El refugio de Maria y Josep
Las v¨ªctimas del doble crimen del Eixample pasaron la vida entre las paredes del bar Joan - La mujer prepar¨® durante a?os los men¨²s y su hijo apenas ve¨ªa
Quienes la hab¨ªan visto en los ¨²ltimos d¨ªas recuerdan una Maria Carles fr¨¢gil y vulnerable, pero a sus 85 a?os no hab¨ªa perdido un ¨¢pice de la coqueter¨ªa de la que siempre hab¨ªa hecho gala. "Toda la vida fue muy presumida. Segu¨ªa pint¨¢ndose los labios al salir de casa y le encantaba peinarse", explica la mujer que la cuidaba a diario desde hace dos a?os y que prefiere no dar su nombre. Maria tampoco hab¨ªa dejado de ocuparse del bar Joan, el mismo que hab¨ªa abierto su suegro hace 60 a?os en plena Diagonal y en el que unos asaltantes la mataron a golpes junto a su hijo, Josep Foix, de 55 a?os, el lunes por la noche.
La cuidadora iba a buscar a Maria todas las ma?anas a las diez y sacaban a pasear a Ronald, el perro yorkshire de la familia. Caminaban hasta el paseo de Sant Joan y all¨ª se sentaban a tomar el sol. "Yo la hac¨ªa re¨ªr y ella me contaba sus recuerdos de la guerra, lo mal que lo pas¨® toda su familia. Estaba d¨¦bil, pero ten¨ªa la cabeza muy bien amueblada", recuerda.
Los vecinos se sienten inseguros por las vallas de las obras del AVE
Los que conocen a la familia coinciden al se?alar la devoci¨®n que sent¨ªan Josep y su hermana Angelines por su madre, con quien viv¨ªan en un piso en la avenida Diagonal, a pocos metros del bar, situado en la calle de Proven?a, esquina con la calle del Bruc. "La cuidaban mucho. Sobre todo Angelines, que era quien llevaba el peso del negocio y de la casa, porque Josep apenas ve¨ªa", explica Maribel, vecina del mismo rellano.
Josep ten¨ªa problemas de visi¨®n desde muy peque?o. Carles Larrubia, propietario del vecino bar Jofama, que estudi¨® con ¨¦l en la escuela, recuerda que era un ni?o introvertido por culpa de esa afectaci¨®n. "Estaba casi ciego y eso le hac¨ªa estar cohibido". En el bar de la familia, en cambio, se sent¨ªa seguro. Ya de peque?o, ayudaba a su padre, Joan, y se conoc¨ªa a la perfecci¨®n todos los rincones del modesto local.
La polic¨ªa sigue recogiendo pruebas para aclarar las causas de un crimen que nadie puede explicarse. Aunque el robo sigue siendo una de las principales hip¨®tesis, los mismos investigadores est¨¢n sorprendidos por la violencia del crimen. Ambos fallecieron con el cr¨¢neo fracturado por los golpes. Lo que, por ahora dan por sentado los agentes, a juzgar por los primeros indicios del escenario del crimen y las pistas recogidas en el bar, es que el doble homicidio no lo cometi¨® una sola persona, sino varias.
"?Robar para qu¨¦? Era un bar sencillo, de barrio. Como mucho habr¨¢n sacado 1.000 euros", explica Jorge Figarola, contable de la cl¨ªnica que hay junto al bar, donde iba a diario. "Con Josep, que era muy cul¨¦, habl¨¢bamos del Bar?a y de si arriesgarse o no en la quiniela". Maria Carles pasaba las tardes en el bar. Se sentaba en una mesa a charlar con los clientes hasta la hora de cerrar. A veces, se pon¨ªa la bata para no mancharse y echaba una mano en la cocina, donde a?os atr¨¢s preparaba men¨²s. A las ocho bajaban la persiana, hac¨ªan caja e iban a casa, donde Angelines les ten¨ªa la cena preparada. Los fines de semana cerraban para ir a Cubelles, donde ten¨ªan un apartamento.
Gabriela ya supera la veintena, pero hasta "hace nada" Josep, que era su padrino, segu¨ªa regal¨¢ndole la mona de Pascua. "Era muy buena persona", dice esbozando una sonrisa entre las l¨¢grimas. Josep hab¨ªa sido el padrino de la boda de sus padres y cuando ella naci¨® quisieron que fuera su ahijada. "Tengo muy buenos recuerdos pero va a ser dif¨ªcil poder olvidar este final".
El doble crimen ha conmocionado a los vecinos y comerciantes del barrio y ha acrecentado una sensaci¨®n de temor que ya experimentaban en los ¨²ltimos meses. Las obras del AVE que se est¨¢n realizando justo enfrente del bar Joan han hecho crecer la inseguridad que ya sent¨ªan por dejar la zona aislada. "En este barrio, que antes era tranquilo, ha habido muchos atracos ¨²ltimamente", explica Maribel, la vecina. Angelines pidi¨® expresamente a los trabajadores de las obras que quitaran las lonas porque limitaban la visibilidad "pero no le hicieron caso y mira lo que ha pasado".
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