Las buenas maneras y RTVE
Durante la gala televisiva del lunes en que iba a decidirse qui¨¦n representar¨ªa a Espa?a en Eurovisi¨®n, y que gan¨® Daniel Diges, fue otro de los candidatos el que tuvo mayor protagonismo. Su nombre: John Cobra. Su canci¨®n: Carol. Su estilo: llam¨¦mosle rap, para simplificar. Su aspecto: corte de pelo al cero, algunos tatuajes, traje negro, camiseta. Sus padrinos: la web Forocoches, que lo apoy¨® en las votaciones por Internet que lo llevaron a la final. Sus antecedentes policiales: dos a?os y tres meses en la c¨¢rcel por dar una paliza a dos personas que quisieron robarle, seg¨²n su propia versi¨®n. Sus antecedentes art¨ªsticos: af¨¢n de triunfar sea como sea (mont¨® un esc¨¢ndalo como Mario Vaquero, su nombre real, en el programa televisivo El diario de Patricia a prop¨®sito de los celos de su novia; volc¨® un sinf¨ªn de v¨ªdeos violentos en YouTube, que le dieron popularidad; busc¨® la provocaci¨®n al promocionar una canci¨®n anterior, que fue vetada por RTVE).
Con esas referencias sali¨® a escena, se movi¨® y fue diciendo su canci¨®n, y termin¨® besando de manera estruendosa a una jovencita que seguramente representaba a Carol. Fue abucheado. Y respondi¨® de manera poco deportiva, llevando su mano a la zona de la entrepierna para realizar algunos gestos obscenos. Y dijo: "?Comedme la polla!".
Es rigurosamente necesario dar todos estos detalles para trasladar a quien no vio la gala el contenido exacto de la participaci¨®n de John Cobra. Nunca ocult¨® sus credenciales, y la televisi¨®n p¨²blica termin¨® por ofrecerle, seguramente por las reglas de juego que se utilizan para elegir a los concursantes, un espacio privilegiado para que hiciera una detallada exhibici¨®n de sus buenas maneras.
Con la llegada de Chikilicuatre, lo que hasta entonces era previsible en Eurovisi¨®n dej¨® de serlo, y se sent¨® un mal precedente. Fue un producto prefabricado, discutible, que respond¨ªa al af¨¢n de dinamitar un concurso que empezaba a quedarse embalsamado en formas caducas. Lo de John Cobra es otra cosa. ?l lo explic¨® as¨ª: "El que me quiera, me querr¨¢ como soy. Y el que no, que le den por culo". Nada de iron¨ªa, la simple exaltaci¨®n de lo m¨¢s zafio. Muy propia, para qu¨¦ enga?arse, de los tiempos que corren: soeces, burdos, simplones.
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