El presidente Su¨¢rez quiere dirigir un centro unificado

A rengl¨®n seguido recordaba que, el mismo d¨ªa, EL PAIS hab¨ªa publicado un editorial argumentando la no conveniencia de la presentaci¨®n del se?or Su¨¢rez en las elecciones, ?editorial que ayer jueves fue reforzado con un art¨ªculo del director del mismo peri¨®dico, Juan Luis Cebri¨¢n, en la "misma l¨ªnea", a?ad¨ªa Logos, recordando adem¨¢s que el subdirector de EL PAIS, Dar¨ªo Valc¨¢rcel, es "persona de confianza y muy allegada al Conde de Motrico".Por su parte los se?ores Cebri¨¢n y Valc¨¢rcel han declarado que no militan en ning¨²n partido pol¨ªtico. Mantienen relaciones de amistad personal -a?adieron - con diversas personalidades de la vida pol¨ªtica espa?ola, en partidos franquistas, centristas y marxistas, y carecen de todo v¨ªnculo que pueda justificar la inopinada afirmaci¨®n de la agencia Logos.

En las ¨²ltimas 48 horas ha sido imposible establecer comunicaci¨®n directa con el se?or Areilza, quien, a trav¨¦s de su secretar¨ªa, ha reiterado el prop¨®sito de no hacer declaraciones, tras su decisi¨®n de abandonar el Partido Popular y no concurrir a las pr¨®ximas elecciones. Hemos tratado de conectar con medios pol¨ªticos allegados al conde de Motrico, que no han clarificado sustancialmente las dudas sobre su actitud y reciente decisi¨®n. Sin embargo, es posible establecer una interpretaci¨®n de los hechos, pues tanto el se?or Areilza como el se?or Cabanillas han reiterado en las ¨²ltimas semanas actitud p¨²blica en torno a las elecciones y a las condiciones que les har¨ªan v¨¢lidas para modelar el futuro pol¨ªtico espa?ol.

Areilza ha expuesto en el congreso del Partido Popular y ante el Centro Democr¨¢tico su punto de vista: al margen de que la operaci¨®n Centro cuente o no con la benevolencia del Gobierno, es necesario que se fortalezca por s¨ª misma buscando apoyo en la opini¨®n p¨²blica y no en el favor de algunos departamentos ministeriales. Es a los futuros electores los que hay que buscar, en actuaciones masivas y sistem¨¢ticas, para el apoyo popular y no la ventaja de una posici¨®n de salida.

Areliza, por las Cortes Constituyentes

En otras ocasiones el se?or Areilza ha sostenido la necesidad de poner fin r¨¢pidamente al proceso de transici¨®n pol¨ªtica, convirtiendo a las pr¨®ximas Cortes en Constituyentes, desde el primer d¨ªa: s¨®lo as¨ª se podr¨ªa aspirar a una Constituci¨®n democr¨¢tica cuyas l¨ªneas maestras fueran pactadas con todas las fuerzas pol¨ªticas que quisieran colaborar en una carta constitucional en la que tuvieran cabida todos los espa?oles sin excepci¨®n.

Despu¨¦s del per¨ªodo constituyente, de cuatro a seis meses, y tras someter a refer¨¦ndum la nueva Constituci¨®n, Espa?a podr¨ªa abordar las necesidades reales de la crisis general, y la Monarqu¨ªa se convertir¨ªa en constitucional, homologable a las siete existentes hoy en el Occidente europeo, siempre seg¨²n las declaraciones del se?or Areilza.

Esa operaci¨®n permitir¨ªa liquidar definitivamente las instituciones del franquismo que, seg¨²n las palabras de Areilza en sus recientes intervenciones de Ciudad Real y C¨¢ceres han sido el obst¨¢culo que ha retrasado la reforma pol¨ªtica desde la muerte de Franco, con grave riesgo para todo el proceso. Es notorio, seg¨²n el conde de Motrico, que hay poderosos sectores con un punto de vista distinto. Su aspiraci¨®n -se?al¨® Areliza a la revista Noticias- es prolongar todo lo posibie la subsistencia del franquismo institucional (y tambi¨¦n econ¨®mico y financiero) durante todo el tiempo posible.

S¨®lo unas elecciones constituyentes, llevadas a cabo con libertad plena y sin manipulaci¨®n -a?adi¨® Areilza en su intervenci¨®n en Avila, hace doce d¨ªas- podr¨ªan dar legitimidad a este proceso, para clarificar el confuso panorama permitido y hasta fomentado hoy, con m¨¢s de doscientas siglas. Que en definitiva podr¨ªan quedar reducidas a las cinco grandes formaciones conocidas: el franquismo, los sectores liberales y socialdem¨®cratas, la democracia cristiana, el socialismo y el comunismo.

Sin embargo, al parecer, los prop¨®sitos del Gobierno ser. de otra ¨ªndole, por entender que ser¨ªa m¨¢s conveniente crear una operaci¨®n centrista desde el poder, hacienido suya la iniciativa del Centro Democr¨¢tico. El sector gubernamental que propicia esta combinaci¨®n ofrecer¨ªa luego su liderazgo al presidente del Gobierno, se?or Su¨¢rez. Si el presidente aceptara la oferta, podr¨ªa hacerlo con una simple declaraci¨®n de identidad de prop¨®sitos con la Propuesta, o comple tar su aceptaci¨®n lanz¨¢ndose a las elecciones como cabeza de las listas electorales para el Congreso.

As¨ª, junto a los candidatos de los partidos del Centro Democr¨¢tico se incluir¨ªan numeros¨ªsimos elementos de procedencia diversa pero de fidelidad al se?or Su¨¢rez que completar¨ªan el espectro de candidaturas a.fin de poder acudir a todos ?os distritos.

Dada la premura de los plazos y de la campa?a electoral, toda la operaci¨®n, minuciosamente preparada, se desarrollar¨ªa a ritmo vertiginoso, produciendo reajustes de todos los partidos en liza.

La disparidad de criterios sobre la forma de encarar la operaci¨®n electoral y su sentido ¨²ltimo es la que -a la vista de sus ¨²ltimas intervenciones p¨²blicas- podr¨ªa haber justificado la actitud del se?or Areilza, quien despu¨¦s de su conversaci¨®n con el presldente Su¨¢rez decidi¨® abandonar la vicepresidencia del Partido Popular y su condici¨®n de militante del mismo. Se ha aclarado en c¨ªrculos del partido que ¨¦ste ha quedado en l¨ªbertad absoluta para tomar, en conciencia, la decisi¨®n oportuna sobre la f¨®rmula de presentaci¨®n a las pr¨®ximas elecciones. Al inhibirse de tomar parte en los pr¨®ximos comicios, y al guardar reserva en orden a lo ocurrido, el se?or Areilza parece optar por una retirada tajante de la escena inmediata.