"Antes me tem¨ªan, ahora me respetan"
Jubilados brit¨¢nicos que pasan el invierno entre gin tonics y palos de golf. Olor a purines en la puerta, olor que une los or¨ªgenes agr¨ªcolas de la zona, el campo de golf que rodea la urbanizaci¨®n surgida en medio de la nada. En la habitaci¨®n de Lance Armstrong (Tejas, Estados Unidos; 1971), el viernes por la noche, ropa desordenada sobre una chesl¨®n, una tele encendida al fondo. El ciclista, pocas horas despu¨¦s de haber "sufrido como un perro" en la subida a Collado Bermejo, momento fuerte de la Vuelta a Murcia, relajado. "S¨ª, s¨ª, me cans¨¦ bastante, pero ahora me siento bien. Wiggins [Bradley, corredor brit¨¢nico] est¨¢ fuerte. Le veo fino", comenta. ?M¨¢s que el a?o pasado? "No le vi en marzo del a?o pasado, pero ahora ya est¨¢ delgado. Ha perdido culo", explica.
"Me preocupa m¨¢s el deporte. Mi conexi¨®n con el ciclismo es mejor"
"En aquellos a?os, era un trabajo. Ahora es m¨¢s una pasi¨®n, una diversi¨®n"
"En el podio del Tour yo no estaba celoso, enfadado, amargado. Contador fue el mejor"
"Siempre respeto a mis chicos. Hemos de ser una familia. No es una cr¨ªtica a Alberto"
"Este a?o tengo m¨¢s fuerza ciclista. Hasta me siento m¨¢s c¨®modo en el pelot¨®n"
"La misma mirada intensa se la doy a los que no me gustan y a mis hijos"
Pregunta. Leyendo su twitter, en el que cuenta su vida, uno no puede evitar admirar su capacidad para dar con la expresi¨®n precisa, su chispa... M¨¢s parece un hombre de la agencia de Madmen que un ciclista.
Respuesta. Lo ¨²nico que he hecho en mi vida ha sido ser ciclista, pero creo que hay una gran diferencia entre los dem¨¢s y yo. Y es que yo llevo haci¨¦ndolo casi 20 a?os. Y he conocido much¨ªsimos sitios. El ciclismo me ha llevado a todos los continentes. Y se aprende de todo, a valorar a otras gentes, otras culturas, otras lenguas, arte...
P. ?Pero no piensa que la diferencia con los dem¨¢s est¨¢ en su mirada, no en lo que mira?
R. S¨ª, claro, es diferente a la de los dem¨¢s. Sobre todo, por mi experiencia vital. Soy un superviviente del c¨¢ncer. Haber pasado por ese periodo lo cambia todo. Eso les pasar¨ªa a todos. Cualquier ciclista que lo sufra ahora, dentro de 10 a?os, ser¨¢ otro; cualquier persona de la calle... Es un cambio de perspectiva inevitable.
P. Cualquier cosa que usted toca la convierte en tendencia. Las pulseritas amarillas, que todo el mundo imita de todos los colores; su twitter tiene ya dos millones y medio de seguidores...
R. Lo m¨¢s importante es ser aut¨¦ntico. Soy el ¨²nico que twitea mis twitters. A todos los dem¨¢s se los hacen sus agentes, sus jefes de prensa, sus hermanas... Y es importante que cuando alguien lea algo sepa que es tuyo.
P. Tambi¨¦n parece admirable su capacidad para dedicar su energ¨ªa a cosas diferentes: arte, ciencia, tecnolog¨ªa, obras sociales... Tan distintas como sus gustos musicales, de Miles Davis a punks californianos. Parece que necesita estar todo el d¨ªa en acci¨®n. ?C¨®mo lo puede hacer?
R. Creo que siempre ha habido una percepci¨®n equivocada porque antes la gente me ve¨ªa como un ciclista, un deportista que se entrenaba 24 horas al d¨ªa, plenamente concentrado, sin personalidad, sin intereses, sin amigos... Eso no era verdad. Me interesaba por muchas cosas. Y ahora hago las cosas que me gustan. En cuestiones de arte soy un autodidacta. No he tenido educaci¨®n, pero, cuando veo una pieza de arte, ella me dice s¨ª o no. Me he hecho unas cuantas casas en muchos sitios y en todas me he esforzado por colgar arte en las paredes. El arquitecto dise?a la casa, pero las paredes son cosa del propietario y en ellas se refleja su personalidad. Empec¨¦ a coleccionar arte hace unos 10 a?os. Poco a poco, silenciosamente.
