Clima de malas noticias
La dimisi¨®n de De Boer es un indicio negativo para la pr¨®xima cumbre del cambio clim¨¢tico
La cumbre de Copenhague, a finales del pasado a?o, se sald¨® con un sonoro fracaso al no conseguir llegar a acuerdos vinculantes sobre reducci¨®n de emisiones de gases de efecto invernadero. En realidad supuso un retroceso respecto de los acuerdos de Kioto, cuya continuaci¨®n tras 2012 era su objeto. Ahora, de nuevo, uno de los factores del fracaso ha sido, como en Kioto, la actitud de Estados Unidos, que, a pesar del cambio declarativo operado por el presidente Obama, no parece dispuesto a aceptar el papel central que deber¨ªa corresponderle en la lucha contra el cambio clim¨¢tico, y cuyas c¨¢maras legislativas, para no perjudicar su econom¨ªa, no est¨¢n dispuestas a acompa?ar a otros pa¨ªses menos pr¨®speros en la tarea de imponer l¨ªmites a las emisiones.
Pero esta vez a Estados Unidos le acompa?aron algunos otros pa¨ªses, singularmente China, convertida hoy en el primer emisor de di¨®xido de carbono aunque sus emisiones per c¨¢pita sean la cuarta parte de las norteamericanas. Y as¨ª, el resultado final fue un escueto documento en el que se fijaba la necesidad de no superar los dos grados cent¨ªgrados de aumento de la temperatura media del planeta, sin fijar lo que este objetivo implica para alcanzarlo. Se dej¨® el posible acuerdo para este a?o en M¨¦xico, sobre la base de compromisos voluntarios, pero los indicios no son halag¨¹e?os; lo m¨¢s probable es que nos encaminemos a una nueva decepci¨®n. Es destacable tambi¨¦n el pobre papel de Europa en la cumbre. Part¨ªa, a priori, como el principal impulsor de compromisos fuertes para 2020, aunque con m¨¢s voluntarismo que otra cosa porque no hay plan alguno de tomar medidas vinculantes y efectivas.
Todo indica que la suma de malas experiencias y peores perspectivas han llevado a Yvo de Boer, el holand¨¦s al frente de la Convenci¨®n de Naciones Unidas para el Cambio Clim¨¢tico, a dimitir tras algo m¨¢s de tres a?os en el puesto. De Boer intent¨® sin ¨¦xito en Copenhague que los dignatarios de los 192 pa¨ªses presentes llegaran a un acuerdo en el marco de las Naciones Unidas, pero un grupo de cinco pa¨ªses impuso la soluci¨®n final. A la p¨¦rdida de protagonismo de Europa y Naciones Unidas se suma ahora la dimisi¨®n de una personalidad respetada por todos, cuyo compromiso con la lucha contra el cambio clim¨¢tico hab¨ªa suscitado una gran confianza. Otra mala noticia para Naciones Unidas y para la negociaci¨®n multilateral de un recorte cuantificado de las emisiones.
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