Ant¨®n Moreda, hist¨®rico galleguista en la resistencia
Cay¨® en el ostracismo pol¨ªtico y en el aislamiento vital
Ant¨®n Moreda hab¨ªa nacido en San Miguel de Reinante, una peque?a aldea en la costa de Lugo, en 1934. Muri¨® el pasado jueves, 4 de febrero, despu¨¦s de haber pasado los ¨²ltimos 43 a?os de su vida en el hospital psiqui¨¢trico de Castro de Rei, tambi¨¦n en Lugo.
Pero el acontecimiento decisivo de la dura existencia de Moreda fue su encuentro con los exiliados republicanos en Buenos Aires, adonde hab¨ªa emigrado con 17 a?os.
All¨ª, tras contactar con el pintor Lu¨ªs Seoane o el agrarista Ant¨®n Alonso R¨ªos, su conciencia se inclin¨® al galleguismo y sus ideas se arrimaron al nacionalismo progresista procedente de lo que ¨¦l denominaba "la Galicia ideal de Castelao y la Rep¨²blica".
Sin embargo, su gran proyecto, la reconstrucci¨®n en el interior del galleguismo pol¨ªtico, choc¨®, a su regreso al pa¨ªs natal en 1960, con la estrategia culturalista que propugnaba Ram¨®n Pi?eiro desde la Editorial Galaxia y en la que no hab¨ªa lugar para la actividad clandestina.
"Cuando Moreda regresa a la Galicia real, hay un desajuste entre lo que ¨¦l se esperaba y lo que se encuentra", explica la escritora, cineasta y acad¨¦mica Margarita Ledo, quien construy¨® una novela documental -Porta blindada (Xerais, 1990)- a partir de sus conversaciones con el galleguista. Esa grieta entre la realidad y el deseo tambi¨¦n est¨¢ relacionada con su participaci¨®n en el Consello da Mocedade, la organizaci¨®n con la que los j¨®venes intentan reagrupar el nacionalismo a principios de los a?os sesenta y que acaba por partirse por la mitad.
Acusados
Moreda, junto a literatos como Mar¨ªa Xos¨¦ Queiz¨¢n o Xos¨¦ Lu¨ªs M¨¦ndez Ferr¨ªn, fueron expulsados bajo acusaci¨®n de filocomunistas y pro-argelinos. "No era cierto en el caso de Moreda, aunque siempre se movi¨® en la izquierda", relata Ledo.
Aquellos militantes repudiados del Consello acabar¨ªan por dar forma, en el a?o 1964, a la Uni¨®n do Povo Galego, partido comunista y una de las semillas del actual Bloque Nacionalista Galego (BNG). Moreda ya no milit¨® en ¨¦l.
Su ca¨ªda en el ostracismo pol¨ªtico coincidi¨® con su desmoronamiento existencial. Perdi¨® su trabajo en la Editorial Galaxia y la ¨®rbita pi?eirista lo rechaz¨® con expl¨ªcita violencia verbal. "No es peligroso por su inteligencia, sino por su hipocres¨ªa. Sabe manejar la insidia humildemente; mentir con candidez y dem¨¢s virtudes orientales", lleg¨® a escribir Ram¨®n Pi?eiro en una carta al cr¨ªtico literario Basilio Losada.
Todo pareci¨® conchabarse, seg¨²n record¨® el propio Ant¨®n Moreda en sus entrevistas para Porta blindada, para empujarlo al purgatorio psiqui¨¢trico. Ingres¨® en el de Castro de Rei, en 1966.
A pesar del horror de un manicomio franquista, Moreda nunca se rindi¨®. Presion¨® para que las misas del centro se oficiasen en gallego, se encarg¨® de la biblioteca porque "hay que saber para poder decidir" y se implic¨® en la revista Gaiola Aberta.
"Hab¨ªa una lucidez en ¨¦l que lo obligaba a intervenir", apunta Margarita Ledo. Con la democracia, volvi¨® a aparecer en actos nacionalistas y a¨²n en las elecciones municipales de 2007 se present¨® en las listas del refundado Partido Galeguista. "Pero lo que m¨¢s admir¨¢bamos de ¨¦l", concluye Ledo, "era esa resistencia y esa esperanza, la que Walter Benjamin atribu¨ªa a los desesperados".
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