P. ?Esa conciencia de su propia diferencia le lleva a sentirse superior al resto del pelot¨®n?
R. No; ahora, no. Ir¨®nicamente, creo que ahora me siento m¨¢s cercano a los compa?eros. Tomemos el pelot¨®n del Tour, 200 tipos. Ahora hablo m¨¢s con ellos que antes. Antes s¨®lo hablaba con ocho muchachos, mis muchachos. Ni una palabra a los dem¨¢s. Y les dec¨ªa a esos ocho que no hablaran con nadie durante las tres semanas del Tour. Despu¨¦s, que hablaran con quien quisieran. As¨ª que mi conexi¨®n con el ciclismo es mejor ahora que antes. De una manera extra?a, ahora me preocupa m¨¢s el deporte.
P. ?Se preocupaba antes m¨¢s por usted mismo que por su deporte?
R. Yo no dir¨ªa eso. No me preocupaba de los otros equipos, pero me preocupaba del m¨ªo. Y me preocupaba por Chechu Rubiera lo mismo que por m¨ª. Y los rivales ni exist¨ªan. Pero en aquellos a?os era un trabajo y ahora es m¨¢s una pasi¨®n, una diversi¨®n. Hay una motivaci¨®n diferente.
P. ?Cree que en el pelot¨®n se le respeta o m¨¢s bien se le teme? Eso es lo que pasaba con Tiger Woods en el golf...
R. Son deportes diferentes. El golf es un deporte individual. El ciclismo, no. El ciclismo es un deporte de equipo y, cuando uno no tiene equipo, tiene que buscarlo en el pelot¨®n. Y un d¨ªa puede que lo encuentre, pero... ?al siguiente? Es imposible que yo sepa lo que sienten los dem¨¢s. S¨¦ que en los viejos tiempos me tem¨ªan y quiz¨¢ ahora me respetan. Hay j¨®venes ciclistas que se me acercan y me piden, muy educados, si pueden hacerse una foto conmigo. Me hacen sentir viejo.
P. Usted es viejo.
R. Soy viejo, 38 a?os, pero no tan viejo como Cuesta [??igo, de 40 a?os].
P. A usted le tem¨ªan. Incluso hab¨ªa corredores que le odiaban por su soberbia, sus maneras de dictador, su mirada desaprobadora... Ahora parece domesticado...
R. Esa mirada... Y todav¨ªa la tengo. En la vida hay gente apasionada, comprometida, intensa..., y gente pasiva. Yo soy como los primeros. Incluso las l¨ªneas en el entrecejo, las que marcan mi mirada, son ya permanentes. En los viejos tiempos pod¨ªa mirar as¨ª a alg¨²n periodista loco como un ataque, pero tambi¨¦n miro as¨ª a mis hijos en casa cuando no me obedecen. La misma mirada intensa. Y se la doy tanto a unos que no me gustan como a mis hijos, a los que quiero m¨¢s que a m¨ª mismo. Es la misma personalidad, la misma intensidad.
P. ?Tiene algo que ver su pose con la manera como la prensa de Estados Unidos trata a sus h¨¦roes deportivos? ?Es diferente a la europea?
R. Definitivamente, ahora no, pero quiz¨¢ un poco en el pasado. Mi gran objetivo ahora es ser invisible, no ser visto nunca. Es un compromiso conmigo mismo. Cuando dej¨¦ el ciclismo, hice la vida de un joven, con amigos, mujeres, fiestas... Es diferente c¨®mo se cubre el deporte en los medios y c¨®mo la vida social, el estilo Hollywood. No me gust¨® c¨®mo lo hac¨ªan. Alcanc¨¦ un punto en el que me dije: "Nadie necesita verme". S¨®lo me dejo ver en las competiciones deportivas o en los actos que organiza Livestrong, la fundaci¨®n contra el c¨¢ncer. Los medios son diferentes ahora.
