El retorno de los supervivientes

Desde que Esteban Granero jug¨® la Copa Danone con ocho a?os, en 1995, la cantera del Madrid ha vivido cambios tan recurrentes como traum¨¢ticos. El semillero ha pasado de mano en mano y casi siempre tras una crisis. Vicente del Bosque, Ram¨®n Mart¨ªnez, M¨ªchel y otra vez Mart¨ªnez se hicieron cargo de La F¨¢brica sucesivamente. La ¨²ltima vez, previo despido masivo de entrenadores. El trasiego ha sido constante y la gesti¨®n se ha visto gravemente da?ada. Desde el debut de Casillas, en 1999, en el primer equipo no se ha vuelto a instalar ning¨²n canterano. Pero en las ¨²ltimas jornadas ha sucedido algo interesante. A medida que el t¨¦cnico, Manuel Pellegrini, les ha dado minutos, Granero y Arbeloa han ido ofreci¨¦ndole soluciones valiosas. Mart¨ªnez pone la firma: "Ellos siempre van a cumplir. Los chicos de la cantera superan muchas cribas. Est¨¢n muy seleccionados".

"Me parece perfecto que el club te lo ponga dif¨ªcil", dice el ex getafense

Como los salmones que remontan el r¨ªo Sella, temporada tras temporada, los canteranos que llegan al final del camino son cada vez m¨¢s raros. Les amenaza la contaminaci¨®n, la destrucci¨®n del medio ambiente y todo tipo de depredadores. Pero siguen apareciendo. Como Granero y Arbeloa, que se pusieron la camiseta blanca de rebote el pasado verano y que ahora van camino de convertirse en jugadores importantes en el proyecto m¨¢s ambicioso que afronta el Madrid en mucho tiempo.

"El club te lo pone dif¨ªcil", dice Granero; "a m¨ª me lo pusieron dif¨ªcil. Pero me parece perfecto porque, si no, no te superar¨ªas y, cuando te tocase llegar al Bernab¨¦u, no estar¨ªas preparado para quedarte muchos a?os. De lo contrario, estar¨ªa todo el mundo jugando en el Madrid y eso no es posible. Yo no estaba preparado para saltar del Castilla al primer equipo. Ir cedido dos a?os al Getafe fue fundamental".

Arbeloa, cuatro a?os mayor que Granero, debi¨® emigrar al Deportivo y el Liverpool antes de regresar. Ahora, Pellegrini empieza a formar sus defensas empezando por Arbeloa. En los ¨²ltimos meses se ha consolidado como el mejor lateral izquierdo del Madrid antes de hacerse con el carril derecho. Ya le disputa esa banda a Sergio Ramos, titular de la selecci¨®n espa?ola.

Antonio D¨ªaz, que fue entrenador de la cantera en la ¨¦poca de Arbeloa, cree que los canteranos aportan cosas que otros fichajes no pueden dar: "Primero, los canteranos ofrecen un grado de compromiso mayor. Saben lo que es el club. No son meros profesionales que se limitan a cumplir. Luego, est¨¢n menos presionados. La presi¨®n que va a sufrir Canales en el primer equipo es mucho mayor que la que soporta Granero. Los que no se criaron en la casa tienen todo por descubrir. Adem¨¢s, los canteranos pasan por una selecci¨®n tan exigente que s¨®lo llegan al primer equipo los m¨¢s inteligentes. Es la idea darwiniana de la supervivencia del m¨¢s apto. S¨®lo llegan los que se adaptan mejor. Y el que est¨¢ menos dotado t¨¦cnicamente, como ?lvaro, es mucho m¨¢s inteligente que el futbolista medio. Sin tantos recursos como otros, es capaz de adaptarse mejor y rendir igual o m¨¢s".

Granero empieza a despegar coincidiendo con el mejor momento de juego del Madrid. Su primer gol en Riazor, la asistencia del primer gol contra el Espanyol en el Bernab¨¦u, el s¨¢bado, y algunas participaciones imprescindibles en las jugadas decisivas son la marca que ha dejado en las ¨²ltimas dos jornadas.

Puede que Pellegrini viva de espaldas a la cantera, pero ¨²ltimamente ha decidido dar continuidad a Granero. Su contribuci¨®n es la clase de respuesta que se exige a los mejores. Por oficio, temple y resultados, ha estado por encima de alguno de sus compa?eros m¨¢s prestigiosos. Lo mismo que Arbeloa. Cada vez que han coincidido, el Madrid ha jugado mejor.

"Es verdad que desde Casillas no ha habido un canterano capaz de quedarse muchos a?os en el primer equipo", medita Granero; "a m¨ª me gustar¨ªa seguir los pasos de Iker, Guti o Ra¨²l. Es complicado, pero es mi objetivo. La ¨²nica forma de lograrlo es ser ambicioso y querer siempre m¨¢s. No hay que conformarse. Y s¨¦ que por eso no voy a fallar".

Kak¨¢ se reencuentra con el gol