El Pueblo Violeta contra Berlusconi
Un movimiento en Internet llama a defender la democracia en Italia
Ya se sabe que Italia es ese sitio tan bonito donde conviven sin problemas lo peor y lo mejor, lo sublime y lo podrido. A falta de una oposici¨®n digna de la realidad, la revuelta democr¨¢tica contra los usos autoritarios y el alud de leyes a medida de Silvio Berlusconi no pod¨ªa sino ser virtual, surgir de la Red. Ah¨ª naci¨® el Pueblo Violeta (Popolo Viola), que en estos meses ha reunido a 236.000 seguidores en Facebook. Si pinchan ahora la p¨¢gina, probablemente ver¨¢n muchas m¨¢s adhesiones. El fen¨®meno crece por segundos, a raz¨®n de 30 afiliados cada cinco minutos.
Todo naci¨® en diciembre, con el No B. Day (d¨ªa del no a Berlusconi), una nueva y distinta Marcha sobre Roma en la que participaron cerca de dos millones de personas. Tres meses despu¨¦s, el movimiento, tan ca¨®tico como refrescante para una opini¨®n p¨²blica anestesiada, lleva cuatro d¨ªas en las calles protestando contra el intento de pucherazo perpetrado por el Gobierno el 5 de marzo al aprobar el decreto salvalistas para las regionales, que readmite las listas del Pueblo de la Libertad (PDL) que fueron excluidas por defectos de forma. Ayer, el Tribunal Administrativo de Lazio neg¨® la readmisi¨®n de las listas del PDL, y ¨¦ste present¨® unas nuevas aprovechando el decreto. Los j¨®venes violetas han definido esa jornada como "el d¨ªa que muri¨® la democracia italiana" y siguen pidiendo explicaciones por su firma a Berlusconi y al presidente de la Rep¨²blica.
Un tribunal de Lazio niega la readmisi¨®n de las listas del PDL
El objetivo del movimiento, afirma la web de Facebook, sigue siendo defender la democracia y la Constituci¨®n, y pedir la dimisi¨®n de Berlusconi. Pero la actualidad manda, y la capacidad de informar y aglutinar descontentos vuela a la velocidad de Internet.
P¨¢ginas afines como San Precario Revolution, La Constituci¨®n no es una Puta o Resistir al R¨¦gimen (8.400 afiliados) muestran que los violetas aspiran a demoler la cultura que paraliza al pa¨ªs: la partitocracia, la mafia (el d¨ªa 13 han convocado el No Mafia Day en Calabria); la gerontocracia, los sindicatos, el Vaticano, la corrupci¨®n, el empleo precario... Un poco como Berlusconi, pero al rev¨¦s, han terminado por dividir el mundo en dos: honestos y amorales.
En esta fase de entusiasmo y tormenta de ideas, el Pueblo Violeta ofrece sobre todo desahogo e informaci¨®n. Cuelga vi?etas y enlaces a v¨ªdeos cr¨ªticos y sat¨ªricos; llama a boicotear a las empresas que se anuncian en las televisiones de Berlusconi; busca refugio en los cl¨¢sicos ("el pastor intenta siempre convencer al reba?o de que los intereses de las ovejas y los suyos coinciden", Stendhal), y mira al futuro con ambici¨®n: "Tenemos los ingredientes, desordenadamente repartidos y quiz¨¢ invisibles. La magia consiste en conectarlos, agregarlos y crear una nueva civilizaci¨®n", arenga Gianni Webstep. ?Ser¨¢ el cosmopolita, din¨¢mico, antipol¨ªtico y amorfo Pueblo Violeta una alternativa real a los males italianos? ?Acabar¨¢ fagocitado por una oposici¨®n conformista e incapaz de superar su p¨¢nico? ?Los fichar¨¢ Berlusconi? Dif¨ªcil saberlo. Como dec¨ªa Indro Montanelli, "los italianos s¨®lo est¨¢n dispuestos a hacer la revoluci¨®n si los carabineros est¨¢n de acuerdo". Pero los violetas tienen m¨¦rito. Se han rebelado contra el clima de nepotismo, hipocres¨ªa, corrupci¨®n y desprecio a las reglas. Y todav¨ªa no han sucumbido al invencible triunvirato Casta-Iglesia-Televisi¨®n.
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