C¨®mo gastar mejor en la ciencia espa?ola
Ante el debate sobre la pr¨®xima ley, las lecciones de otros pa¨ªses recomiendan cambiar la naturaleza de los centros de I+D, el modelo de reclutamiento y carrera, e incrementar su autonom¨ªa y capacidad de gesti¨®n
En el debate sobre el cambio de modelo productivo, las reformas en el sistema p¨²blico de investigaci¨®n son un aspecto central. Tras la Ley de la Ciencia que se debate debe vislumbrarse el "modelo" de referencia en el que mirarnos y esbozarse ad¨®nde nos conducen las propuestas.
Hablar de reformas exige un diagn¨®stico de los problemas y un esbozo de los resultados deseados. Por el volumen de trabajos cient¨ªficos somos la novena potencia mundial, pero cuando analizamos su calidad ocupamos la posici¨®n decimonovena. Los problemas de nuestro sistema de ciencia e innovaci¨®n son complejos e interdependientes pero, en mi opini¨®n, los desaf¨ªos centrales son:
Excelencia: ?C¨®mo transformar la cantidad en calidad investigadora?
Los centros de I+D con personalidad jur¨ªdica independiente son polos de atracci¨®n de talento
El CNIO de Barbacid est¨¢ considerado como uno de los mejores y m¨¢s productivos del mundo
Relevancia: ?C¨®mo potenciar la transferencia, valoraci¨®n y utilizaci¨®n del conocimiento?
Autonom¨ªa y responsabilidad: ?C¨®mo flexibilizar y desburocratizar el funcionamiento de las instituciones y organizaciones de I+D?
En Espa?a, existe la necesidad de coordinar las 18 pol¨ªticas de ciencia del Estado y las Comunidades Aut¨®nomas, m¨¢s all¨¢ de la ret¨®rica o la firma de declaraciones. En esto conviene mirar a pa¨ªses descentralizados que han sido capaces de crear instituciones para la ciencia en las que participan conjuntamente los gobiernos federales y regionales: las fundaciones de la ciencia de Alemania (DFG) o Suiza (FNS) son jur¨ªdicamente entidades privadas y constituyen mecanismos unitarios de apoyo al sistema de ciencia. Deciden qu¨¦ financiar sobre la base de la excelencia y la relevancia.
Para afrontar estos desaf¨ªos Espa?a debe aumentar los recursos que dedica a la ciencia (el gasto medio en I+D por investigador en el sector p¨²blico es un 80% de la media de la Uni¨®n Europea), pero tambi¨¦n gastar mejor. Incluso sin aumentar mucho los recursos invertidos, ciertas reformas organizativas pueden producir importantes avances en el sistema.
Aunque los enfoques son variados, las reformas en otros pa¨ªses se han centrado en mejorar las condiciones de funcionamiento y la calidad de las organizaciones de investigaci¨®n, mediante la creaci¨®n de nuevos centros de excelencia y la fusi¨®n y/o reorganizaci¨®n de los tradicionales para dotarles de mayor autonom¨ªa.
Dinamarca estableci¨® en 1991 la Fundaci¨®n Nacional de la Ciencia, para promover la creaci¨®n de Centros de Excelencia, con financiaci¨®n y mecanismos de apoyo al reagrupamiento de recursos en las universidades; este camino tambi¨¦n lo han seguido Austria, Australia, Holanda, etc¨¦tera.
El Gobierno dan¨¦s aprob¨® en 2006 la integraci¨®n de los centros gubernamentales de I+D dentro de las universidades; esfuerzos similares pueden encontrarse en otros pa¨ªses. La Universidad de Wageningen (Holanda), tras integrar 20 estaciones experimentales del Ministerio de Agricultura, es uno de los mayores polos de investigaci¨®n y formaci¨®n en bio-econom¨ªa.
Otros pa¨ªses han afrontado la reorganizaci¨®n de sus institutos p¨²blicos; Noruega ha reorganizado sus actividades de I+D en agricultura y pesca, que anteriormente estaban dispersas en cuatro institutos p¨²blicos, y Canad¨¢ fusion¨® tres institutos creando el mayor centro de investigaci¨®n forestal del mundo, bajo la forma de instituci¨®n privada sin ¨¢nimo de lucro.
