Alta cocina joven a precio de crisis Premio revelaci¨®n para la apuesta por la sencillez del restaurante Libentia

Tienen cara de cansados. Los tres. Pero tambi¨¦n de muy satisfechos. Son el tr¨ªo responsable del restaurante barcelon¨¦s Libentia, que ha logrado el premio al cocinero revelaci¨®n en Madrid Fusion 2010, votado por 40 inspectores gastron¨®micos. Cuando los protagonistas recogieron el premio, dijeron de ellos: "Practican una alta cocina joven a precios ajustados. El restaurante es un proyecto inteligente, que ha sabido hacerse un hueco por el refinamiento de su cocina urbana y la sagacidad en la gesti¨®n del negocio hostelero. Es un restaurante serio y de ideas claras que juega a la modernidad sin olvidar las ra¨ªces catalanas".

Jaime Tejedor se encarga de los platos calientes, Sergi Ferrer de los entrantes y algo de pasteler¨ªa y Chema Alpuente es quien da la cara en la sala. Son amigos que estudiaron juntos. Unos treinta?eros, que tras trabajar en otros restaurantes, como elBulli (Roses, Girona) o Sa¨¹c (Barcelona), se lanzaron a un proyecto que quiere ser honesto. Les falta otro colega, D¨ªdac Molt¨®, que tras el premio ha dejado el restaurante por motivos personales.

Es un espacio para 30 comensales, con manteles de tela y cristaler¨ªa de calidad

Libentia abri¨® en el peor momento, con el calor encima y los azotes de la crisis, julio de 2009, en un rinc¨®n muy peque?o del Eixample derecho (en el n¨²mero 537 de la calle C¨®rcega). Y salt¨® al panorama gastron¨®mico urbano con una sola consigna: producto, producto y producto. Y un nombre que en lat¨ªn significa placer.

"Est¨¢ siendo una traves¨ªa en el desierto muy dura para la gente del sector de la hosteler¨ªa", dice Jaime respecto a una crisis que se ceba tambi¨¦n con los restaurantes. "Nosotros nos lanzamos a la piscina con una cocina de producto muy honesta, bien tratada". Y Sergi a?ade: "Lo que pretendemos es que la gente entienda lo que come".

Para Chema la historia est¨¢ lejos de los cl¨¢sicos bristrots franceses. Est¨¢ claro que es un restaurante peque?o -para 30 comensales-, pero los manteles no son de papel y las copas son las mejores. Los tres coinciden en que si bien la coyuntura econ¨®mica no acompa?a, el momento gastron¨®mico es envidiable. Otros como ellos marcan el camino como la Gresca y el Embat, ambos en Barcelona.

Cuando se les pregunta por el plato estrella, los tres cocineros coinciden. Las mujeres siempre eligen el ravioli de txangurro, sopa de marisco y r¨²cula. Una opci¨®n m¨¢s masculina es el cuello de cordero confitado, polenta, yogur y berenjena. Y para todos el plato que funciona muy bien estos d¨ªas es la ensalada de alcachofas, at¨²n marinado y jam¨®n. Otras opciones recomendadas son la ventresca de at¨²n, tatin de melocot¨®n, cebolla, olivas y jugo de carne o las mollejas glaseadas con habitas encebolladas. El precio medio de Libentia son 42 euros sin bebida y los vinos van desde los siete a los 190 euros. Adem¨¢s hay un men¨² al mediod¨ªa por 18 euros. "Somos un restaurante franco que no te da sorpresas, para pensar ya hay otros restaurantes", define Chema.