La tormenta deja fuera de juego a trenes y carreteras en pocas horas

Las carreteras catalanas se convirtieron ayer en una ratonera en la que miles de conductores quedaron atrapados. Las grandes v¨ªas de transporte -incluida la espina dorsal de Catalu?a, la AP-7- quedaron colapsadas por el temporal. No es la primera vez que esto ocurre. Pero la magnitud de la nevada -y la escasa resistencia de algunas l¨ªneas el¨¦ctricas- multiplic¨® los problemas, que se reprodujeron tanto en Rodalies como en los Ferrocarrils de la Generalitat y culminaron con la supresi¨®n completa de los autobuses en la ciudad de Barcelona a las cinco de la tarde. La gente los esper¨® en vano en las paradas.

El Departamento de Interior avis¨® a mediod¨ªa y lo hab¨ªa dicho 24 horas antes: mejor no coger el coche si no era imprescindible. Pero los ciudadanos o no atendieron a la recomendaci¨®n o no pudieron hacerlo. El caso es que los veh¨ªculos siguieron circulando cuando, a primera hora de la tarde, el temporal arreci¨® y la nieve cubri¨® el ¨¢rea metropolitana de Barcelona. Un total de 34 carreteras permanec¨ªan cortadas anoche; un n¨²mero indeterminado de conductores encerrados en sus coches a la espera de saber d¨®nde pasar¨ªan la noche; varios municipios (como Vacarisses y Matadepera) estaban aislados. Un total de 2.500 personas pasaron la noche en polideportivos, centros c¨ªvicos y teatros habilitados ante la imposibilidad de volver a casa.

Los autobuses de Barcelona dejaron de funcionar al atardecer

El pasaje de 9 trenes no pudo llegar al destino y durmi¨® en polideportivos

Aunque el Servicio Catal¨¢n de Tr¨¢fico levant¨® las barreras de los peajes de la AP-7, la circulaci¨®n en la v¨ªa fue imposible. Sobre todo cuando, por la tarde, una l¨ªnea de alta tensi¨®n de Red El¨¦ctrica Espa?ola cay¨® e invadi¨® todos los carriles, en sentido norte y sur, a la altura de Ma?anet. Por la ma?ana, el Gobierno catal¨¢n pidi¨® a la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico que parara a los camiones que se dirigieran hacia Catalu?a, para evitar problemas mayores. Luego habilit¨® tres grandes aparcamientos junto a la frontera francesa, al sur de Tarragona y al norte de Barcelona. Por la noche hab¨ªa en ellos unos 10.000 camiones.

Lo peor se concentr¨® en las v¨ªas de Girona, donde la nieve persisti¨® durante toda la noche, tal como marcaban las previsiones. "Nuestra prioridad es sacar a los turismos", afirm¨® el secretario general de Interior, Joan Boada. Las dificultades para circular se produjeron tambi¨¦n en un centenar de carreteras catalanas. Adem¨¢s de la AP-7, se tuvo que cortar la C-25, que une Lleida y Girona. Como la nieve cay¨® durante toda la tarde, las quitanieves no pudieron hacer su trabajo, lo que agrav¨® la situaci¨®n de los atrapados.

Si las carreteras se llenaron, las v¨ªas de tren se vieron afectadas por diversos factores: ca¨ªdas de ¨¢rboles, acumulaci¨®n de nieve y falta de fluido el¨¦ctrico. En alg¨²n momento dejaron de funcionar todas las l¨ªneas de Rodalies. Nueve convoyes se quedaron atrapados en otros tantos puntos y sus pasajeros tuvieron que ser trasladados a los polideportivos de las localidades m¨¢s cercanas para que pasaran la noche. Los trenes no pod¨ªan circular y no se les pod¨ªa rescatar por carretera. Tambi¨¦n dejaron de funcionar las l¨ªneas del Vall¨¨s de Ferrocarrils de la Generalitat y la del Baix Llobregat, y las conexiones con Manresa e Igualada sufrieron enormes retrasos.

Los autobuses urbanos de muchos municipios del centro de Catalu?a, como Vic, y Sant Cugat suspendieron sus servicios. Lo ¨²nico que aguant¨® fue el metro.

En el aeropuerto de Girona, cientos de personas permanec¨ªan anoche encerradas despu¨¦s de que el temporal obligara a cancelar 31 vuelos y a desviar otros nueve a Reus y Barcelona. El aeropuerto de El Prat oper¨® con normalidad, aunque hubo complicaciones en los accesos a la terminal, que registraron importantes retenciones de tr¨¢fico. El aer¨®dromo de Sabadell tuvo que cerrar por falta de visibilidad.

La jornada de ayer se frustr¨® tambi¨¦n para los pescadores por el temporal mar¨ªtimo. Ocioso junto a la des¨¦rtica lonja del muelle de Tarragona, el patr¨®n Agust¨ª Bondia, de 44 a?os, se la pas¨® remendando redes. Lo mismo har¨¢ hoy, advertido del riesgo de olas que pueden alcanzar los nueve metros. "?Ma?ana? Nada de salir a trabajar", rebuf¨®. De Portbou a Sant Carles de la R¨¤pita, los pescadores quedaron amarrados en tierra. Las olas se cebaron en la mitad norte del litoral, alcanzando los siete metros y superando la d¨¢rsena del puerto de Blanes.