?C¨®mo ayudar a Atenas?
Europa aspira a ser un contrapeso de poder global entre EE UU y China pero, de nuevo, la crisis Griega y el efecto contagio pone en cuesti¨®n su credibilidad internacional. El G-7, el pasado fin de semana, ha sido la escenificaci¨®n de que los tiempos de vino y rosas de la coordinaci¨®n de pol¨ªticas globales pasaron y ahora todos luchan por colocar su deuda p¨²blica al menor coste posible, por lo que los europeos tendremos que resolver nuestros problemas solos.
Grecia tiene un serio problema de credibilidad despu¨¦s de que el nuevo Gobierno tirase de la manta y aflorase un d¨¦ficit p¨²blico muy superior al declarado. Berlusconi en Italia y el propio Dur?o Barroso, hoy Presidente de la Comisi¨®n, en Portugal hicieron lo mismo y no por ello debemos condenar a la sociedad griega a las llamas purificadoras de la Inquisici¨®n, hoy representada por los mercados.
Una misi¨®n del FMI en Atenas ser¨ªa la imagen del fracaso institucional de la Uni¨®n Europea
Aunque la econom¨ªa griega debe aplicar reformas de calado, para incrementar su productividad por hora trabajada, que est¨¢ 40 puntos por debajo de la media europea, los griegos tienen una elevada necesidad de financiaci¨®n a corto plazo y eso aumenta su vulnerabilidad financiera y hace que sean una presa f¨¢cil para la especulaci¨®n.
El FMI tiene entre sus misiones asistir a pa¨ªses miembros en esta situaci¨®n y apoyar a reestructurar su deuda con el fin de alargar sus vencimientos y dar la estabilidad financiera necesaria para que el crecimiento econ¨®mico vuelva aflorar. Sin crecimiento, cualquier plan de estabilidad presupuestaria es una abstracci¨®n. El problema es que una misi¨®n del Fondo en Atenas ser¨ªa la imagen del fracaso institucional de la UE. Eso es lo que tendr¨¢n que estudiar los jefes de estado de la Uni¨®n, especialmente Sarkozy y Merkel. Francia y Alemania se est¨¢n viendo beneficiados a corto plazo tanto por la depreciaci¨®n del euro, lo cual favorece sus exportaciones fuera del ¨¢rea, como por las tensiones en los mercados de deuda p¨²blica, ya que sus tesoros consiguen financiar sus d¨¦ficit m¨¢s barato y pueden tomar la misma posici¨®n que tom¨® el G-7. Sin embargo, a largo plazo, pa¨ªses sometidos a restricci¨®n financiera limitan el crecimiento potencial de la Eurozona y el juego puede volverse en su contra, pero ya sabemos que a largo plazo todos muertos. No se trata de dar limosna, ni de que el resto de contribuyentes europeos paguemos los errores cometidos por Grecia. Estamos hablando de apoyo financiero con el fin de alargar la duraci¨®n de su deuda y siempre condicionada a que Grecia tome las medidas necesarias para hacer frente a sus compromisos financieros futuros.
Tambi¨¦n debemos seguir avanzando en la nueva regulaci¨®n financiera con el fin de evitar errores pasados. Apostamos por la moneda ¨²nica para evitar costes derivados de la volatilidad cambiaria y no tiene sentido que ahora permitamos que por medio de derivados financieros volvamos a las andadas. Europa fue secuestrada por Zeus y llevada a Grecia, pero eso es mitolog¨ªa.
Jos¨¦ Carlos D¨ªez es economista jefe de Intermoney.
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