Louriz¨¢n vuelve a las barricadas

Por la celulosa (ENCE), por el ferrocarril que circula a los pies de la iglesia y pisa la plaza m¨¢s c¨¦ntrica de la parroquia, por los rellenos ilegales del Puerto de Mar¨ªn, por la depuradora, por el cruceiro de Estribela que hoy luce en el casco hist¨®rico de la capital... Son 50 a?os de lucha en una parroquia que se pertrecha de nuevo para afrontar el incierto futuro que les deja en la puerta el Plan de Ordenaci¨®n do Litoral (POL). Incierto porque mientras el conselleiro responsable, Agust¨ªn Hern¨¢ndez, garantiza la protecci¨®n de las casas, desde el gobierno local alertan de que la planificaci¨®n del suelo podr¨ªa borrar del mapa unas 50 viviendas pr¨®ximas a la pastera. A pie de parroquia no saben hacia d¨®nde mirar, las viejas heridas no han cicatrizado y a¨²n se palpa el resentimiento.

Augusto Fontam lleva 30 a?os viviendo en Louriz¨¢n, puerta con puerta con ENCE. Desayuna cada d¨ªa a 50 metros "de la troceadora de s¨®lidos, que dicen que es una depuradora, y es insoportable", lo que no quita que algunas casas como la de este vecino coticen al Estado como zona ajardinada.

Y a los malos olores y los ruidos se suman en verano "millones de mosquitos". La parroquia, una de las m¨¢s grandes de la capital, "est¨¢ sobrecargada de agresiones: metieron la depuradora, lo del ferrocarril, que a¨²n hoy no pagaron los terrenos ni hicieron actas de expropiaci¨®n, celulosas... Han destruido toda la costa desde Mar¨ªn a Pontevedra, aqu¨ª la vida estaba volcada al mar y la destruyeron", lamenta Fontam. Lo del POL es para ellos "otra agresi¨®n m¨¢s que no vamos a consentir: se crear¨¢ otra plataforma, habr¨¢ otra vez enfrentamientos, se meter¨¢n multas a la gente e ir¨¢ detenida" pero de brazos cruzados no van a estar.

Los viejos rebeldes ceden el testigo a las nuevas generaciones que aspiran a recuperar los encantos de una parroquia que est¨¢ asediada y que reconoce sentirse traicionada por las autoridades. El historiador Lukas Santiago est¨¢ en plena promoci¨®n de una serie de documentales que recogen el testimonio en primera persona de los m¨¢s viejos del lugar. Vecinos que dan fe de otra ¨¦poca en la que el top¨®nimo local de Praceres respond¨ªa perfectamente a su nombre, cuando la playa que hoy oculta ENCE era la m¨¢s productiva de Galicia. "Unos por conciencia pol¨ªtica, otros porque les afecta directamente y otros porque superaron ese v¨ªnculo del cu?ado o el hermano que trabajaba en la fabrica", lo cierto, dice Fontam, es que algo se mueve en Louriz¨¢n.

El da?o a esta parroquia ha hecho descre¨ªdos a los vecinos, que ya ni conf¨ªan en que el a?o 2018 sea el ¨²ltimo que permanezca ENCE a orillas del L¨¦rez. Quiz¨¢s esa falta de fe hizo germinar un partido pol¨ªtico propio bajo las siglas de Iniciativa Ciudadana Os Praceres, am¨¦n de multitud de plataformas vecinales y culturales como la que representa Fontam, A Pedra Floxam. Desde aqu¨ª se reivindica la recuperaci¨®n de todo el entorno natural, rechazan la propuesta municipal de crear un ¨¢rea de esparcimiento donde hoy se asienta la pastera y piden que la retirada de los rellenos la financien ENCE y el Estado. Pese a todos estos focos de debate, el atrio de la iglesia, arruinado por la v¨ªa del ferrocarril que carga los contenedores del Puerto de Mar¨ªn, sigue siendo el tamiz social de una parroquia que esconde sepultados, en nombre del progreso, aut¨¦nticos tesoros arqueol¨®gicos y naturales.