Plaza Mayor estoica
La Casa de la Carnicer¨ªa, en la plaza Mayor, se va a convertir en un gran hotel. Todo depende de que Esperanza Aguirre d¨¦ el visto bueno a la propuesta del Ayuntamiento, lo cual es imprevisible, dada la distinta manera que tienen de ver las cosas el alcalde y la presidenta. A la plaza Mayor le da lo mismo, porque es absolutamente estoica y ha visto de todo desde que fue creada por Felipe III en 1619. Pero, sin duda, ser¨¢ un gran negocio porque el emplazamiento es soberbio. Alejandro Dumas dej¨® escrito que la plaza Mayor de Madrid es "el coliseo que tiene la b¨®veda m¨¢s bella y mejor pintada de cuantas he conocido". Esa b¨®veda es, por supuesto, el cielo de Madrid.
La ganader¨ªa, en la capital, tiene cierta propensi¨®n a la cultura. De hecho, el antiguo Matadero de Legazpi es ahora uno de los m¨¢s importantes centros de creaci¨®n contempor¨¢nea de Europa. Es de esperar que la antigua Casa de la Carnicer¨ªa se convierta en un gran hotel con empaque literario, hist¨®rico y cultural.
La plaza Mayor ha sido algo as¨ª como un espacio multiusos que ha tenido tambi¨¦n diferentes nombres. Se construy¨® sobre lo que se llamaba la plaza del Arrabal. Despu¨¦s fue conocida como Mayor, Real, de la Constituci¨®n, de la Rep¨²blica, de la Rep¨²blica Federal (1873). Pero todo el mundo la ha llamado siempre plaza Mayor. Hasta finales del XVIII se celebraban grandes festejos de la realeza, corridas de toros y ca?as, celebraciones religiosas de gala, ajusticiamientos, autos de fe de la Inquisici¨®n y numerosos motines y algaradas. All¨ª fue ahorcado en 1621 don Rodrigo Calder¨®n, marqu¨¦s de Siete Iglesias. El condenado acudi¨® al pat¨ªbulo con tal dignidad que ha quedado en el lenguaje popular con esta frase: "Tener m¨¢s orgullo que don Rodrigo en la horca". En la Casa de la Carnicer¨ªa ten¨ªa lugar el fin de los condenados a ser degollados. Lo dicho, la plaza Mayor es estoica.
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