Avi?¨®n-Cunit, ida y vuelta
De vez en cuando se producen noticias que parecen par¨¢bolas o ap¨®logos, aquellos relatos antiguos que conten¨ªan una ense?anza, una moraleja. En esta ocasi¨®n la noticia procede de Francia, de la ciudad de Avi?¨®n. All¨ª, el Nuevo Partido Anticapitalista (NPA), creado en febrero de 2009 como el no va m¨¢s de la izquierda revolucionaria y antisistema, y erigido desde entonces en referente del ramo a escala europea, va a presentar como candidata a las elecciones regionales del mes que viene a una estudiante de 22 a?os, de nombre Ilham Moussa?d. Lo rese?able es que dicha joven, nacida y educada en Francia, no s¨®lo reivindica sin ambages su confesi¨®n religiosa musulmana, sino que luce ostentosamente el velo isl¨¢mico cubri¨¦ndole el cabello, y ello con el benepl¨¢cito del l¨ªder m¨¢ximo del NPA, el cartero trotskista Olivier Besancenot.
Gran parte de la izquierda europea deja en suspenso su laicismo y su feminismo cuando mira hacia el islam
No, no voy a desempolvar ahora ninguna cita de Marx, de Lenin o de Trotski acerca del papel alienador de la religi¨®n. Bastar¨¢ con que nos hagamos la siguiente pregunta: una monja cat¨®lica con h¨¢bito y toca, por grande que fuese su conciencia social, ?tendr¨ªa alguna posibilidad de hacer carrera en las filas del Nuevo Partido Anticapitalista? ?La tendr¨ªa un jud¨ªo ultraortodoxo, con su sombrero negro y sus tirabuzones, fueran cuales fuesen las ideas pol¨ªticas del sujeto? La respuesta, de puro obvia, nos conduce directos hasta la moraleja del caso de Ilham Moussa?d.
Y la moraleja es ¨¦sta: una gran parte de la izquierda europea, incluida la moderada e institucional, deja en suspenso su laicismo y su feminismo -a veces, incluso su defensa de los derechos humanos b¨¢sicos- cuando mira hacia el islam. Implacable frente al integrismo religioso cristiano o judaico, dicha izquierda -ya sea por un complejo de culpa mal entendido o por puro papanatismo- es de una indulgencia infinita ante los estragos del fundamentalismo isl¨¢mico. En el caso de la izquierda extrema, el razonamiento resulta transparente: ?acaso Al Qaeda, y Hezbollah, y Ham¨¢s, y la teocracia iran¨ª, no combaten contra el imperialismo y el sionismo? Pues entonces es que tales fuerzas y los valores que ellas vehiculan son de alguna manera progresistas, lo cual incluye el velo, y el niqab, y la interpretaci¨®n m¨¢s rigorista del Cor¨¢n, por contradictorio que el c¨®ctel resulte.
Salvadas las distancias, algo de esto ha aflorado tambi¨¦n en el episodio que acaba de poner al municipio de Cunit en los titulares. ?Se imaginan ustedes que el cl¨¦rigo recogedor de firmas contra la conducta "inmoral" de la mediadora cultural hubiese sido un belicoso p¨¢rroco cat¨®lico, y las presuntas acosadoras de aqu¨¦lla unas beatas adscritas a alg¨²n grupo ultramontano? Ni siquiera es preciso imaginarlo, porque est¨¢ en la memoria de todos la justa y l¨®gica reacci¨®n pol¨ªtico-social de condena cuando ciertos obispos han despedido a profesoras de religi¨®n que, seg¨²n ellos, "viv¨ªan en pecado".
?Ah, pero en Cunit el cl¨¦rigo era un im¨¢n y quienes presionaron a F¨¢tima Ghailan son miembros de la Asociaci¨®n Isl¨¢mica local! Por consiguiente, la alcaldesa y senadora por el PSC, Judit Alberich, crey¨® que lo pol¨ªticamente correcto, lo progresista, era silenciar el caso, templar gaitas, persuadir a la v¨ªctima para que retirase la denuncia, "evitar el conflicto" con la comunidad musulmana. Disc¨²lpenme que insista: ?acaso "evitar el conflicto" con la Iglesia cat¨®lica ha frenado a Rodr¨ªguez Zapatero a la hora de llevar adelante sus reformas legislativas en materia de aborto o de familia? Y para colmo, en vez de aprovechar la ocasi¨®n para hacer pedagog¨ªa pr¨¢ctica, lo que el Partit dels Socialistes ha hecho es organizarle a la alcaldesa Alberich un homenaje -ya saben: los nuestros, con raz¨®n o sin ella...-, en el curso del cual el primer secretario del PSC en Tarragona, Xavier Sabat¨¦, agradeci¨® a la homenajeada "defender los valores socialistas". S¨ª, sobre todo la laicidad, el feminismo y las pol¨ªticas inteligentes ante la inmigraci¨®n...
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