Una sala para Menchu Gal
Ir¨²n abre un espacio dedicado a una pintora adelantada a su tiempo - Se ubica en el Museo de Pintores del Bidasoa
"Me dijo una monja que me dedicara a otra cosa, pero... soy una rebelde", ironizaba la pintora Menchu Gal (Ir¨²n, 1918-2008) en una entrevista publicada tres a?os antes de fallecer. Entonces ya conoc¨ªa la artista que el Ayuntamiento de su localidad natal pondr¨ªa su nombre al futuro Museo de Pintores del Bidasoa y que reservar¨ªa una sala a su obra.
El nuevo espacio expositivo abri¨® sus puertas hace un mes en plena parte vieja irunesa, concretamente en la planta baja del antiguo Hospital Sancho de Urdanibia, uno de los pocos palacios de la localidad que sobrevivi¨® a la guerra civil.
Con 200 metros cuadrados de superficie, en las paredes de la sala lucen 30 cuadros de los 37 que el consistorio adquiri¨® de esta artista. "Las obras son muy buenas. Es la parte m¨¢s representativa de lo que Menchu guardaba", comenta Luis Gal, sobrino de la artista.
Treinta bodegones, paisajes y retratos muestran su evoluci¨®n art¨ªstica
La exposici¨®n, abierta viernes y s¨¢bado por la tarde y domingo por la ma?ana, muestra algunos de los momentos m¨¢s importantes de su trayectoria art¨ªstica, en la que fue decisivo su paso por Par¨ªs, cuando todav¨ªa no hab¨ªa cumplido los 15 a?os. All¨ª descubri¨® el cubismo y el fauvismo que luego impregnaron algunos de los trabajos que hoy se pueden ver en la localidad fronteriza.
Gal fue una mujer adelantada a su tiempo. Durante su estancia en Madrid particip¨® en la renovaci¨®n de la pintura de la posguerra y en 1959 se convirti¨® en la primera reconocida con el Premio Nacional de Pintura.
Los retratos, los bodegones y, sobre todo, los paisajes naturales, fueron sus motivos predilectos, tal y como refleja la muestra, en la que el p¨²blico tambi¨¦n puede ver objetos personales. Desde galardones hasta fotos en las que aparece junto a artistas de la talla de T¨¤pies, Mir¨® o Chillida.
La exposici¨®n comienza en los a?os 30 con obras destacadas como Los paisajes de Tardets (1938) y concluye en los 90 con Nocturno de Bidasoa, entre otros ¨®leos de esa etapa. E incluye los asuntos recurrentes en la trayectoria de Gal: los paisajes de las vi?as de Remelluri en La Rioja Alavesa -donde pasaba una semana al a?o por la amistad que le un¨ªa con sus propietarios-, los campos verdes del Baztan y los escenarios naturales de la comarca del Bidasoa-Txingudi. Y entre tal plantel, sorpresas como el retrato de la escritora Carmen Laforet (1948).
El consistorio rotar¨¢ peri¨®dicamente los cuadros con fondos propios y, en la medida en que prosperen las conversaciones que mantiene en la actualidad, con los que poseen otras instituciones y que podr¨ªan llegar a ceder, seg¨²n explica el concejal de Cultura, Fernando San Mart¨ªn. Asimismo, se organizar¨¢n conferencias y actividades dirigidas a los estudiantes. Pr¨®ximamente, se colocar¨¢ junto a cada obra un texto explicativo.
De esta manera se cumplir¨¢ el deseo de Menchu Gal. "Esta sala es lo que Menchu quer¨ªa y nos hace mucha ilusi¨®n", asegura la familia. "Los ¨²ltimos a?os de su vida ten¨ªa la ambici¨®n de que una parte de su obra se quedara en Ir¨²n", a?ade su sobrino, que s¨®lo ve una pega a la muestra. "Hay mucho cuadro para poca sala".
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