P. ?Es una prensa m¨¢s cr¨ªtica?
R. M¨¢s competitiva, pero desde su propio punto de vista, y m¨¢s vol¨¢til, cambiable. Ahora los ciclos de atenci¨®n de los lectores o espectadores son mucho m¨¢s cortos. Hace 50 a?os s¨®lo hab¨ªa tres canales de televisi¨®n en Estados Unidos y una radio, un peri¨®dico... Despu¨¦s lleg¨® la televisi¨®n por cable, 50 canales. Y empez¨® la competencia. Y luego Internet, blogs, twitters, videoc¨¢maras en todas partes, micr¨®fonos... Finalmente, todo el mundo se siente periodista, es un periodista. Y los deportistas cometemos errores. Antes mencion¨® a Tiger. Decimos cosas que no debemos e inevitablemente siempre se organiza un carnaval. La moraleja es que ya no hay d¨®nde esconderse. Hay que buscar m¨¢s hondo y m¨¢s hondo. Querr¨ªa imitar a algunos pocos que lo consiguen. A Federer... ?Alguien le ve fuera de los torneos? A Tiger se le acabaron los escondites. Pero a Johnny Depp nadie le ve nunca. Es como un fantasma. No entiendo a la gente que quiere salir en todas las fotos.
P. ?Se considera un h¨¦roe deportivo? ?Es posible ahora ser ciclista y ser considerado un h¨¦roe?
R. Es diferente en Europa y en Estados Unidos. Aqu¨ª dicen de los ciclistas burradas: que si est¨¢n locos, cualquier cosa... En mi pa¨ªs es distinto. Es un deporte m¨¢s minoritario. No m¨¢s del uno o el dos por ciento de la gente lo sigue. A m¨ª la gente me asocia en el mundo con el c¨¢ncer. Es bueno.
P. Usted ha criticado la forma en que en Espa?a se mitifica a los h¨¦roes deportivos. ?Se siente, quiz¨¢, celoso por la manera como se trata a Alberto Contador?
R. No. No soy espa?ol. No puedo esperar que me traten igual. La cobertura del Tour en Espa?a fue muy pro-Alberto y en Estados Unidos muy pro-Armstrong. Es l¨®gico.
P. ?Es muy importante para usted ganar por octava vez el Tour?
R. No es esencial. No lo necesito especialmente. S¨®lo, como una recompensa a un trabajo duro. Pero, honradamente, no hay diferencia entre ganar siete u ocho. El pr¨®ximo Tour ser¨¢ una gran historia: la rivalidad con Alberto, lo que sucedi¨® el a?o pasado... Eso ser¨¢ bueno para el Tour, pero no cambiar¨¢ mi vida ganarlo o no, ni la vida de mis hijos.
P. Pero una persona tan competitiva como usted necesita ganar siempre.
R. S¨ª. Pero incluso as¨ª... Lo primero de todo es que ser¨¢ muy dif¨ªcil. Tengo 38 a?os. Alberto, 27 y mejora cada a?o. Yo lo veo, la gente lo ve, Alberto lo ve... La respuesta no est¨¢ a mi favor...
P. Pero usted ha sido capaz de ganar contra cualquier expectativa. En todo: en la vida, en el Tour...
R. S¨ª. Nadie tiene el trofeo desde la salida. Se va a la carrera y se ve qui¨¦n es el mejor.
P. Volviendo a las miradas, la imagen que resumi¨® el pasado Tour fue la del podio de Par¨ªs, la forma en que usted miraba a Contador cuando recib¨ªa la copa. ?Qu¨¦ sent¨ªa en ese momento?
R. Pero no hab¨ªa emociones fuertes. Mi recuerdo de aquel tercer puesto, de todos los podios, es de alivio, de sentirme agradecido porque todo se acab¨® y de tener ganas de volver a casa. Son tres semanas de tanto agobio, tanta presi¨®n... Alberto fue el mejor del Tour y, para m¨ª, fue l¨®gico y honorable que ¨¦l estuviera en lo m¨¢s alto. Yo no estaba celoso, enfadado, amargado... Nada de eso. ?l fue el mejor.
P. ?Cree que su presencia en el podio dos escalones m¨¢s abajo hizo m¨¢s grande la victoria de Contador?
R. Quiz¨¢, desde su punto de vista o desde el de los medios, s¨ª que le gust¨® que yo estuviera all¨ª, debajo. Desde mi punto de vista, fue bueno para m¨ª estar ah¨ª. Cantidad de gente, incluidos algunos amigos m¨ªos como Eddy Merckx, no pensaban que ser¨ªa capaz de terminar siquiera entre los 10 primeros. Y hay una gran diferencia entre terminar cuarto y terminar tercero. Por primera vez me di cuenta. Me alegr¨® much¨ªsimo no ser cuarto.
