La inc¨®gnita de Cameron

No est¨¢ descartado que el primer viernes de mayo la reina Isabel tenga que llamar al palacio de Buckingham a Gordon Brown para encargarle la formaci¨®n de un nuevo gobierno en el Reino Unido, en el que ser¨ªa el cuarto mandato consecutivo del partido laborista que reinvent¨® Tony Blair. Si as¨ª fuera, constituir¨ªa una gran sorpresa pol¨ªtica. Lo que hasta hace muy poco aparec¨ªa como un camino claro de regreso al 10 de Downing Street de los conservadores con David Cameron, un l¨ªder posmoderno, optimista, medi¨¢tico, h¨¢bil para haber descontaminado la marca tory de sus perfiles m¨¢s duros haciendo olvidar a lady Thatcher, se ha convertido en una batalla a los puntos. ?C¨®mo es posible que los conservadores no barran a sus adversarios del nuevo laborismo, envejecido por casi tres lustros de ejercicio del poder, que enga?aron al pa¨ªs con Blair al frente con la guerra de Irak, con una recesi¨®n econ¨®mica de la que est¨¢ saliendo a duras penas y con un primer ministro impopular y torpe en su desempe?o? Despu¨¦s de mantener durante meses una distancia superior a diez puntos sobre los laboristas, Cameron la ve reducida a s¨®lo dos, seg¨²n un sondeo. Si hoy se celebraran las elecciones, Gordon Brown, el adusto escoc¨¦s, podr¨ªa aspirar a formar gobierno aun sin lograr la mayor¨ªa en la C¨¢mara de los Comunes cifrada en 326 esca?os.

Los brit¨¢nicos dudan de que el conservadurismo compasivo sea s¨®lo un truco de 'marketing'

Pero no nos hallamos s¨®lo ante una rareza propia de una isla exc¨¦ntrica. ?C¨®mo es posible que Obama, elegido hace poco m¨¢s de un a?o con el 53% del voto popular y con sobradas mayor¨ªas parlamentarias, est¨¦ paralizado y vea bloqueadas sus principales reformas dom¨¦sticas por un partido republicano sin cabeza, pero que sostiene fundadas esperanzas de triunfar sobre los dem¨®cratas en las legislativas de noviembre? Y un ejemplo m¨¢s cercano: ?c¨®mo entender que tras el annus horribilis de Zapatero, en cierta medida convertido en el Brown espa?ol, David Rajoy y el PP no adelanten por m¨¢s de 10 puntos al PSOE? En Estados Unidos se debate sobre la par¨¢lisis de su sistema pol¨ªtico, donde en la pr¨¢ctica la ley de las mayor¨ªas no funciona. La opci¨®n de Obama de aplicar su mayor¨ªa suficiente para sacar adelante la reforma sanitaria se considera un tr¨¢gala pol¨ªticamente abusivo. La polarizaci¨®n pol¨ªtica impide los acuerdos razonables. Algo exportable a otras latitudes. Falla en general el bipartidismo, que simplifica una realidad mucho m¨¢s compleja. Y fallan los l¨ªderes: muy patente en el caso del ex mes¨ªas Obama, en el que el mundo ten¨ªa puestas todas sus complacencias. La pol¨ªtica, tal como la practicamos, es con frecuencia incapaz de conseguir hacer lo que la ciudadan¨ªa demanda. No da respuestas a un mundo muy complejo, globalizado y enormemente acelerado.

A Obama le est¨¢ fallando el relato de su presidencia. Que no tiene nada que ver con la ret¨®rica de las promesas con las que encant¨® al electorado en campa?a. Carece de una narrativa entendible y completa de su mandato: ad¨®nde quiere llevar al pa¨ªs, c¨®mo priorizar los cambios y cu¨¢les son los plazos para llevarlos a cabo. La misma falta de narrativa de la que adolece David Cameron en el Reino Unido. No le va a servir el vote por nosotros porque no somos el Partido Laborista. Brown es un mal candidato, un primer ministro no pasado por las urnas, producto del dedazo de su antecesor. El pa¨ªs est¨¢ cansado del laborismo/blairismo. Pero los brit¨¢nicos todav¨ªa desconocen ad¨®nde quiere llevarles Cameron. Dudan sobre si su conservadurismo compasivo es s¨®lo un truco de marketing. El l¨ªder tory promete un d¨ªa un severo ajuste presupuestario, pero inmediatamente duda ante la reacci¨®n de los votantes y el peligro de abortar la d¨¦bil recuperaci¨®n econ¨®mica. Con un 13% de d¨¦ficit presupuestario, la libra esterlina, tras el euro, est¨¢ siendo atacada por los mercados. El sistema electoral brit¨¢nico, con la f¨®rmula de que el primero que llega a la meta se queda con todo, favorece a los laboristas. En 2005, el Labour, con un 37% de los votos logr¨® el 57% de los esca?os en Westminster. Atentos al 6 de mayo, fecha m¨¢s probable para las elecciones. Las apuestas, en el Reino Unido se apuesta a todo, dan como favorito a Cameron, el elitista educado en Eton y Oxford reconvertido en campe¨®n de las clases medias, frente al complejo y torturado Brown, hijo de un pastor de la Iglesia de Escocia, de quien el New York Times ha escrito que, si en una multitud le pasaran un beb¨¦, se le caer¨ªa al suelo. Dos meses en pol¨ªtica son una eternidad.

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