El sue?o de ser 'mileurista'
1,4 millones de catalanes ganan menos de 1.000 euros al mes - Los sindicatos quieren que la cifra sea el 'suelo' salarialLa patronal se niega a eliminar los sueldos inferiores a 1.000 euros
"De mayor no quiero ser mileurista", reza una pintada estampada en el muro de una calle de Barcelona que expresa el deseo de una generaci¨®n que anhela un empleo digno en un mercado laboral que le da la espalda. Hasta tal punto de que, para muchos, el sue?o ya no es ser algo m¨¢s que mileurista, sino que la n¨®mina llegue a alcanzar como m¨ªnimo 1.000 euros. Son los inframileuristas, una etiqueta que pesa como una losa sobre muchos asalariados en Catalu?a, donde la gran mayor¨ªa de los 159 convenios colectivos sectoriales, 101 en total, incluyen categor¨ªas laborales con salarios inferiores a 1.000 euros mensuales, seg¨²n UGT. Los datos demuestran que queda a¨²n mucho trecho por recorrer hasta lograr que no haya "ning¨²n convenio por debajo de los 1.000 euros", meta que este sindicato se fij¨® hace tres a?os en la campa?a Ponte a 1.000, por la que se compromet¨ªa a no firmar ning¨²n convenio que incluyera sueldos por debajo de este umbral. Los tres a?os de campa?a, en los que UGT ha actuado codo a codo con CC OO, han dejado un balance con sabor agridulce.
Las cifras se recogen en el informe La situaci¨®n de los trabajadores inframileuristas, elaborado por UGT a partir de datos de la Agencia Tributaria. Las cifras son aproximadas, ya que no incluyen a asalariados a los que no se aplica retenci¨®n porque sus sueldos son ¨ªnfimos, ni a otros con reg¨ªmenes especiales, como los del trabajo dom¨¦stico o algunos aut¨®nomos.
"Lamentablemente, a¨²n quedan m¨¢s de 1,4 millones de catalanes que cobran menos de 1.000 euros al mes, lo que supone el 40% de los asalariados. Pero en sentido positivo puede celebrarse que en tres a?os (de 2006 a 2008) hemos reducido el colectivo de inframileuristas en 260.000 personas, es decir, en un 15,5%", se?ala Camil Ros, secretario de pol¨ªtica sindical de UGT.
Pulso con la patronal
Pese a la crisis, que seg¨²n los sindicatos les ha impedido tener resultados m¨¢s brillantes en el pulso que mantienen con las patronales para erradicar el inframileurismo, se han conseguido progresos, asegura Ros. Los convenios que ya no incluyen salarios de menos de 1.000 euros suman 58, frente a los 11 que hab¨ªa en 2007.
"Hemos logrado que se supriman los salarios inferiores a 1.000 euros en convenios tan significativos en el ¨¢mbito sectorial y provincial como el de la hosteler¨ªa y el de oficinas y despachos de Catalu?a, o el de la industria del metal y el del comercio del metal de Barcelona", explica Ros. Estos cuatro convenios afectan a 546.250 trabajadores, casi un tercio de los asalariados que est¨¢n bajo el paraguas de los 159 convenios colectivos que hay en Catalu?a.
El mismo logro se apuntan los sindicatos en el convenio del comercio de Girona, donde abundaban los salarios de 700 euros, y en el de la siderometalurgia de Tarragona, donde se ha "conseguido incrementar el sueldo entre el 6,08% y el 6,27% a m¨¢s de 10.500 personas", indica el dirigente de UGT.Pero junto a los ¨¦xitos, los sindicatos tambi¨¦n suman fracasos, o como m¨ªnimo, arduas batallas, como la que mantienen con la patronal de hosteler¨ªa de Girona, cuyo convenio est¨¢ "encallado" por la negativa sindical a aceptar salarios inframileuristas, explica Sim¨®n Rosado, secretario de accci¨®n sindical de CC OO. Tambi¨¦n se prev¨¦ dura la lucha de los sindicatos en sectores como el de geriatr¨ªa y el de la limpieza, as¨ª como en la negociaci¨®n con la Federaci¨®n Catalana de Municipios (FCM) y la Asociaci¨®n de Municipios de Catalu?a (AMC) para que en la contrata o subcontrata de servicios municipales a empresas externas los ayuntamientos no acepten salarios inferiores a 1.000 euros.
Rosado asegura que las dificultades para negociar con las patronales se agudizaron en 2008 con el estallido de la crisis. Aunque los sindicatos sostienen que la subida de los salarios es "una medida clave para reactivar el consumo y salir de la crisis", los empresarios no est¨¢n dispuestos a aceptar la supresi¨®n de los salarios inferiores a 1.000 euros por norma y de forma generalizada.
"Imponer para todos los sectores la eliminaci¨®n de los 1.000 euros es introducir un componente de rigidez incompatible con los principios de la negociaci¨®n colectiva", reprocha a los sindicatos el director del departamento de Relaciones Laborales de la patronal Fomento del Trabajo, Javier Ibars. En su opini¨®n, debe analizarse en cada ¨¢mbito sectorial si es posible o no eliminar el inframileurismo "en funci¨®n de aspectos como el consumo o la productividad del sector". "Hay que recordar que todos los convenios, incluidos los que engloban categor¨ªas por debajo de los 1.000 euros, son fruto de una negociaci¨®n en la que participaron tambi¨¦n los sindicatos", se?ala Ibars.
