Una feria con gesto desganado
La crisis econ¨®mica y las pol¨¦micas internas marcan el inicio de una cita en la encrucijada - Recorrido por algunas de las piezas m¨¢s relevantes del sal¨®n
Los calificativos para definir la nueva edici¨®n de Arco amanecieron ayer instalados en el terreno de lo "algo gris" para terminar en el de lo "rematadamente desangelado". Las caras de los galeristas se antojaban demudadas al principio del sarao, cansadas por los d¨ªas previos de montaje, s¨ª, pero sobre todo, por el pulso que han mantenido con Ifema acerca del porvenir de la cita, su "excesiva mercantilizaci¨®n" y ciertas declaraciones "ofensivas" de su director Luis Eduardo Cort¨¦s (a quien no se le esperaba ayer).
Los coleccionistas (era su gran d¨ªa) recibieron m¨¢s atenciones de las habituales (aunque a Norman Foster y Elena Ochoa les negaran un caf¨¦ en la sala VIP), los compradores institucionales se paseaban con gesto un tanto desganado, qui¨¦n sabe si porque tanto recorte lo hace todo menos divertido, y las p¨¢ginas de econom¨ªa de los diarios y los peri¨®dicos salm¨®n aterrizaron en la feria con el habitual cargamento de malas noticias para las cuentas espa?olas. Y esto del arte contempor¨¢neo, ya se sabe, es en buena parte una cuesti¨®n de n¨²meros.
Unos y otros, es cierto, anduvieron a sus anchas. La ca¨ªda del n¨²mero de galeristas (50 expositores menos en dos a?os hasta una cifra de 207) daba una sensaci¨®n de amplitud algo inc¨®moda, por m¨¢s que Lourdes Fern¨¢ndez, directora de la feria, negara la mayor. "No ha aumentado el espacio", dec¨ªa ella, mientras Juana de Aizpuru, inventora de todo esto, se preguntaba si con "un pabell¨®n y medio no habr¨ªa sido suficiente". "Tampoco ha habido galer¨ªas que se hayan borrado a ¨²ltima hora", a?ad¨ªa Fern¨¢ndez, a lo que un participante respond¨ªa: "En el primer plano que recibimos daba la sensaci¨®n de haber muchas m¨¢s". Lo cierto es que algunos espacios entre expositores parec¨ªan m¨¢s aptos para la pr¨¢ctica del f¨²tbol sala que para un paseo a la caza de las obras m¨¢s interesantes, sorprendentes o provocadoras que ver¨¢ el p¨²blico general desde ma?ana (hoy es el d¨ªa de la inauguraci¨®n de los pr¨ªncipes). Lo que sigue es un recorrido por algunos puntos calientes de un Arco en la encrucijada.
- Sexo, drogas y comisarios (de arte). Desagradablemente hiperrealista por vocaci¨®n, el grupo escult¨®rico de figuras de poliuretano pintadas al ¨®leo que Enrique Marty, artista madrile?o, expone en la galer¨ªa Espacio M¨ªnimo, presenta en plan viejos rockeros depravados a Harald Szeemann, Robert Storr, Jan Hoet y Benjam¨ªn Buchloh. Comisarios, historiadores o directores de museo son algo as¨ª como los cuatro jinetes del Apocalipsis del arte contempor¨¢neo. ?Un chiste para iniciados? "Curatadeus [as¨ª se llama la obra] es mi homenaje a estos cuatro tipos, que son los dioses de este negocio", afirm¨® ayer el artista.
- 'Delicatessen' latinoamericanas. La galer¨ªa de Jorge Mara, llegada de Buenos Aires, presenta una de las selecciones m¨¢s conjuntadas y sorprendentes de este Arco, basada en el arte latinoamericano de vanguardia, tan reivindicado ¨²ltimamente. Entre las piezas, sobresalen dos series: las pinturas vagamente constructivistas que en los a?os treinta la uruguaya Amalia Nieto dedic¨® a prop¨®sito de "Petruchka, de Stravinski" a su marido Felisberto Hern¨¢ndez, pianista n¨®mada y escritor extraordinario y un di¨¢logo entre los exquisitos garabatos del argentino Le¨®n Ferrari y los trazos del poeta y pintor Henri Michaux.
- ?Y si...? Shoshana Wayne es una de las 17 galer¨ªas de la delegaci¨®n de la ciudad de Los ?ngeles, ciudad invitada a Arco. Un v¨ªdeo firmado por Dinh Q Le y titulado South China Sea Pishkun (2009) plantea desde una pantalla de plasma una peculiar distop¨ªa, un final alternativo para la guerra de Vietnam. Destartalados helic¨®pteros despegan escasos de combustible y uno tras otro van cayendo sobre el mar. Est¨¢ realizado con animaci¨®n digital.
- La milla de oro. La concentraci¨®n de maestros y millones es apabullante en Edward Tyler Nahem (Nueva York), . Aqu¨ª est¨¢ una de las candidatas a pieza m¨¢s valiosa de la feria: un inquietante autorretrato de Francis Bacon de 1987 que se vende por 1,63 millones de euros y que quiz¨¢ no sea tan caro si se piensa que, hace s¨®lo dos a?os, la estrella de Arco fue otro bacon... pero de 23,2 millones. A su lado, un lienzo del pintor alem¨¢n Gerhard Richter, valorado en 750.000 euros y, entre dos importantes piezas de los T¨¤pies y Saura, un andy warhol de 1979 (210.000 euros).
- Feminismo y poder. La galer¨ªa milanesa Prometeo di Ida Pisan es sin¨®nimo de arte pol¨ªtico y de denuncia. En su espacio se combinan grandes fotograf¨ªas de la artista guatemalteca Regina Jos¨¦ Galindo (tratan de las violaciones que suceden impunemente en su pa¨ªs) con un v¨ªdeo estrenado en la bienal de Venecia de 2006 que carga contra la indiferencia de la poblaci¨®n ante la violencia contra las mujeres. En la pantalla se ve a la artista desnudarse junto al Arsenale. Nadie la mira. Ni siquiera cuando procede a afeitarse el pubis entre los viandantes.
- Fantasmal Santiago Sierra. Era el acontecimiento del d¨ªa. Una performance en la que se esperaba a este artista abonado a los titulares de prensa. Se titula No y es la propuesta de Helga de Alvear (compartida con Ida Pisan) para ese espacio de galer¨ªas comisariadas (un ¨²nico artista con un proyecto) llamada Solo Projects. La obra, que se dejar¨¢ ver por todo el recinto ferial, parti¨® de Lucca, en el Norte industrial de Italia y ha seguido por Berl¨ªn, Bruselas y varias ciudades de Estados Unidos. Ayer entr¨® en el recinto ferial pasadas las cinco de la tarde por la puerta principal del Pabell¨®n 10. Lo hizo sobre un carrito de ruedas en medio de una multitud formada por periodistas, artistas y galeristas, que buscaron a Sierra. Estaba de inc¨®gnito.
- Viaje a un planeta desconocido. Es lo que propone Jennifer Steinkamp en el v¨ªdeo presentado en Solo Projects por Soledad Lorenzo, galerista que tambi¨¦n acude a Arco con un stand en el progama general.
- Hockney 3.0. L. A. Louver ofrece cuatro grandes serigraf¨ªas de David Hockney. Pertenecen a la nueva etapa del artista, en la que el pintor de la desolaci¨®n californiana ha dejado los pinceles y la paleta por los p¨ªxeles y el rat¨®n de ordenador. La emoci¨®n, por suerte, no se ha perdido en la traducci¨®n inform¨¢tica.
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