'Fiesta familiar con explosi¨®n rumbera'
Las cosas ya no son lo que eran. Anoche, Peret present¨® su ¨²ltimo disco, editado con una potente multinacional, e inici¨® una nueva gira tras a?os de silencio. Pero el Auditori de Barcelona, elegido para la ocasi¨®n, no se llen¨®. Tal vez la g¨¦lida noche dej¨® a m¨¢s de uno en casa. L¨¢stima, porque a pesar de un segundo anfiteatro casi vac¨ªo, en la platea el calor era intenso, y no por la calefacci¨®n, sino por la fuerza de una rumba que en manos de Peret, cuando ¨¦l quiere, sigue siendo incendiaria.
La fiesta -m¨¢s que un concierto fue eso, una fiesta- comenz¨® con el joven grupo que acompa?a al rumbero catal¨¢n, caldeando el ambiente. Un par de temas lo dejaron todo a punto para que el patriarca apareciera pausadamente, vestido de riguroso negro, saboreando la ovaci¨®n y rehusando un grito de "?guapo!": "Es mejor ser bueno que guapo, eso es lo que siempre les digo a mis biznietas", espet¨®.
Concierto de Peret. 11 de febrero.
Concierto de Peret. 11 de febrero.
Auditori de Barcelona
A partir de ah¨ª lo que sucedi¨® sobre el escenario s¨®lo es comparable a cualquier otro concierto de Peret: una cascada desbocada de ritmo caliente y contagioso constantemente entrecortada por largos parlamentos, como si Peret huyera del espect¨¢culo tradicional para demostrar que puede hacer lo que le d¨¦ la gana y que su p¨²blico le seguir¨¢ all¨¢ adonde vaya.
Y as¨ª es. Peret puede hablar de lo que quiera, explicar historias, invitar a sus amigos al escenario y hasta equivocarse en el momento exacto de una canci¨®n, para arrancar una ovaci¨®n del p¨²blico a¨²n mayor. Con todo esto, los conciertos de Peret se alargan y se alargan, pero nadie parece cansado.
Eso s¨ª, cuando Peret mete la directa y se arranca con cualquiera de sus cl¨¢sicos -o versiona a su manera Los ejes de mi carreta-, el volc¨¢n entra inmediatamente en erupci¨®n y no hay quien lo pare.
Peret habl¨® mucho, comparti¨® escenario con un pu?ado de amigos -Los Manolos, La Chana, Tony, Joan Manuel Serrat-, se dej¨® cantar y bailar m¨¢s que cantar ¨¦l con ellos, present¨® las canciones de su nuevo disco y recuper¨® la mayor¨ªa de sus cl¨¢sicos en un ambiente familiar en el que ¨¦l era el jefe del clan y todo giraba a su alrededor y a su ritmo.
Y al final, la l¨¢grima volvi¨®, ?c¨®mo no!, a caer en la arena y el Auditori en pleno acab¨® en pie bailando El muerto vivo. Y la guinda del pastel: El mig amic en solitario, el ¨²nico tema de la velada cantado en catal¨¢n.
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