"Lo l¨®gico es que Telef¨®nica cobre de Google y nos pague a nosotros"
Qui¨¦n sabe si porque pide una tila a la hora del caf¨¦ de la ma?ana, pero Teddy Bautista (Las Palmas de Gran Canaria, 1943), presidente del Consejo de Direcci¨®n de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), habla con tranquilidad sobre los asuntos que le han convertido en uno de los personajes m¨¢s contestados del mundo de la cultura y, sobre todo, de Internet. Lleva meses guardando un prudente silencio. Meses en los que el Gobierno ha introducido por la puerta de atr¨¢s de la Ley de Econom¨ªa Sostenible (LES) una regulaci¨®n para perseguir las webs de descargas no autorizadas. Por si fuera poco, el proyecto estrella de la SGAE, la red de teatros ARTeria, parece toparse con m¨¢s dificultades; Competencia ha afeado la labor de la entidad por monopol¨ªstica; y algunos trabajadores se organizan para lograr la readmisi¨®n de varios despedidos.
"Veremos si cortar el bombardeo de p¨¢ginas ilegales es suficiente"
"Se atacan m¨¢s derechos cuando te piden el DNI que regulando Internet"
"Como dicen en la junta, la SGAE no tiene mala prensa, sino prensa mala"
"ARTeria no es una megaloman¨ªa, tiene una l¨®gica financiera"
Desde la ventana de su despacho en el palacio de Longoria se ven pancartas colocadas por empleados cada ma?ana para exigir la dimisi¨®n de Bautista, al que echan en cara su elevada pensi¨®n. Mientras, ¨¦l desgrana un nuevo y tranquilizador escenario. Unas declaraciones de C¨¦sar Alierta, presidente de Telef¨®nica, en las que exig¨ªa a Google un pago por usar la red de acceso a Internet, parecen dar la raz¨®n a una antigua exigencia de Bautista, que halla de pronto extra?os compa?eros de cama en los operadores, esos viejos enemigos.
Pregunta. El Gobierno por fin ha movido ficha con la llamada ley antidescargas. ?Es suficiente para la SGAE?
Respuesta. Es el final de un proceso de negociaciones. El Gobierno ha dado con una f¨®rmula razonable para todas las partes. Habr¨¢ consenso pol¨ªtico; adem¨¢s es necesario un consenso social. Tendremos que ver si cortando el bombardeo de p¨¢ginas ilegales es suficiente o hay que ir m¨¢s all¨¢.
P. ?Le satisface que sea una Comisi¨®n la encargada de tramitar las denuncias y la Audiencia Nacional, de decidir?
R. La disposici¨®n de la LES es una forma m¨¢s inteligente que pol¨ªtica de buscar consenso. Se ha cambiado la propuesta original de una medida administrativa pero tampoco se traslada al circuito judicial ordinario, tan lento, sino que se ha buscado un t¨¦rmino intermedio. La SGAE ha apostado por esta f¨®rmula. Ning¨²n modelo puede estar basado en la infracci¨®n. Si hay un bombardeo sist¨¦mico de productos que son gratis, como dice la leyenda urbana -aunque no sea as¨ª porque se paga por el ADSL y por otras cosas-, no habr¨¢ nunca un verda-dero juego de oferta y demanda.
P. La Comisi¨®n Nacional de la Competencia les acusa de monopolio y de cobrar tarifas caras.
R. El presidente de un organismo como la CNC debe tomar una cierta equidistancia. El informe adolece de dos defectos. Nos critica pero, ?comparados con qui¨¦n? Tenemos una de las tarifas m¨¢s bajas de Europa. Es curioso que los peluqueros se quejen por pagar seis euros al mes, cuando en Francia pagan cuarenta y tantos... Y el otro grave error es que no recojan que la SGAE lleva a?os implementando medidas que se recomiendan en el informe. ?Qu¨¦ SGAE ha estudiado?
P. Hay un clamor, al que se une el Consejo Fiscal, en contra de igualar los derechos de autor a los derechos fundamentales...
R. Lo son porque est¨¢n en el Art¨ªculo 27 de la Carta de los Derechos Humanos.
P. ?Insin¨²a que el Consejo no sabe de lo que habla?
R. S¨ª, cuando habla de lo suyo. El hecho de que el P2P haya establecido una ionosfera fuera de control no significa que todos los objetos digitales est¨¦n fuera de control. Cuando se entra a regular eso, no se ataca ning¨²n derecho fundamental. Se atacan m¨¢s cuando te piden el carnet para entrar en un ministerio o un esc¨¢ner te desnuda en un aeropuerto. La privacidad y el anonimato est¨¢n cayendo. Y el control de Internet es inevitable.
P. Los operadores, sus viejos antagonistas, dicen ahora que quieren cobrarle a Google...
R. Lo que se ha atrevido a decir Alierta es la clave. Google desarrolla todo su entramado usando la l¨ªnea telef¨®nica, y no paga nada. Y lo mismo le ocurre a las operadoras con la industria de contenidos, que generan un negocio de consumo de ADSL y de ancho de banda. Lo l¨®gico ser¨ªa que Google pagara a las operadoras por usar su red y ¨¦stas, a su vez, nos pagaran a nosotros. Ser¨ªa un modelo de negocio estable y sostenible.
