10.000 roedores bajo un mismo techo
La mayor granja de ratones, ratas, ardillas y jerbos de Espa?a est¨¢ en As Pontes
As Pontes registra la mayor concentraci¨®n de ratas por metro cuadrado, y no precisamente en las alcantarillas, sino en dos naves industriales en las que engordan con pienso y no cesan de multiplicarse, conviviendo con ratones, jerbos, conejillos de Indias y ardillas de muchas razas diferentes. En la granja Xaraleira, la m¨¢s grande de roedores de Espa?a, por haber, hay hasta ratas y ratones gen¨¦ticamente calvos, ideales para al¨¦rgicos al pelo. Aunque los ratones, hasta abril, se han tenido que mudar a casa del propietario de la empresa, Jos¨¦ Mar¨ªa Vilaboy, porque en la nave morir¨ªan con el fr¨ªo. "Tengo que darle las gracias a mi mujer por no haberme echado", reconoce el criador. "Es buen¨ªsima".
"Cada dos a?os, el cine pone de moda un animal. Ahora se agotaron las cobayas"
Empez¨® a criar de ni?o en el garaje de su madre. Y vend¨ªa todo en la feria
En total, estos animales forman una colonia de 10.000 roedores siempre cambiante, porque 7.000 emprenden cada mes viaje, vivos o congelados, a 12 zool¨®gicos como el de Cab¨¢rceno, tiendas de animales, centros de recuperaci¨®n de fauna de Portugal y Espa?a como el de Do?ana, mayoristas que luego revenden m¨¢s caro a otros zoos, y cetreros, entre ellos los halconeros que espantan p¨¢jaros en los aeropuertos.
En todo el territorio estatal, s¨®lo hay otro negocio semejante en el Pa¨ªs Vasco, pero la competencia penetra fuerte desde Chequia, donde abundan las granjas de capital holand¨¦s. En ninguno de estos casos, tampoco en As Pontes, comercializan roedores de laboratorio. ?se es otro negocio m¨¢s exquisito, o m¨¢s delicado. Mientras Vilaboy vende ratones a 50 c¨¦ntimos, los destinados a investigaci¨®n cuestan "de 6 a 3.000 euros".
Los roedores de As Pontes se venden ¨²nicamente como mascotas o como alimento para tar¨¢ntulas, escorpiones, reptiles o aves. Los ratones congelados son una novedad, un empe?o de este original granjero de 39 a?os. Para producirlos construy¨® el a?o pasado su segunda nave, pero lo cierto es que "no a todos los bichos les vale comer muerto". Hay serpientes que necesitan saciar su hambre cazadora tanto como su est¨®mago, aunque a algunas se les cuela cad¨¢ver de rat¨®n descongelado por animal vivo con suma facilidad. "El cuidador, con unas pinzas largas, le mueve la presa muerta delante y el ofidio, creyendo que est¨¢ vivo, le inocula igual el veneno". Tiene que hacerlo as¨ª, porque el veneno, adem¨¢s de matar, "es como un Alka-Seltzer que le ayuda a digerir".
Vilaboy fund¨® la empresa en 2003, pero esto s¨®lo "oficialmente", porque llevar lleva en el oficio toda la vida. Empez¨® de ni?o, criando a partir de una pareja de h¨¢msters en el garaje de su casa y vendiendo las cr¨ªas en la feria de As Pontes. "Mi madre es una santa", reconoce. "Con eso de que trabajaba todo el d¨ªa fuera, fui invadi¨¦ndole el espacio. Primero ratones. Luego tambi¨¦n p¨¢jaros. Enseguida, con unos compinches, empec¨¦ a vender los animales, adem¨¢s de tebeos usados. Para ser cr¨ªos, hac¨ªamos mucha pasta... Unas 500 pelas de la ¨¦poca cada d¨ªa". Entre estos "compinches" estaba otro emprendedor: Esteban Raposo, de segundo apellido G¨®mez y hoy gerente de la f¨¢brica de toldos, con sede en Arz¨²a, m¨¢s conocida de Galicia.
Al crecer, Vilaboy dej¨® la afici¨®n. Empez¨® Veterinaria en Lugo, pero se dedic¨® "a conocer los vinos de la ciudad" y s¨®lo aprob¨® cuatro asignaturas. As¨ª que cambi¨® a Direcci¨®n de Empresas y esta vez se lo tom¨® m¨¢s en serio. Al volver al pueblo, se meti¨® en pol¨ªtica. Dice que lo hizo para "intentar cambiar las cosas", pero a los 31 sali¨® escaldado, y seguro de que nunca volver¨ªa a tratar con tal especie. Se vio, de repente, casado y sin trabajo, as¨ª que volvi¨® a okupar el garaje de su madre y a criar roedores que iba a vender a tiendas de Ferrol o A Coru?a.
Pidi¨® un cr¨¦dito, consigui¨® una ayuda de la UE, fue creciendo y, a finales de este a?o planea todav¨ªa crecer m¨¢s. El ¨²ltimo d¨ªa de este mes sabr¨¢ si el Plan Ferrol 2010 le otorga un cr¨¦dito de 150.000 euros, la mitad de lo que le va a costar construir una tercera nave en la que sacar¨¢ adelante su "pen¨²ltima" idea: kits para institutos de Secundaria que van a incluir tres ratones de caracter¨ªsticas gen¨¦ticas controladas, una jaula, viruta y comida para mes y medio. El tiempo que ocupar¨¢ el experimento con el que Vilaboy quiere que los centros complementen el estudio de las leyes de Mendel, sobre la herencia gen¨¦tica. El IES de As Pontes llevar¨¢ a cabo la experiencia piloto a partir del mes que viene. Y antes del pr¨®ximo curso, el criador aspira a convencer a buena parte de los m¨¢s de 5.000 centros de Secundaria que hay en Espa?a y Portugal para que adquieran sus kits.
El granjero dice que no quiere ser rico. "Basta con ver el coche que tengo", comenta. El negocio "est¨¢ bien" pero "no es para tanto". Lo ser¨ªa, quiz¨¢s, si Hollywood le adelantase los estrenos. Vilaboy tiene comprobado que, "cada dos a?os, el cine pone de moda alg¨²n animal". Entonces, se disparan las ventas de esa raza de perro, de ese pez, lo que sea. "Esta Navidad, con G-Force, se agotaron las cobayas y se pagaron burradas". Pero al de As Pontes el boom le pill¨® con poco g¨¦nero.
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