Forma de pobreza
El inframileurismo, o sea, no llegar a 1.000 euros de salario, tiene rostro de mujer, de joven y de origen inmigrante. ?stos son los tres colectivos m¨¢s castigados por esta forma de pobreza que no entiende de titulaciones acad¨¦micas. Porque muchos de estos trabajadores cuya n¨®mina nunca ha superado las tres cifras han invertido varios a?os en estudiar una o m¨¢s carreras, pero sus t¨ªtulos son papel mojado en el mercado de trabajo. Seg¨²n el informe de UGT, el 72% de los asalariados de entre 18 y 25 a?os son inframileuristas, un porcentaje que se dispara hasta el 88,7% en el caso de los j¨®venes de menos de 18 a?os. En el colectivo femenino, el inframileurismo afecta al 49% de las asalariadas. El porcentaje es a¨²n superior, del 67,3%, entre los inmigrantes ocupados.
PIA CODINA. Administrativa
La lucha por llegar a fin de mes
Pia Codina, de 26 a?os, pertenece a un colectivo entre los inframileuristas que se ha merecido un nombre propio: JASP, es decir, j¨®venes aunque sobradamente preparados. Tras invertir siete a?os en cursar estudios de Publicidad y Fotograf¨ªa, y despu¨¦s de buscar sin ¨¦xito un empleo relacionado con su formaci¨®n, Pia logr¨® un puesto laboral como administrativa, con contrato temporal, en una escuela de dise?o.
Los poco m¨¢s de 900 euros al mes que cobra no dan para mucho, pero s¨ª le han permitido independizarse. "Viv¨ªa con mis padres en Terrassa y he podido mudarme a un piso en Barcelona, que estoy compartiendo con dos j¨®venes ingleses. De esta forma no tengo que destinar todo mi sueldo a la vivienda, ya que con 300 euros pago el alquiler, la luz, el agua e Internet", se?ala Pia.
"Con el resto del sueldo no se pueden hacer maravillas. S¨®lo a base de calcular mucho puedo llegar a fin de mes", agrega Pia. Su pasi¨®n por la fotograf¨ªa, su verdadera vocaci¨®n profesional, la cultiva fuera del horario laboral: retrata a sus amigos mileuristas, en un proyecto que pretende documentar gr¨¢ficamente una realidad que conoce como la palma de su mano.
FELMA SIDAHAMED. Economista
Licenciado, saharaui y en el paro
A los 1,4 millones de catalanes cuyo salario no alcanza los 1.000 euros habr¨ªa que sumar varios centos de miles que subsisten con el paro. Felma Sidahamed, de origen saharaui y licenciado en Econom¨ªa, recibe 900 euros mensuales (a los que tiene derecho hasta julio) tras haber perdido su empleo en un hotel donde fregaba platos. "Si ni con t¨ªtulos un espa?ol consigue un buen empleo, imag¨ªnate qu¨¦ ocurre si eres inmigrante", explica.
Con los apenas 1.000 euros que ganaba, Felma pudo alquilar un piso en Sabadell, en el que vive junto con su esposa, tambi¨¦n saharaui y tambi¨¦n en el paro, aunque ella no cobra ninguna prestaci¨®n. "Hubo un cambio en la direcci¨®n del hotel y nos echaron a m¨ª y a mis compa?eros saharauis, que trabaj¨¢bamos en la cocina", explica Felma. Se levanta cada d¨ªa muy temprano y sale a la calle junto con su esposa para buscar trabajo, mientras espera que le homologuen su t¨ªtulo de economista logrado en Cuba, aunque sin apenas esperanza. "Un empleo no se consigue con t¨ªtulos, s¨®lo con suerte".
DALIA. Empleada en un local de comida r¨¢pida
Cuatro a?os cobrando 800 euros
"?Buscas inframileuristas? Yo lo soy", salta Dalia, una joven ecuatoriana de 28 a?os que encontr¨® un trabajo en un local de restauraci¨®n de comida r¨¢pida en el paseo de Gr¨¤cia de Barcelona.
Dalia habla sin tapujos y su indignaci¨®n aflora casi en cada una de sus frases. Y no es para menos. Lleva ya cuatro a?os sirviendo caf¨¦s y bocadillos en este establecimiento del centro de Barcelona, con una jornada de ocho horas diarias, cinco d¨ªas a la semana.
Todo por un salario de 800 euros netos al mes. Dice que el sueldo ni siquiera le permite tener piso propio y debe ajustarse el cintur¨®n para llegar a fin de mes. "?Que c¨®mo vivo?, pues compartiendo piso con un grupo de inmigrantes. Pagamos 600 euros entre mi marido y yo. ?l est¨¢ ahora sin trabajo y s¨®lo cobra 400 euros del desempleo, as¨ª que lo que nos queda tras pagar el piso no nos da para muchas alegr¨ªas", sentencia esta joven ecuatoriana.
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