D¨ªa de la marmota
El pasado martes se celebr¨® el d¨ªa de la marmota, en la que un animal de esa especie predice la duraci¨®n del invierno. Ojal¨¢ hubiera en el mundo de la econom¨ªa un analista de tal precisi¨®n, que determinase cu¨¢ndo van a retroceder las dificultades. La gravedad de la situaci¨®n la denota la pregunta que le hicieron en Bruselas al todav¨ªa comisario de Asuntos Econ¨®micos de la UE, Joaqu¨ªn Almunia, sobre si el FMI tendr¨ªa que acudir al rescate de Grecia.
Poco antes, Almunia hab¨ªa equiparado, con matices y quiz¨¢ un poco abusivamente, los problemas econ¨®micos de Grecia con los de Portugal y Espa?a. Y Krugman hab¨ªa declarado que "la mayor dificultad de la eurozona no es Grecia, sino Espa?a". La mayor gravedad, por ahora, no es la analog¨ªa real entre Grecia y Espa?a -que no est¨¢n en la misma situaci¨®n aunque compartan desequilibrios- sino la creciente percepci¨®n de que es as¨ª, lo que puede conllevar una profec¨ªa autocumplida por el papel de las expectativas (y la especulaci¨®n) en el terreno econ¨®mico. Ello es un error que hay que atribuir al Gobierno por su desastrosa pol¨ªtica de pedagog¨ªa y comunicaci¨®n. ?C¨®mo no evitaron los sherpas de ZP que se sentase en Davos en la misma mesa redonda que los griegos y los letones?
La gravedad no est¨¢ en equiparar la situaci¨®n de Grecia y Espa?a, que no es la misma, sino en la percepci¨®n exterior
Almunia se acordar¨¢ porque entonces era ministro: cuando Felipe Gonz¨¢lez llega a La Moncloa en 1982, con una muy mala situaci¨®n econ¨®mica heredada, lo primero que hizo fue unas declaraciones rotundas: "No consentir¨¦ que Espa?a vaya a la quiebra ni que tenga que intervenir para evitarla el FMI". Apenas una semana despu¨¦s de ocupar el poder, el 5 de diciembre de 1982 (s¨¢bado, con los mercados cerrados), el ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Miguel Boyer, present¨® un dur¨ªsimo plan de ajuste que comprend¨ªa una devaluaci¨®n de la peseta (del 7,6% respecto al d¨®lar), elevaci¨®n de la presi¨®n fiscal para frenar el d¨¦ficit, endurecimiento de la pol¨ªtica monetaria para reducir la inflaci¨®n, alzas de precios, fuertes subidas de los tipos de inter¨¦s, etc¨¦tera. Poco despu¨¦s hizo unas declaraciones en las que habl¨® de "ajuste para una d¨¦cada".
No se trata de establecer equivalencias entre aquellas medidas y las que hoy necesita la econom¨ªa espa?ola, que son diferentes, pero Zapatero debe resolver el dilema de cu¨¢l es el problema principal de la econom¨ªa espa?ola (?el paro, el d¨¦ficit p¨²blico?) y luego aplicar la estrategia para acotarlo. Es inentendible la presentaci¨®n del plan de austeridad junto a la reforma de las pensiones, como si tuvieran la misma naturaleza. ?Qu¨¦ queda de los Presupuestos del Estado y su cuadro macroecon¨®mico, en vigor desde hace s¨®lo 40 d¨ªas, a la vista del Programa de Estabilidad presentado en Bruselas para reducir el d¨¦ficit p¨²blico al 3% del PIB? ?C¨®mo se complementan estas medidas, la nonata reforma de las pensiones o del mercado laboral con el proyecto de ley de econom¨ªa sostenible y las declaraciones sobre que no se reducir¨¢n los niveles de protecci¨®n social?
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