Un milagro empresarial en la vitrina
Vigo expone piezas hist¨®ricas del grupo de empresas de cer¨¢mica ?lvarez
"Nosotros somos una colmena y en la colmena no se admiten z¨¢nganos", arengaba Mois¨¦s ?lvarez O'Farril a sus trabajadores por megafon¨ªa. Hijo del emigrante orensano Manuel ?lvarez y nacido en la regi¨®n de Santa Clara (Cuba) en 1904, gobern¨® el Grupo de Empresas ?lvarez (Gea) desde 1941 y hasta su muerte, en 1975. Bajo su tim¨®n, los talleres de decoraci¨®n de porcelana fundados por su padre en el barrio vigu¨¦s de Casablanca en 1927 se convirtieron en todo un complejo industrial cer¨¢mico en la parroquia de Cabral con expansiones dentro y fuera de Galicia, 36 puntos de venta en toda Espa?a y clientes en el extranjero. La estructura lleg¨® a tener nueve divisiones: Santa Clara (porcelana), Casablanca y Vanosa (vidrio), Royal China, Moahsa, Pontesa e Ibero-Tanagra (loza), Manesa (refractarios) y Cromolito (calcoman¨ªas cer¨¢micas); todas en Vigo excepto Pontesa en Soutomaior e Ibero-Tanagra, en Santander.
"Algunas pinturas tienen seis meses de trabajo", explica la comisaria
Los talleres fundados en 1927 se convirtieron en todo un complejo
El colmenar trajo el sonido de las sirenas que marcaban los turnos de trabajo, pero tambi¨¦n un economato, escuelas, centro m¨¦dico y pisos; de modo que aquel enclave rural se convirti¨® en obrero para domiciliar a uno de los mayores conglomerados empresariales de Espa?a. Estos d¨ªas, una exposici¨®n organizada por la Concellar¨ªa de Patrimonio Hist¨®rico en la Casa das Artes de Vigo busca reconciliar a la ciudad con aquel milagro empresarial a trav¨¦s de algunas de las piezas emblem¨¢ticas salidas de los hornos de Cabral, siempre a punto con la incorporaci¨®n de las novedades tecnol¨®gicas. Las 90 piezas originales expuestas, escogidas de entre las 400 que los ex trabajadores de Gea legaron al Ayuntamiento en 2003, diversas fotograf¨ªas y un documental permiten recorrer el trabajo cer¨¢mico desde el molde hasta la decoraci¨®n a mano con reproducciones pict¨®ricas de grandes cl¨¢sicos europeos o delicadas estampas orientales en sinton¨ªa con los estilos decorativos del momento.
"Algunas pinturas tienen seis meses de trabajo", explica la comisaria de la exposici¨®n Xoias da colecci¨®n ?lvarez. Esplendor cer¨¢mico de Vigo, Beatriz Liz, quien considera que el valor patrimonial e hist¨®rico de los objetos es incalculable. ?lvarez produjo la copa de porcelana de estilo rococ¨® con la que Eva Per¨®n fue agasajada en Vigo en 1947 y la vajilla de la boda de la Infanta Elena en 1995, en cobalto y oro. Y tambi¨¦n millones de platos y tazas para mesas de toda condici¨®n econ¨®mica. Cont¨® con artistas invitados, como Mariano Benlliure, que firmaron piezas de autor, pero el verdadero potencial creativo del grupo residi¨® en el equipo de decoradores tutelados por el recientemente fallecido Jos¨¦ Fuentes, encargado de moldear el talento de aquellas personas habilidosas pero en su mayor¨ªa sin formaci¨®n art¨ªstica que Mois¨¦s ?lvarez contrataba como obreros, mientras que los puestos de mando estaban en manos de personal altamente cualificado.
"Como hijo de emigrante, mi padre nunca perdi¨® de vista la angustia de la separaci¨®n y las eternas ansias de volver de quien vive en la di¨¢spora; el sentimiento de evitar a los dem¨¢s ese destino fatal presidi¨® su conducta", recuerda otro Mois¨¦s ?lvarez, Sito, hijo y nieto de los fundadores. Las f¨¢bricas y los establecimientos comerciales del grupo emplearon a cerca de 6.000 personas a lo largo de su historia. "Don Mois¨¦s mimaba mucho el producto y su comercializaci¨®n, para ¨¦l era fundamental la asistencia a ferias industriales", indica Manuel Mart¨ªnez Mallo, quien ejerci¨® varios puestos en Gea, desde jefe de personal hasta subdirector, y mano derecha de ?lvarez O'Farril: "Su figura puede ser considerada ciertamente paternalista, pero sobre todo fue un creador y una gran persona".
El fallecimiento de Mois¨¦s ?lvarez O'Farril, quien se afan¨® en explotar todos los recursos econ¨®micos que la dictadura pon¨ªa al alcance de las empresas para alimentar el crecimiento de las suyas, coincidi¨® con un cambio de ¨¦poca, de mentalidad empresarial y de organizaci¨®n del trabajo. La edad de oro se fue desvaneciendo en un vericueto de reprivatizaciones, deudas y juicios y, aunque la factor¨ªa de Cabral continu¨® funcionando hasta 2001 y marcas como Santa Clara siguen comercializ¨¢ndose, el auge fabril fue irrepetible.
Los recuerdos, muy felices para muchos, est¨¢n empa?ados de amargura para casi todos los que, alguna vez, tuvieron que ver con ?lvarez. Descendientes y trabajadores que sienten una mezcla de tristeza y emoci¨®n cuando contemplan lo que queda de la colmena de Cabral: un pu?ado de ruinas sometidas primero al saqueo y despu¨¦s al olvido. Ahora el fruto de su trabajo est¨¢ expuesto con todos los honores. "Es un gran orgullo", reconoce Loli, trabajadora de Gea durante 30 a?os. "Yo siempre digo que necesitamos subir nuestra autoestima como ciudad", manifest¨® el teniente alcalde vigu¨¦s, el nacionalista Santiago Dom¨ªnguez, en la apertura de la muestra, abierta al p¨²blico hasta el 18 de abril.
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