P. ?Es ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde una ministra favorable?
R. En el Ministerio de Cultura hay una labor de continuidad y un hilo conductor entre la Administraci¨®n del PP y la de ahora. Gonz¨¢lez-Sinde ha hecho un esfuerzo, con todo en contra, por buscar un consenso y no por beneficiar a los autores.
P. ?Y el PP? ?Qu¨¦ opina de que sea prointernauta y anti-SGAE?
R. Esa visi¨®n es muy simplista. El PP sabe que para gestionar un pa¨ªs y tener proyecci¨®n internacional se necesita una industria cultural fuerte. Pero en lo ¨²nico que fallan es que han incluido el debate de los derechos de autor en el conflicto partidista. Lo mejor ser¨ªa que se excluyera de la agenda pol¨ªtica preelectoral. ?ste es un tema de inter¨¦s de Estado.
P. Es com¨²n la impresi¨®n de que la SGAE tiene una voracidad recaudatoria sin l¨ªmite.
R. El ciudadano deber¨ªa ponernos como ejemplo de cumplidores de las leyes. Hay leyes que son antip¨¢ticas, y que se tienen que reformar, pero ¨¦se es el rol del legislador, no el nuestro. A nosotros nos colocan aqu¨ª con una licencia del Ministerio de Cultura para operar, y que si ma?ana quiere nos la puede quitar. Estamos cumpliendo las leyes, nada m¨¢s. Esa voracidad es irreal. Nosotros queremos que nuestros usuarios tengan ¨¦xito, porque en funci¨®n de ese ¨¦xito nos pagan los derechos. Se gastan r¨ªos de tinta en decir que le cobramos a un Ayuntamiento 11.000 euros, pero nadie critica que se gasten decenas de miles de euros en contratar artistas y alimentar el star system.
P. ?Por qu¨¦ la SGAE tiene peor prensa que el c¨¢ncer?
R. La pregunta del mill¨®n. Como dec¨ªa un miembro de la junta directiva, la SGAE no tiene mala prensa, sino prensa mala.
P. ?Tiene madera de pimpampum?
R. Lo que no mata engorda. Las cr¨ªticas infundadas me dan combustible.
P. ?Se siente contestado internamente en la organizaci¨®n? Lleva casi 15 a?os en el cargo.
R. En la ¨²ltima junta directiva de octubre pasado, yo estaba inmerso en una inmensa pol¨¦mica. As¨ª que les dije: miren, hay un trabajo tremendo por hacer y tiene que hacerlo alguien que no est¨¦ cuestionado. Me fui de la reuni¨®n y al cabo de una hora me llamaron y me dijeron que la junta, con s¨®lo dos abstenciones de 38 votos, hab¨ªa decidido darme su confianza. Hay cr¨ªticas. Me siento con fuerzas para seguir. Pero me pueden echar en cualquier momento. Y la SGAE es una sociedad muy democr¨¢tica. Aqu¨ª las listas son abiertas. Tengo un compromiso con los socios.
P. Algunos de esos socios se han quedado hu¨¦rfanos tras el cierre del sello Autor.
R. Todos los compromisos se mantienen, lo que pasa es que en otros formatos. ?Por qu¨¦ se cierra el sello Autor o la editorial? Porque estaban gestionados con modelos obsoletos. Tiene que haber una redefinici¨®n del mercado discogr¨¢fico. Pero con la aquiescencia de todos, de las majors, de las independientes...
P. ?Ve sentido a que las discogr¨¢ficas peque?as denuncien al Gobierno?
R. La culpa es de la sociedad civil de la que el Gobierno es un efluvio. Echarle la culpa al Gobierno de todo es un recurso que no lleva a ning¨²n sitio.
P. Le cuestionan sus trabajadores. Hablan de despidos improcedentes, de entramados de empresas para que usted se lucre...
R. Mi pregunta es: ?Qui¨¦n en su sano juicio se cree eso?
P. ?No deber¨ªamos creerlo?
R. Hay la queja l¨®gica de quien se ve despedido, pero estamos despidiendo menos gente que Telef¨®nica, RTVE, Abc... Tenemos 12 despidos en una plantilla de 470. Y estamos ofreciendo a nuestros trabajadores una jubilaci¨®n con el 80% de su sueldo. Ha cambiado un modelo que nos ha funcionado durante 110 a?os. No me siento nada c¨®modo. Pero el que pueda evitar esto que levante la mano.
P. ARTeria, su proyecto para la creaci¨®n de una red de teatros, parece el ¨®rdago de un megal¨®mano.
R. No es megal¨®mano. Tiene una dimensi¨®n estudiada por expertos. Luchamos cuatro a?os por hacer un centro cultural en Pr¨ªncipe P¨ªo, por el palacio Infante en Boadilla o por un teatro restaurado en Zaragoza que no se hizo por trabas administrativas. Los nuevos pasos est¨¢n sustentados en ¨¦xitos anteriores. El 11 de marzo inauguramos un teatro en el antiguo Campos El¨ªseos, en Bilbao. En Valencia tenemos un acuerdo para construir la Torre de la M¨²sica, con Berkeley, por el que la universidad pone unos 50 millones de euros de un total de unos 90 millones y la Generalitat nos da la licencia de uso de los 25.000 metros cuadrados. Todo tiene l¨®gica financiera.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.