Y Dios cre¨® el colch¨®n
La ciudadan¨ªa madrile?a se divide en dos grandes bandos, a saber, blancos y rojiblancos. El Madrid rojiblanco, tambi¨¦n llamado colchonero, anda estos d¨ªas euf¨®rico por ese 4-0 que le endos¨® al Racing de Santander en la Copa del Rey. Los colchoneros, aportan a la idiosincrasia madrile?a un toque de estoicismo semifatalista mezclado con ramalazos de entusiasmo y delirios de doblete. Mientras que los madridistas, llamados merengues, cosechan copas y se deprimen si no las logran, los rojiblancos cosechan filosof¨ªa estoica, cosa muy beneficiosa para la capital.
Su azarosa y variopinta historia les ha ense?ado a tom¨¢rselo todo con unas gotas de sosiego. El coraz¨®n no puede aguantar tantos sobresaltos. Hay que echar mano de la metaf¨ªsica para mantenerse imp¨¢vido y sereno ante los avatares. Pero los rojiblancos practican el estoicismo activo y, a pesar de su aparente desd¨¦n, siempre est¨¢n ah¨ª intentando dar guerra como gallos de pelea y ahuyentando el pesimismo. ?C¨®mo lo hacen? Durmiendo bien, cosa l¨®gica para alguien que anda siempre entre colchones. Tambi¨¦n es cierto que a veces se echan unas siestas soberanas y parece que los jugadores salen al campo en pijama.
Un amigo rojiblanco esgrime extra?as teor¨ªas para ensalzar a su equipo y darle la categor¨ªa de los que est¨¢n por encima del bien y del mal. As¨ª dice el tipo en cuesti¨®n: "Dios estuvo trabajando, dur¨® seis d¨ªas y al s¨¦ptimo descans¨®. Ahora bien, Dios no va a descansar en cualquier piedra. Y decidi¨® crear el colch¨®n. El colch¨®n fue hecho el s¨¦ptimo d¨ªa de la Creaci¨®n. De todo lo cual se colige que Dios es el primer colchonero, el fundador del Atl¨¦tico, cuya historia se pierde en la historia de la eternidad".
Los merengues son los Beatles; los colchoneros, los Rolling. El Atl¨¦tico es Her¨¢clito; el Madrid, Parm¨¦nides. El Bernab¨¦u es apol¨ªneo; el Calder¨®n, dionisiaco.
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