Con Gross ya no hay bromas

Era un aut¨¦ntico harapo. Sumido en una vor¨¢gine de mal juego y peores resultados, el Stuttgart no levantaba cabeza. No ayudaba que el t¨¦cnico, Markus Babbel, bromeara con los jugadores, sus ex compa?eros y amigos. Tampoco que Hleb llegara con un sueldo desorbitado y m¨¢s pendiente de su ego que del bal¨®n. S¨®lo as¨ª se entiende que, tras caer eliminado el equipo en la Copa ante el Greuther Fuerth, segunda, se enzarzara en una pelea con el m¨¦dico del club, saldada con 300.000 euros de multa. El Stuttgart era un descosido. Hasta que lleg¨® al banquillo Christian Gross (Z¨²rich, Suiza; 1954). No entiende de tonos grises. "O todo o nada", suele justificar como lema de cabecera. As¨ª que su primera charla al vestuario del Stuttgart -siempre se dirige a los jugadores de usted- fue rotunda. "?Cabeza alta!", se arranc¨®; "tienen calidad para vencer. S¨®lo les falta jugar como un equipo. El que baje la cabeza no juega". Los jugadores asintieron y se entrenaron como nunca, conscientes de que su objetivo era luchar por no descender y no por los torneos europeos. "Son ejercicios muy intensos, sin tiempo para descansar", revela el delantero Cacau; "busca que se una el grupo". Met¨®dico y estudioso, seguidor del estilo implantado por Pep Guardiola, Gross siempre re¨²ne a los futbolistas para pasarles un CD sobre el rival y hacer un turno de preguntas y respuestas.

El equipo ha recobrado al meta Lehmann, m¨¢s afinado que con Babbel. Tasci y Delpierre comandan la zaga, Khedira y Kuzmanovic desestabilizan en el medio y Pogrebnyak, Marica y Cacau se reparten los goles. Hleb tambi¨¦n ha mejorado, por m¨¢s que su punter¨ªa sea inexistente, como en el Arsenal o el Bar?a. "Se juega su futuro", le dijo Gross al centrocampista cedido por el Bar?a. Los alemanes no tienen dinero para quedarselo, as¨ª que el Bar?a no sabe que har¨¢ con ¨¦l, que vive en tierra de nadie. Como el Stuttgart, noveno en la Bundesliga y a ocho puntos de Europa. Todo, gracias a Gross que el a?o pasado ya se enfrent¨® a Guardiola con el Basiela. En Suiza gole¨® el Bar?a (0-5); en el Camp Nou, con todo el pescado vendido, hubo empate (1-1).