Rajoy, a lo suyo
El PP pone como condici¨®n bajar impuestos frente a la presi¨®n para lograr un pacto anticrisis
La delicada situaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola (una recesi¨®n que no acaba de remontarse, una tasa de desempleo del 19%, un d¨¦ficit p¨²blico pr¨®ximo al 11% que equivale a una econom¨ªa de guerra y la amenaza de los mercados, que desconf¨ªan de la capacidad del Gobierno para estabilizar las finanzas p¨²blicas) recomendaba explorar la posibilidad de un pacto pol¨ªtico para combatir la crisis. Un pacto en el que la oposici¨®n apoyase las medidas urgentes necesarias para mitigar la recesi¨®n y recuperar la confianza perdida de los inversores, como el plan de recorte de gasto p¨²blico, la reforma del sistema financiero o la reforma laboral. Pero el PP se resiste a formar parte de una concertaci¨®n pol¨ªtica. Arguye, por boca de Dolores de Cospedal, que un pacto s¨®lo ser¨ªa posible "si se bajan los impuestos y se aplica un aut¨¦ntico plan de austeridad".
El PP se escuda, como en otras ocasiones, en imponer condiciones inaceptables. Es verdad que las condiciones de financiaci¨®n y la insostenible situaci¨®n del d¨¦ficit obligan a elaborar un dr¨¢stico plan de austeridad en el que est¨¦n involucrados el Gobierno central y las comunidades aut¨®nomas. Por eso, porque el PP gobierna en varias comunidades aut¨®nomas, era importante su ayuda activa en ese recorte de gasto. Pero lo que en estos momentos pide a gritos la econom¨ªa espa?ola es un ajuste de rentas que tendr¨¢n que sufrir las instituciones y los ciudadanos, los empresarios y los trabajadores. Y por esa raz¨®n, un Gobierno consciente de la debilidad de la estructura fiscal no puede comprometerse a no subir impuestos. De hecho, no es descartable la hip¨®tesis de que los ambiciosos planes de austeridad no tengan ¨¦xito y haya que recurrir a subidas de impuestos especiales e indirectos para reforzar la solvencia de la deuda espa?ola.
La t¨¢ctica del PP es equivocada y seguramente le pasar¨¢ factura en las urnas. Tiene votos que ganar si apoya las medidas inexcusables para combatir la recesi¨®n (recorte del gasto, reforma financiera, reforma laboral) dejando la direcci¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica al Gobierno y, por tanto, los costes pol¨ªticos de sus errores; emitir¨ªa un mensaje de sensatez, es decir, de capacidad de gobernar. Una concertaci¨®n pol¨ªtica debe fundarse en el aval p¨²blico de la oposici¨®n en las grandes l¨ªneas de acci¨®n econ¨®mica en la que todos los partidos pueden ponerse de acuerdo. En una situaci¨®n de prealarma econ¨®mica, hacer cuesti¨®n de las diferencias equivale a desentenderse de la defensa de la solvencia espa?ola en el exterior.
La posibilidad de pacto anticrisis sigue abierta; es posible que las declaraciones de la secretaria general del PP respondan a la t¨¢ctica de endurecer el debate para despu¨¦s sentarse con el PSOE para debatir un frente pol¨ªtico com¨²n contra los efectos de la recesi¨®n. El PP y los partidos nacionalistas pueden hacer mucho para alentar la reestructuraci¨®n de las cajas de ahorros y reducir el gasto auton¨®mico. Por eso son corresponsables de la imagen exterior de la econom¨ªa espa?ola.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.