"La sentencia pondr¨ªa toda la Red en suspenso"

Google apelar¨¢ la condena del juez italiano Oscar Magi a tres empleados de la empresa por no impedir que un v¨ªdeo de abusos a un menor aquejado de autismo se alojara en sus servidores. La compa?¨ªa ha iniciado una campa?a para demostrar que lo que el juez ataca no es a Google como empresa, sino el mismo modelo que sustenta a casi la totalidad de los proveedores de servicios interactivos online.

Pregunta. ?Qu¨¦ consecuencias podr¨ªa tener la condena del juez italiano?

Respuesta. Si empresas como Google, Facebook, o cualquiera que ofrezca al usuario de Internet la opci¨®n de colgar sus contenidos, fueran consideradas responsables de ese mismo contenido, de cada entrada de blog, de cada clip de v¨ªdeo, de cada anuncio colgado en la Red, Internet, como lo conocemos, dejar¨ªa de existir.

"El juez nos pide que seamos la polic¨ªa de Internet. Pero es inviable"

P. ?A qu¨¦ servicios afectar¨ªa?

R. Si una decisi¨®n como la de esa sentencia aislada fuera la norma, se acabar¨ªa Blogger, se acabar¨ªa YouTube, y me atrevo a decir que incluso quedar¨ªa en duda la viabilidad de los buscadores, ya que todos los ¨ªndices deber¨ªan ser aprobados para asegurar que todas y cada una de las p¨¢ginas cumplen con la legislaci¨®n vigente en cada pa¨ªs. Si ¨¦se es el mundo que quiere el juez, no es un sitio en el que yo quiera vivir.

P. La sentencia afectar¨ªa, sobre todo, a un servicio tan popular como YouTube...

R. Seg¨²n nuestros c¨¢lculos, cada minuto se suben 20 horas de v¨ªdeo a YouTube. Si tuvi¨¦ramos que inspeccionar y aprobar cada v¨ªdeo antes de permitir su publicaci¨®n, ¨¦se ser¨ªa el final de YouTube como un servicio online. Los costes de hacer algo semejante ser¨ªan inmensamente mayores que los beneficios econ¨®micos de la empresa. Y habr¨ªa costes para los usuarios tambi¨¦n. Por poner un ejemplo, si alguien tiene un hijo hoy y graba un v¨ªdeo de ¨¦l, ese v¨ªdeo saldr¨ªa publicado en unos 18 a?os. Ese supuesto pondr¨ªa todo Internet en suspenso.

P. ?Ese veredicto es posible en otros pa¨ªses?

R. Creemos que el veredicto es incre¨ªble, y que de hecho vio-la las directivas de comercio electr¨®nico de la Uni¨®n Europea, que ofrecen, como Estados Unidos, una salvaguarda a aquellas empresas que se limitan a permitir a sus usuarios la difusi¨®n de contenidos. Esas normativas son las que protegen la libertad en Internet, que evitan que los jueces consideren responsables civiles o criminales a las empresas distribuidoras de contenidos generados y emitidos por otras personas.

P. Parece que el juez les exige que controlen todos los contenidos que pasan por sus servidores...

R. Creemos que el juez no entiende realmente c¨®mo funciona Internet. Es muy preocupante, y no s¨®lo nos preocupa a los empleados de Google, sino a muchas otras empresas de Internet. El juez nos pide que seamos la polic¨ªa de Internet, que aprobemos o rechacemos todo el contenido, que decidamos qu¨¦ tipo de discursos aprobamos y cu¨¢les no. Es algo inviable. No es el papel de Google.

P. ?Qu¨¦ medidas van a tomar?

R. Vamos a apelar y vamos a explicar nuestros argumentos con mucha fuerza. Hay tres personas inocentes, empleadas por Google, que jam¨¢s vieron ese v¨ªdeo, que desconoc¨ªan su existencia, hasta que comenz¨® este juicio. Cuando la polic¨ªa notific¨® a la empresa de su existencia fue retirado inmediatamente. Aun as¨ª, estas tres personas han sido arrastradas a un proceso dificultoso y, seg¨²n consideramos en Google, injusto.