El coste real del transporte

Las empresas del transporte se devanan los sesos para conseguir m¨¢s dinero. Las administraciones p¨²blicas aportan 60 c¨¦ntimos por cada 40 que paga el usuario en el billete. Hace apenas 10 a?os, el porcentaje era de 50-50. Y el desnivel amenaza con crecer. La puesta en funcionamiento de la l¨ªnea 9 del metro supondr¨¢ un incremento del 10% en los costes del transporte p¨²blico. Pero no ganar¨¢ ese mismo porcentaje de usuarios. El presidente de la EMT (Entidad Metropolitana del Transporte), Antoni Poveda, cree que la ganancia se har¨¢ a costa de pasajeros de otros transportes p¨²blicos, m¨¢s que a costa del coche.

Conseguir que la gente se pase del coche al transporte p¨²blico es la ¨²nica forma de nivelar las cuentas. No s¨®lo porque aumentar¨ªan los ingresos tarifarios, sino tambi¨¦n porque disminuir¨ªan los costes sociales, algo que no se valora cuando se hacen los n¨²meros del transporte p¨²blico. Pero un informe encargado por Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) a Germ¨¤ Bel y Daniel Albalate, de la Facultad de Econom¨ªa de la UB, se?ala que si se consiguiera que 50.000 conductores se pasaran al metro se producir¨ªa un ahorro social de 48,1 millones de euros anuales.

Los expertos consideran que el aumento de tarifas es inevitable

En Barcelona la gente se mueve a pie y en bicicleta (2,8 millones de personas diariamente), en transporte p¨²blico (2,5 millones) y en transporte privado (2,0 millones). El segundo bloque incluye quienes utilizan el metro, el autob¨²s y otros tipos de transporte. El tercero, los usuarios del coche privado, las motos y los transportistas en cami¨®n o furgoneta.

TMB trabaja hoy en dos frentes: uno, aumentar la velocidad media de los autobuses (11,7 kil¨®metros por hora); dos: incrementar el n¨²mero de usuarios del metro. Para lo primero cuenta con la futura Retbus, que ofrecer¨¢ l¨ªneas mucho m¨¢s r¨¢pidas; para lo segundo, con la ampliaci¨®n en las diversas l¨ªneas que se trabaja.

El an¨¢lisis hecho por Germ¨¤ Bel sostiene que el metro puede ganar 50.000 pasajeros diarios, procedentes del veh¨ªculo privado, sin un incremento notable de costes. En cambio, aumentar¨ªa notablemente los beneficios sociales. A saber: se dejar¨ªa de recorrer 590.173 kil¨®metros diarios, lo que supone un ahorro de 310.860 euros anuales, contando los costes de las emisiones de CO2. La disminuci¨®n de la accidentalidad supondr¨ªa, a su vez, un ahorro social de 5,17 millones de euros al a?o. Y las mejoras en los tiempos de recorrido del transporte de superficie har¨ªan que se produjera un ahorro social de 42,7 millones de euros. El informe contabiliza ¨²nicamente 11 meses, dado que en agosto todo el sistema sufre una variaci¨®n muy notable.

Para efectuar los c¨¢lculos, Bel ha supuesto que la disminuci¨®n del tr¨¢fico se produce de forma proporcional al existente. Es decir, en las horas punta resta 16.918 veh¨ªculos de las calles de Barcelona, mientras que en las horas valle elimina la presencia de 33.082. Total: 50.000 veh¨ªculos diarios. Esto produce un aumento de la velocidad media del resto del transporte de superficie, sin menoscabo para el servicio del metro. La velocidad comercial de los autobuses es de 1,7 kil¨®metros por hora, pero la velocidad media del usuario (a?adiendo el tiempo empleado para llegar a la parada de subida y de la parada de bajada al punto de destino) es s¨®lo de 7,1 kil¨®metros en hora punta, aunque sube hasta los ocho kil¨®metros en las horas de menor congesti¨®n de tr¨¢fico. En el metro ocurre algo muy distinto: la velocidad media del usuario en hora valle (10,6 kil¨®metros) es inferior a la de hora punta (10,7) debido a que en los momentos de mayor demanda la frecuencia de veh¨ªculos es tambi¨¦n mucho m¨¢s alta. En ambos casos, la media mejora con la disminuci¨®n de 50.000 coches en las calles.

En una jornada dedicada a la financiaci¨®n del transporte p¨²blico, los directivos de las principales empresas apuntaron el aumento de tarifas como una medida inevitable, pero no dejaron de se?alar que la verdadera soluci¨®n es una mejora del servicio que haga que los conductores cambien el coche por el metro, el autob¨²s o el tranv¨ªa. Y es que sin las inversiones (en estos momentos las obras en ejecuci¨®n en Catalu?a suman 12.800 millones de euros) el coste del servicio aumentar¨¢ inevitablemente. La otra soluci¨®n es el endeudamiento de las empresas p¨²blicas.