Hollywood no es pa¨ªs para viejos
Los veteranos brillar¨¢n por su ausencia en la gala de este a?o
A Hollywood no le gustan los viejos. No le van. Cuanta m¨¢s fresca sea la carne, mejor. En esta edici¨®n de los Oscar s¨®lo habr¨¢ un par de gui?os a los veteranos: de entrada los presentadores, Steve Martin (64 a?os) y Alec Baldwin (51). El habitual homenaje a los fallecidos. Y poco m¨¢s. ?Se acordar¨¢ alguien de que el pr¨®ximo mi¨¦rcoles 10, Hollywood cumple 100 a?os?
Tan dados como son en Estados Unidos a las cifras redondas, a los aniversarios de color, Hollywood esconde lo antiguo, lo que pueda oler a historia. En la calle Vine, en el n¨²mero 1.713, casi esquina con Hollywood Boulevard, un monumento erigido hace un lustro recuerda que el 10 de marzo de 1910 all¨ª se estren¨® el primer filme rodado ¨ªntegramente en la villa de Hollywood. Huyendo de los detectives pagados por Thomas Edison en la Costa Este -el inventor aseguraba que el cine estaba patentado por ¨¦l- y atra¨ªdos por el buen tiempo de la costa californiana -que permit¨ªa rodar al aire libre d¨ªa s¨ª y d¨ªa tambi¨¦n-, un pu?ado de cineastas acabaron en las afueras de Los ?ngeles.
Se cumplen 100 a?os del primer filme rodado en el valle californiano
El m¨ªtico D. W. Griffith (Intolerancia, El nacimiento de una naci¨®n) estaba en esa avanzadilla y suya es In old California, una pel¨ªcula de 17 minutos que transcurre en la California de la ¨¦poca colonial espa?ola, y el primer filme hecho en Hollywood. Para Griffith s¨®lo fue uno m¨¢s de los 98 trabajos que dirigi¨® aquel a?o, pero supuso el nacimiento de la industria actual.
Muy pocos turistas se acercan a esta esquina que, sin embargo, queda a tiro de piedra del teatro Kodak. M¨¢s a¨²n, la gente que se acerca no mira ese recuerdo, sino las estrellas de la fama que adornan la acera de Hollywood Boulevard.
Puede que en la gala este domingo nadie recuerde la efem¨¦ride, como tampoco dedicar¨¢n mucho tiempo a los ganadores del Oscar Honor¨ªfico: el director de fotograf¨ªa Gordon Willis (El padrino, Manhattan), el productor Roger Corman y la actriz Lauren Bacall. A los tres se les dio el premio casi de tapadillo, en una cena el pasado 15 de noviembre, casi cuatro meses antes de la ceremonia principal. Sin este tr¨ªo no se podr¨ªa entender el cine moderno, pero el cine moderno no los quiere. S¨ª quiere en cambio a actores como Miley Cyrus, Zack Efron, Taylor Lautner y Kristen Stewart: dos de Crep¨²sculo, la chica Hannah Montana y el chico High School Musical.
Si eso ocurre con los vivos (Clint Eastwood y sus 79 a?os aparte), ?qu¨¦ ocurre con los muertos? El polvo (y alg¨²n hueso) de las estrellas de cine descansan principalmente en dos cementerios locales: el Pierce Bros Westwood Memorial Park y el Hollywood Forever Cemetery.
El primero es un peque?o y escondido parque rodeado de rascacielos en Westwood, al lado de Beverly Hills, con tumbas fechadas ya en 1908. All¨ª, en peque?os jardines vallados que rodean de tres en tres las tumbas, est¨¢n, por ejemplo Billy Wilder (en cuya l¨¢pida se lee "Soy un escritor, pero es que nadie es perfecto") y Jack Lemmon -entre medias tienen a la familia de Carrol O'Connor, mito televisivo estadounidense-, Farrah Fawcett, Walter Matthau o Irwin Winkler. En un lateral, en un muro con los nichos, unas rosas frescas acompa?an a Marilyn Monroe, y en otra capilla, tambi¨¦n con nichos, reveladoramente bautizada como El santuario del amor, descansa Dean Martin.
Pocos turistas se acercan, y en realidad hay m¨¢s dolientes presentando sus respetos a familiares reci¨¦n enterrados. Cruzando hacia el este de Los ?ngeles por Santa M¨®nica Boulevard, y entrando en el centro del antiguo pueblo donde naci¨® el cine, est¨¢ el cementerio de Hollywood fundado en 1899. Tampoco pasea mucha gente por esta inmensa extensi¨®n de terreno, un parque que en verano incluso alberga proyecciones de cine. All¨ª, entre otros, est¨¢n enterrados Tyrone Power, Cecil B. DeMille, Douglas Fairbanks (en un monumento que incluye un estanque), John Huston, Paul Muni... todos gigantes del Hollywood cl¨¢sico, junto a dos de los Ramones o el g¨¢ngster Bugsy Siegel.
En un sencillo nicho, alejado de las miradas de millones de admiradores que le idolatraban, y que tambi¨¦n habr¨¢n muerto, est¨¢n los restos de un mito: Rodolfo Guglielmi Valentino. En ese ala del cementerio, la dedicada a los nichos, unos obreros preparan nuevas capillas. El glorioso camposanto de las estrellas cl¨¢sicas a¨²n admite nuevos clientes, y por eso llaman la atenci¨®n las l¨¢pidas que anuncian fallecidos de la numerosa colonia eslava en California.
De todos ellos, nadie se acordar¨¢ el domingo. Claro que probablemente en unas d¨¦cadas, ?alguien sabr¨¢ qui¨¦n es Hannah Montana?
Comparaciones odiosas
El ¨ªmpetu con el que el productor Nicolas Chartier escribi¨® y envi¨® unos correos electr¨®nicos arengando a votar por su pel¨ªcula,
En tierra hostil, y no a Avatar, ha tenido su castigo. A la Academia no le valieron sus disculpas y, tras cerrarse el martes por la tarde la votaci¨®n de los Oscar, decidieron expulsar a Chartier de la gala. Desde 2003 la Academia tiene unas normas muy r¨ªgidas que, entre otras cosas, proh¨ªbe, en su art¨ªculo 16, cualquier forma de comunicaci¨®n que intente promover un filme haciendo comparaciones negativas respecto a otro.
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