Protesta israel¨ª por las obras de Eugenio Merino

Dos obras del ir¨®nico hiperrealista Eugenio Merino (1975), practicante de la vieja disciplina art¨ªstica de epatar, provocaron ayer la protesta oficial de Israel por medio de su Embajada en Madrid. Una de ellas, una escultura de poliuretano de triple tama?o natural, representa a un musulm¨¢n, un cristiano y un jud¨ªo en plena oraci¨®n. Y no es el arranque de un chiste. En la otra, una metralleta Uzi, de fabricaci¨®n israel¨ª, sirve de base a un candelabro hebreo de siete brazos.

"El conjunto de las obras de Eugenio Merino expuestas en Arco incluyen elementos ofensivos para jud¨ªos, israel¨ªes y, seguramente, para otros. Valores como la libertad de expresi¨®n o la libertad art¨ªstica sirven en ocasiones de simple disfraz de prejuicios, de estereotipos o de la mera provocaci¨®n por la provocaci¨®n", rezaba la nota, difundida a las dos horas de que Arco se abriese a coleccionistas y profesionales.

Un autorretrato de Bacon parece la pieza m¨¢s cara, 1,63 millones

La primera reacci¨®n de Merino fue la de disgusto. "Yo soy muy ingenuo; nunca creo que mis obras vayan a molestar", explicaba en las inmediaciones de su galer¨ªa, ADN. "Quer¨ªa unir dos elementos israel¨ªes. Todas estas pol¨¦micas me parecen est¨¦riles". La otra pieza, hab¨ªa explicado, se vendi¨® en los primeros compases por "45.000 euros" a una compradora belga y... jud¨ªa.

Merino, muchos visitantes lo recordaban, tiene habilidad para crear piezas que acaban fotografiadas en los diarios y valoradas por su capacidad provocadora. Si su aportaci¨®n a Arco 2008 fue un Fidel Castro zombi, de la ¨²ltima edici¨®n se le recuerda un Damien Hirst que se descerrajaba un tiro en la cabeza.