Abogados de Atocha y memoria democr¨¢tica

El 33? aniversario de la matanza perpetrada en el despacho de abogados laboralistas de la madrile?a calle de Atocha, que se cumpli¨® el 24 de enero ¨²ltimo, volvi¨® a remover, como cada a?o, los recuerdos de quienes sobreviven a aquel atentado flagrante, cometido desde las entra?as ultraderechistas del franquismo contra el sector de la ciudadan¨ªa m¨¢s generosamente comprometido con el proceso democr¨¢tico: la izquierda perseguida y masacrada por la dictadura.

Este a?o, el reconocimiento que la Fundaci¨®n Abogados de Atocha dedic¨® a los letrados que ejercieron la acusaci¨®n particular contra los asesinos, as¨ª como al colectivo Justicia Democr¨¢tica, que luch¨® contra el franquismo desde dentro de la judicatura, ti?¨® de contenido jur¨ªdico el acto celebrado el 23 de enero en la sede de Comisiones Obreras de la madrile?a calle de Lope de Vega, a muy poca distancia de donde las balas segaron las vidas de Javier Sauquillo, Javier Benavides, Enrique Valdevira, Seraf¨ªn Holgado y ?ngel Rodr¨ªguez Leal e hirieron gravemente a Lola Gonz¨¢lez Ruiz, Alejandro Ruiz-Huertas, Luis Ramos y Miguel Sarabia.

El juicio contra los asesinos de Atocha fue el primero realizado al franquismo

La evocaci¨®n de aquellos d¨ªas negros, durante los estertores del r¨¦gimen, y el recuerdo de aquel entierro masivo, impresionantemente silencioso y pac¨ªfico, dej¨® paso este a?o a la memoria del proceso penal, a cargo de unos letrados expertos en defender, pero no en acusar; que acudieron al juicio como perdedores... de sus colegas asesinados; que aguantaron con entereza los insultos en la sala de audiencias, y que lograron condenas sustanciosas para los autores materiales de los cobardes cr¨ªmenes.

Unos abogados que, a pesar de la rabia originada por el m¨²ltiple crimen, no tuvieron la tentaci¨®n de pedir para los asesinos la pena de muerte que con tanta facilidad aplicaba el Estado fascista de aquellos pistoleros. Los ocho abogados de la acusaci¨®n particular Jaime Sartorius, Jos¨¦ Luis N¨²?ez, Jos¨¦ Mar¨ªa Mohedano, Cristina Almeida, Jos¨¦ Bono, Antonio Rato y los fallecidos Jos¨¦ Mar¨ªa Stampa y Jaime Miralles -este ¨²ltimo particularmente ejemplar por la energ¨ªa con que ejerci¨®, como abogado, su b¨²squeda de la justicia al margen de ideolog¨ªas- siempre lamentaron no haber podido sentar en el banquillo a las cabezas inductoras de aquella salvajada, entre otros motivos por la desastrosa instrucci¨®n que realiz¨® el juez Rafael G¨®mez Chaparro, que sigui¨® en activo con la democracia.

En el acto conmemorativo se afirm¨® que el juicio contra los asesinos de Atocha fue el primero realizado al franquismo, observaci¨®n que fue apostillada por el magistrado del Tribunal Supremo Jos¨¦ Antonio Mart¨ªn Pall¨ªn -quien intervino en nombre de Justicia Democr¨¢tica- con las palabras "el primero... ?y el ¨²ltimo!", que arrancaron un largo aplauso. Seg¨²n Mart¨ªn Pall¨ªn, la llamada ley de la memoria hist¨®rica -de t¨ªtulo mucho m¨¢s largo, farragoso y "atormentado"- no ha respondido a las expectativas que suscit¨®, fundamentalmente porque ha eludido declarar la nulidad de las condenas procedentes de los ¨®rganos de represi¨®n franquista, por la privatizaci¨®n de las tareas de identificaci¨®n y recuperaci¨®n de los cad¨¢veres y por la extrema lentitud con que el Gobierno ha puesto en marcha su desarrollo reglamentario.

A falta de una ley m¨¢s clara, expl¨ªcita y operativa, la v¨ªa judicial abierta por el juez Baltasar Garz¨®n para investigar los cr¨ªmenes del franquismo y las desapariciones forzadas durante la dictadura es la iniciativa jur¨ªdica m¨¢s relevante y acorde con la justicia para las v¨ªctimas de aquel r¨¦gimen, aunque no cuente con el apoyo del ministerio fiscal -encargado constitucionalmente, no se olvide, de "promover la acci¨®n de la justicia"- ni de amplios sectores de la judicatura, desde los que se pretende criminalizar al propio juez, a petici¨®n del pseudosindicato ultraderechista Manos Limpias, la asociaci¨®n Libertad e Identidad y Falange Espa?ola de las JONS. Nada menos.

El poeta Marcos Ana -quien, junto con el comunista hist¨®rico Domingo Malag¨®n, ha obtenido el Premio 2010 de la Fundaci¨®n Abogados de Atocha- fue capaz de mantener, a sus 90 a?os, 27 de ellos en las c¨¢rceles franquistas, su "esperanza en las nuevas generaciones, para que prosigan la lucha por nuestros ideales y se acabe el hambre y la guerra, desaparezcan las desigualdades y se pueda comer el pan con alegr¨ªa". En contraste con el optimismo del poeta, muchos de los asistentes al acto, desencantados, manifestaron sus cr¨ªticas hacia la Transici¨®n.

Unos d¨ªas despu¨¦s, el 27 de enero, en el Ateneo de Madrid, coincidiendo con el D¨ªa del Holocausto y a prop¨®sito de la presentaci¨®n del libro La lucha por la libertad, editado por la Asociaci¨®n de Ex Presos y Represaliados Pol¨ªticos, se produjeron m¨¢s reproches a la que se denomin¨® "mediocre Transici¨®n". Ante un auditorio de edad avanzada, Gervasio Puerta, Gregorio Ortiz y Juan Vallejo, cansados de las dificultades con que chocan las v¨ªctimas del franquismo e incluso un juez, "si se le ocurre hurgar en la memoria hist¨®rica", explicaron que el libro, del que son protagonistas los luchadores por la democracia, como los abogados de Atocha, plantea, "sin rencor", la recuperaci¨®n de la Rep¨²blica, contra la que se alz¨® Franco, y la sustituci¨®n de la Constituci¨®n de 1978 por la de 1931. La memoria les hace insoportable el olvido.