P. En 2009 usted dijo que en 2010 ser¨ªa m¨¢s fuerte. ?Est¨¢ m¨¢s fuerte que entonces?
R. S¨ª. Diferente, al menos. Me siento m¨¢s ciclista. Quiz¨¢ tuviera m¨¢s fuerza bruta el a?o pasado, pero en ¨¦ste tengo m¨¢s fuerza ciclista, que no es lo mismo. Soy mejor ciclista ahora. Hasta me puedo sentir c¨®modo en el pelot¨®n. El a?o pasado, al principio, iba nervioso, con miedo, a cola... Por eso me ca¨ª en Palencia.
P. Entonces, ?ser¨¢ m¨¢s frustrante no ganar el Tour?
R. S¨®lo me sentir¨ªa frustrado si cometiera un error. Si estoy al m¨¢ximo de mi nivel de 38 a?os, no cometo errores, no sufro ca¨ªdas, no me enfermo o pincho en un mal momento, no tengo mala suerte y gana el mejor, no me podr¨¦ lamentar.
P. Contador le gana subiendo y en las contrarreloj, as¨ª que su ¨²nico terreno favorable pueden ser las emboscadas en llano, el pav¨¦s, los abanicos, un equipo m¨¢s fuerte...
R. El ciclismo est¨¢ hecho de ello. Y muchas veces hemos tomado muy buenas decisiones en ese sentido. Recuerde mi primer Tour, el pasaje de Gois y Z¨¹lle: si ¨¦l no se hubiera ca¨ªdo y perdido siete minutos, habr¨ªa sido un Tour completamente diferente. Y era el primer Tour, lo que significa que los otros Tours habr¨ªan sido diferentes. T¨¢cticamente, hay que ser muy inteligente.
P. El que en el Tour pasado Contador y usted compartieran equipo, el m¨¢s fuerte de la carrera, facilit¨® mucho la victoria de Contador. En la contrarreloj por equipos se deshicieron de todos los dem¨¢s y luego s¨®lo quedaba la cuesti¨®n interna. ?C¨®mo entiende que Contador se quejara despu¨¦s del equipo?
R. Es mejor no comentarlo. Como dije antes, ¨¦ste es un deporte de equipo. Y siempre he cre¨ªdo que hay que valorar a los compa?eros. T¨² eres el jefe, tienes el maillot amarillo, est¨¢s en lo m¨¢s alto del podio, tienes millones de d¨®lares... Y ellos no tienen nada. Lo m¨¢s honorable es, pues, respetarlos. Si no, no tendr¨¢s nada. Siempre lo he hecho con mis chicos: darles m¨¢s dinero, respetarlos... Tenemos que ser una familia. Y no es una cr¨ªtica a Alberto. Es como creo que deben hacerse las cosas.
P. ?No es posible que sucediera algo, que no sabemos, que hiciera reaccionar as¨ª a Contador?
R. Alberto es una persona nerviosa, lo que no es malo. Yo tambi¨¦n lo soy. Siempre pensamos que tenemos que hacer m¨¢s, trabajar m¨¢s, ser mejores. Todos los grandes campeones son as¨ª, todos tienen un pel¨ªn de inseguridad en la vida y tienen que compensarlo. Dije nervioso, pero que no se entienda como algo negativo. Y el resto no creo que sea Alberto, sino la gente que le rodea. Si pregunta a cualquiera que haya estado en contacto con ese grupo... Es la primera vez que se lo digo: hay que ser cuidadoso con el entorno. Pero, de todas formas, me lo pas¨¦ bien durante el Tour.
P. ?Su entorno son las personas que dice que s¨®lo saben decir "s¨ª, se?or", a todo lo que dice?
R. De nuevo le prevengo. Voy a hacer una declaraci¨®n en abstracto, no una dirigida concretamente a Alberto y su gente. El papel y la responsabilidad de esa gente es decir "s¨ª" muchas veces, pero, cuando llegar el momento de decir "no", tienen que saber decirlo y esa persona tiene que escuchar al "no". Un mont¨®n de gente me dice a m¨ª que "s¨ª" a todo...
