Despedida una madre por pedir reducci¨®n de jornada

Era la ¨²nica mujer conductora en una empresa de hombres y su maternidad acab¨® en despido. N¨¦lida Pisco Su¨¢rez tiene 35 a?os y una hija de diez meses. Desde el 2006 cubr¨ªa las rutas de colegios e institutos de la compa?¨ªa Autobuses Calo, -Hedegasa, SL- en los concellos de Teo y Ames. El pasado lunes, el due?o de la firma le entreg¨® la carta de despido.

"Todo iba bien hasta que fui madre" lamenta. En su bus, pase¨® a las autoridades de la Xunta durante la presentaci¨®n del Plan Metropolitano de Transporte y cuenta que se sent¨ªa "querida" y respaldada por sus compa?eros.

Tras un aborto y un embarazo de riesgo, en 2009 naci¨® su ¨²nica hija, prematura y al¨¦rgica a una prote¨ªna l¨¢ctea. Los m¨¦dicos le recomendaron que la amamantara de forma natural. Para alimentarla, N¨¦lida solicit¨® la reducci¨®n de jornada, las horas de lactancia y las vacaciones pendientes. La empresa se neg¨®. Desde la CIG explican que trataron de presionarla para que se marchara con la promesa de volver a contratarla m¨¢s adelante, pero ella rehus¨® dejar su puesto. As¨ª empez¨® su calvario.

La empresa sostiene que el problema son las exigencias horarias

Acudi¨® a los tribunales compostelanos para hacer valer su derecho a la conciliaci¨®n de la vida laboral y familiar, y en noviembre, una juez le concedi¨® la reducci¨®n horaria: 35 horas semanales de lunes a viernes en el turno de ma?ana. A principios de diciembre se reincorpor¨® al trabajo por mandato judicial, pero no le asignaron ninguna ruta y le toc¨® lavar un bus. La direcci¨®n la dej¨® fuera del cuadrante de turnos, la expuls¨® de la sala de conductores y tampoco le permitieron quedarse en el interior de la nave de Teo. En los d¨ªas m¨¢s fr¨ªos de enero, N¨¦lida Pisco pas¨® las siete horas de su jornada sentada en su coche particular delante de las oficinas "sin nada que hacer".

La CIG acudi¨® a los medios y se present¨® la Inspecci¨®n de Trabajo. La direcci¨®n reaccion¨® asign¨¢ndole dos viajes de 45 minutos al d¨ªa aunque, seg¨²n la propia sentencia, existen rutas que se adaptan a las necesidades horarias de la conductora "sin perjuicio" para la empresa y sus trabajadores.

El pasado lunes, el propietario le entreg¨® una carta de despido que N¨¦lida no esperaba despu¨¦s de casi cuatro a?os en la firma. Fuentes de la empresa sostienen que el problema no fue la maternidad sino las exigencias horarias y replican que hay otras 60 mujeres trabajando en Hedegasa en las oficinas que el grupo tiene en Madrid y Portugal.

Ignacio Pav¨®n, de la ejecutiva de la Federaci¨®n de Transportes de la CIG, considera que en este caso confluye "discriminaci¨®n, presiones y amenazas" e incluso "falsas denuncias" contra el marido de la conductora despedida y se?ala que "esto ocurre en una empresa subcontratada por la Xunta".