Las mujeres del Holocausto
Una exposici¨®n recuerda en Granada a las v¨ªctimas de la represi¨®n nazi
En febrero de 1945, la ciudad alemana de Dresde sufri¨® el golpe m¨¢s duro de su historia. Cuando apenas quedaban dos semanas para la capitulaci¨®n de la Alemania nazi, las bombas dejaron m¨¢s de 100.000 muertos y redujeron la ciudad a ceniza en uno de los episodios m¨¢s pol¨¦micos de la contienda. En el centro de aquella ciudad, a orillas del r¨ªo Elba, se expuso por vez primera la exposici¨®n Manchas de luz: ser mujer en el Holocausto, que despu¨¦s de recalar en Viena ha llegado a Granada gracias al Centro Cultural Memoria de Andaluc¨ªa.
La muestra, que permanecer¨¢ abierta hasta el pr¨®ximo 31 de mayo de lunes a s¨¢bados, es fruto del trabajo del Museo del Holocausto (Yad Vasehm) de Jerusal¨¦n, que fue galardonado en 2007 con el Premio Pr¨ªncipe de Asturias de la Concodia. Se trata de la primera vez que se muestra en Espa?a este material, relacionado con el testimonio femenino de los jud¨ªos asesinados por los nazis y que aborda la tem¨¢tica de la mujer a trav¨¦s de sus estrategias para sobrevivir.
La tragedia crece al personalizarse el dolor y conocer los peque?os detalles
"Las mujeres, con sus acciones y coraje, resistieron a los hombres"
A trav¨¦s de 17 proyecciones multimedia, el visitante se sumerge en la dimensi¨®n humana de una tragedia que conoce a grandes rasgos, pero que se agranda al conocer peque?os detalles, al personalizarse el dolor. Como explica la directora del Museo Yad Vashem, Judith Inbar, comisaria de la muestra, las mujeres que fueron recluidas en los campos de concentraci¨®n "tomaron la decisi¨®n de no ser v¨ªctimas y lo consiguieron haciendo que cada momento fuera importante". Comprometidas con el grupo en el que se hab¨ªan integrado, sus decisiones pod¨ªan afectar a otras personas, lo que propici¨® unas pautas de comportamiento que fueron diferentes de las de los hombres en las mismas circunstancias. "En la exposici¨®n puede verse c¨®mo actuaron en cuestiones tan importantes como la feminidad, la alimentaci¨®n, la amistad, la fe, la maternidad, el amor, la creatividad, el cuidado del pr¨®jimo, la vida cotidiana o la resistencia", a?adi¨® Inbar, para quien las mujeres tuvieron "una voz especial" dentro de aquella gran tragedia humana.
M¨¢s de tres millones de mujeres fallecieron v¨ªctimas del nazismo, como explic¨® Alicia Ramos, directora del Instituto de Estudios de la Mujer de la Universidad de Granada, que ha coordinado el montaje de la exposici¨®n en Granada. "Las mujeres, con peque?as acciones, llenas de coraje, resistieron a los hombres. El Holocausto es una parte importante de las mujeres de Europa que no podemos olvidar", sentenci¨®.
Desde que la conocida como "soluci¨®n final" se puso en marcha con el prop¨®sito de terminar con los jud¨ªos, las mujeres fueron un objetivo primordial de la destrucci¨®n, dado su papel de procreadoras. La exposici¨®n, que repasa este exterminio, presta especial atenci¨®n a lo ocurrido en diferentes campos de concentraci¨®n, en especial a los dos situados en Auschwitz, el mayor de los creados por el nazismo, en el sur de Polonia. El campo lleg¨® a convertirse en una ciudad sacada del infierno, o llevada a ¨¦l. Entre 1941 y 1942, incluso dispon¨ªa de orquesta para amenizar las veladas de los miembros de las SS. En 1943, bajo la supervisi¨®n de un oficial, lleg¨® a conformarse una orquesta femenina cuya calidad se dispar¨® desde el momento en que se hizo cargo de ella la directora y violinista Alma Ros¨¦, que era sobrina de Gustav Mahler y una aut¨¦ntica virtuosa. Durante el recorrido por la muestra pueden escucharse de fondo algunas de las piezas interpretadas por Ros¨¦, que inclu¨ªa en su repertorio fragmentos de ¨®peras, valses de la familia Strauss, la Quinta Sinfon¨ªa de Beethoven o los Ensue?os de Schumann. Esta ¨²ltima era una de las piezas favoritas del doctor Mengele.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.