Esculturas para vestir
La artista Blanca Mu?oz dise?a una l¨ªnea de joyas
Normalmente, la regla indica ir de menor a mayor. Pero hay quienes desaf¨ªan la ortodoxia y emprenden el camino inverso, como la escultora Blanca Mu?oz (Madrid, 1963). Interesada por el cosmos y la astrof¨ªsica, empez¨® por los grandes vol¨²menes, la escultura. Su obra ha estado en el Museo Reina Sof¨ªa de Madrid y en la galer¨ªa Marlborough de Nueva York, entre otros espacios. Hasta que un encuentro con Patricia Reznak, de la familia de joyeros Grassy, que hab¨ªa adquirido alguna pieza suya, la condujo a otro universo, esta vez m¨ªnimo, como es el de la joyer¨ªa. Y as¨ª, las esculturas se hicieron joyas.
La colecci¨®n se divide seg¨²n se inspiren en piedras (series Cosmos, Nebulosa, Obispo, Tornado y Gorguera) o en esculturas de la artista (Mara?a, Gordiana, Cadencia, Salom¨¦ y Pandora). De una piedra -un citrino que irradia una luz portentosa- surge la sortija Obispo. Una pieza que remite a la arquitectura g¨®tica y cuyo secreto radica en que la piedra se monta sobre el oro sin tocarla y la abraza como una escultura. La serie Cosmos se asemeja a mallas o caminos de oro blanco y zafiros que se acaban en pendientes, alfileres y pulseras. A una bell¨ªsima aguamarina, la escultora quiso hacerla "flotar sobre un tornado" y convertirla en anillo, y de una calcedonia azul surgi¨® un colgante (serie Tornado).
Pero puestos a elegir, la joya de la corona se llama Gorguera, una gran turmalina multicolor enmarcada en una gorguera de oro amarillo mate que, de nuevo, al rodear la piedra sin tocarla, deja un hilo de luz alrededor. Esta pieza se inspira en el Retrato de caballero, de Ma¨ªno, expuesto en el Museo del Prado. Se cuelga del cuello con un simple cord¨®n amarillo dorado confeccionado por "excelentes sastras", apunta Reznak, quien tambi¨¦n destaca la excelencia de los orfebres Francisco Pacheco, Francisco Cuadrado y Jos¨¦ Adrados, que han trabajado en la colecci¨®n.
La pieza preferida de la escultora es la que t¨¦cnicamente le fue m¨¢s dif¨ªcil de resolver. "Un desaf¨ªo", que la artista dej¨® para el final. De nombre Pandora es un collar de oro perforado para el que necesit¨® combinar la t¨¦cnica industrial y la artesanal. Inspirado en los m¨®dulos de su escultura Nuclear, se compone de eslabones en forma de cajitas redondas cerradas. No s¨®lo es una proeza, Pandora es adem¨¢s -con sus 400 gramos de oro- la joya m¨¢s cara de la colecci¨®n.
Contrariamente a lo que pueda suponerse, esa adaptaci¨®n de su mundo escult¨®rico al dise?o de la joyer¨ªa no le fue dif¨ªcil a Blanca Mu?oz. "Ha sido un proceso natural. No ha hecho m¨¢s que ampliar la concepci¨®n espacial que continuamente busco para mi obra", cuenta la artista rodeada de sus joyas-esculturas en la joyer¨ªa que desde hace m¨¢s de medio siglo ocupa una esquina privilegiada de la Gran V¨ªa de Madrid.
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