P. ?Johan [Bruyneel, su director] le ha dicho alguna vez "no"?
R. Johan dice "s¨ª" todo el tiempo, todo el tiempo, pero algunas veces dice: "Lance, no". Y yo digo "OK" y me siento mejor despu¨¦s. Cuando alguien en quien has confiado para construir tu carrera dice "no" despu¨¦s de muchos "s¨ªes", la ¨²nica respuesta es "no".
P. ?Cree, entonces, que Contador debe madurar?
R. Alberto no es est¨²pido. Es una persona inteligente. Seguir¨¢ creciendo y adquiriendo experiencia en todo.
P. ?Piensa hablar antes del Tour con ¨¦l?
R. No es necesario.
P. ?Hay alguna novedad respecto a la investigaci¨®n de la polic¨ªa francesa sobre los residuos sanitarios de su equipo en el pasado Tour?
R. Nunca he recibido personalmente noticias de los franceses. S¨®lo s¨¦ lo que leo en los medios, en Internet. Si s¨®lo leyera el peri¨®dico local y el New York Times, que es el de referencia, nunca me habr¨ªa enterado de esta historia porque nunca ha salido all¨ª. No tengo informaci¨®n, no.
P. ?Cree que, seg¨²n nos acerquemos al Tour, surgir¨¢n m¨¢s informaciones de ese tipo, dudosas?
R. No tienen ning¨²n inter¨¦s en sacar historias de ¨¦stas un 5 de marzo. No es una gran historia. Pero el 5 de julio es una gran historia, grandes titulares..., as¨ª que habr¨¢ que esperar. Estamos en el medio de una lucha pol¨ªtica entre la agencia francesa antidopaje y la Uni¨®n Ciclista Internacional y seguro que a los ciclistas nos utilizan.
P. ?Estas cosas le hacen pensar que el futuro del ciclismo es anglosaj¨®n? En Espa?a, por ejemplo, donde hay los mejores corredores del mundo, no hay patrocinadores que quieran construir un gran equipo.
R. Creo que se mezclan dos asuntos. Estamos recuper¨¢ndonos de toda la miseria de las historias de dopaje y estamos sufriendo una grave crisis econ¨®mica. Mire Espa?a: cinco millones de parados en este pa¨ªs. Creo que una empresa tendr¨ªa muy dif¨ªcil justificar un gasto de 10 millones de euros en un equipo ciclista.
P. Pero en Estados Unidos o Reino Unido est¨¢n saliendo grandes equipos. ?La mirada que tienen sobre el ciclismo es muy diferente a la de la vieja Europa, a la de los pa¨ªses tradicionales?
R. En esos pa¨ªses hay sobre todo m¨¢s ciclistas aficionados, gente a la que le gusta salir en bicicleta. Aunque, y no peco de vanidoso, son los hechos, mi historia en el Tour y en la vida, lo que ha multiplicado la afici¨®n en mi pa¨ªs. La gente se ha visto expuesta al ciclismo. Lo mismo pas¨® con el golf y Tiger Woods o con la nataci¨®n y Michael Phelps. En Estados Unidos la gente sale en bicicleta para hacer ejercicio, no para emular a los ciclistas de la Vuelta a Murcia o la Par¨ªs-Roubaix. Salen en bicicleta por salud. En Espa?a, Francia, Italia..., los cicloturistas entienden el deporte. El verdadero drama del ciclismo es la falta de unidad entre organizadores, ciclistas, patrocinadores, periodistas... No se trata de estar siempre de acuerdo en todo, pero mejor la mayor parte del tiempo. Esto es lo que pasa en Espa?a. Estoy en la Vuelta a Murcia y no hay equipos espa?oles por una diferencia de un par de miles de euros. Hay gente, como Alberto, que puede ayudar a que el ciclismo resucite. Y el ciclismo a veces olvida que, sin esas personalidades, no ir¨ªa a ninguna parte.
P. ?Seguir¨¢ usted en 2011?
R. Lo decidir¨¦ tras el Tour. Lo m¨¢s duro es mi familia. Los echo mucho de menos. No es lo mismo los ni?os que ya han crecido que el que tuve el a?o pasado. Miro a los ni?os de modo diferente. Max me ha dado una perspectiva distinta sobre los ni?os y la paternidad.
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