el PSOE se hunde m¨¢s que ellos, les dej¨® preocupados por tres datos: Rajoy, ya muy abajo, sigue cayendo en valoraci¨®n, el PP baja un punto y Rosa D¨ªez, rival electoral directa, no para de crecer.
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