La mitad de los Comunes pas¨® gastos excesivos

El esc¨¢ndalo de los gastos excesivos cobrados por los diputados de los Comunes alcanz¨® ayer su te¨®rico punto final con la conclusi¨®n de los variados informes encargados en su d¨ªa para ventilar el cargado ambiente pol¨ªtico. La estad¨ªstica dice que a 390 de los 752 se les ha atribuido el cobro de gastos excesivos entre 2004 y 2008 y que ¨¦stos se elevaron a 1,3 millones de libras (1,49 millones de euros).

Sin embargo, 17 de ellos han conseguido que se anularan esas reclamaciones en su totalidad, por lo que en puridad las cifras finales del fraude -si no jur¨ªdico, s¨ª moral- son de 373 diputados pecadores (el 49,6% de la c¨¢mara) por un total de 1,11 millones de libras (1,28 millones de euros).

La auditor¨ªa para valorar los pagos ha costado m¨¢s que lo adeudado

A Gordon Brown le reclaman 15.721 euros; al l¨ªder 'tory' David Cameron, 271

El lado tragic¨®mico de este esc¨¢ndalo, que estall¨® en mayo, es que la auditor¨ªa para estimar los gastos excesivos de sus se?or¨ªas ha costado a¨²n m¨¢s que el total de dinero a devolver: 1,37 millones de euros.

Las consecuencias pol¨ªticas del esc¨¢ndalo, que ha deteriorado seriamente el prestigio del Parlamento brit¨¢nico, a¨²n est¨¢n por determinar. Pese a los esfuerzos de los l¨ªderes de los partidos pol¨ªticos para que sus diputados paguen y callen y dar as¨ª carpetazo al asunto, no todos quieren callar. M¨¢s de 70 han recurrido las cifras que se les reclamaban y de momento 44 de ellos han ganado total o parcialmente esas apelaciones. En su informe, el alto funcionario sir Thomas Legg reclamaba 1,3 millones de libras a los diputados, pero esa cantidad se ha visto reducida hasta ahora en 180.000 libras por las apelaciones decididas por el ex juez sir Paul Kennedy.

Kennedy ha criticado al funcionario Legg por aplicar nuevos topes de gastos con efectos retroactivos, pero ¨¦ste ha defendido su posici¨®n con el argumento de que las reglas eran "vagas"; el sistema, "profundamente defectuoso"; que los diputados autocertificaban la propiedad o impropiedad de sus reclamaciones de gastos, se autoevaluaban sin que nadie les controlara y en muchos casos han incumplido el precepto general de que sus gastos han de ser por asuntos espec¨ªficos relativos a su actividad parlamentaria y en cantidades proporcionadas.

Sir Thomas subraya tambi¨¦n en sus conclusiones que la administraci¨®n de los Comunes, encargada de revisar y autorizar o denegar el dinero reclamado, actuaba siguiendo una "cultura de deferencia" hacia sus se?or¨ªas. Es decir, que un gasto ten¨ªa que ser clamorosamente impropio para que el funcionario de turno se atreviera a denegar su reclamaci¨®n al diputado.

Del total de dinero reclamado a los diputados han sido abonadas hasta ahora 800.000 libras y hay de plazo m¨¢ximo hasta el 22 de este mes para completar las devoluciones pendientes. Si no lo hacen, el Gobierno se ha comprometido a proponer que la C¨¢mara otorgue poderes para que esas cantidades puedan ser descontadas del salario de los diputados que se niegan a pagar.

La deshonrosa medalla de oro a la mayor reclamaci¨®n individual ha acabado recayendo en la laborista Barbara Follet, subsecretaria de Estado de Gobierno Local, a la que se le reclaman el equivalente a 48.640 euros, la mayor¨ªa de ellos por "seguridad m¨®vil" en su segunda residencia. La medalla de plata ha sido para el conservador Bernard Jenkin (41.528 euros) y la de bronce, para el tambi¨¦n conservador Andrew MacKay (35.735 euros). MacKay tiene el dudoso honor de haber ganado la medalla de oro por parejas porque su esposa, la diputada conservadora Julie Kirkbride, tiene que devolver 33.501 euros. Juntos suman 69.236 euros.

Tambi¨¦n ha habido triunfadores. La reclamaci¨®n m¨¢s insignificante ha reca¨ªdo en el laborista Mike Gapes, que ha de devolver 40 peniques. Pero el diputado m¨¢s satisfecho es quiz¨¢s el conservador Peter Lilley, al que la reclamaci¨®n inicial de 47.035 euros ha sido reducida a cero tras la apelaci¨®n presentada ante el juez Kennedy. La ex ministra Hazel Blears, que se vio obligada a dimitir pese a devolver 15.273 euros por ganancias de capital no declaradas, ha visto ahora reducida la reclamaci¨®n a 258 euros porque lo que hizo no iba contra las reglas.

Como se sab¨ªa, de entre los l¨ªderes de los partidos el peor parado es el primer ministro, el laborista Gordon Brown, obligado a devolver 15.721 euros sobre todo por excesivos gastos de jardiner¨ªa. Al conservador David Cameron tan s¨®lo se le reclaman 271 euros y al liberal-dem¨®crata Nick Clegg, 1.042 euros.