Las fusiones y reorganizaciones, e incluso los cierres, son comunes cuando se quiere promover la investigaci¨®n que combine excelencia y relevancia, pero los cambios tambi¨¦n se han acompa?ado de una mejora en el funcionamiento de los centros y de la flexibilizaci¨®n del reclutamiento de sus investigadores; en Austria, Dinamarca o Alemania el personal de los centros p¨²blicos de I+D ha dejado de ser funcionario.
Las reformas en centros p¨²blicos de I+D y en universidades que a nivel internacional pueden considerarse como buenas pr¨¢cticas se podr¨ªan resumir en: a) Mayor autonom¨ªa de las instituciones y centros de I+D y m¨¢s flexibilidad en su funcionamiento; b) Mejora de la capacidad de gesti¨®n de los recursos presupuestarios disponibles; c) Control de las plantillas propias, sin someterse a las reglas generales de las burocracias p¨²blicas; y d) Sistemas de relaciones laborales y salariales con capacidad de negociaci¨®n en funci¨®n de los resultados (y m¨¦ritos) cient¨ªficos.
As¨ª pues, las lecciones de otros pa¨ªses recomendar¨ªan cambiar la naturaleza de los centros de I+D, el modelo de reclutamiento y carrera, e incrementar su autonom¨ªa y capacidad de gesti¨®n; as¨ª se facilita tambi¨¦n la movilidad geogr¨¢fica e intersectorial del personal investigador.
Aunque mirar al exterior es ilustrativo e inspirador, lo cierto es que en Espa?a hay ejemplos de actuaciones y pol¨ªticas que son modelos exitosos para afrontar los desaf¨ªos se?alados: unas pocas docenas de centros I+D de nuevo "cu?o", creados en la ¨²ltima d¨¦cada. Entre ellos, el Centro Nacional de Investigaciones Oncol¨®gicas (CNIO), fundado por Mariano Barbacid, el mejor ejemplo de instituci¨®n de tama?o medio, especializada en c¨¢ncer e integradora de investigaci¨®n fundamental y b¨²squeda de soluciones a problemas relevantes. El CNIO est¨¢ situado entre los mejores y m¨¢s productivos del mundo. En ¨¦l no hay funcionarios, se ha reclutado el mejor talento sin preocuparse de su nacionalidad, y la autonom¨ªa (incluso para ajustarse a los recortes en tiempos dif¨ªciles) se acompa?a de fuerte responsabilidad. Desafortunadamente, es casi una excepci¨®n en la Administraci¨®n. A nivel auton¨®mico, y salvando las diferencias, la Generalitat de Catalu?a inici¨® hace una d¨¦cada, animada por el consejero Andreu Mas Colell -hoy secretario general de la agencia europea de financiaci¨®n de la investigaci¨®n de excelencia (European Research Council: ERC)-, una pol¨ªtica de creaci¨®n de nuevos centros I+D, agrupados en el programa CERCA.
?stos ser¨ªan ejemplos de qu¨¦ hacer y c¨®mo hacerlo, dado que estos centros de investigaci¨®n con personalidad jur¨ªdica independiente (fundaciones sin fines de lucro) son ya polos de atracci¨®n de talento y tienen resultados visibles. En el ranking de calidad investigadora de las instituciones, medido por "impacto normalizado" (ver www.scimagoir.com) se observa que las primeras instituciones de investigaci¨®n espa?olas son centros de investigaci¨®n de este tipo. Adem¨¢s, m¨¢s de la mitad de los proyectos obtenidos por Espa?a en las convocatorias del European Research Council est¨¢n residenciados en unos pocos centros de nuevo "cu?o".
Hay una relaci¨®n directa entre la calidad de la investigaci¨®n de los pa¨ªses y el n¨²mero de instituciones independientes de investigaci¨®n de que dispone. La competencia por el descubrimiento, por el reconocimiento, por los mejores talentos y por los "recursos" son los mecanismos que dinamizan la creatividad y la innovaci¨®n. La competencia entre instituciones (e investigadores) es un mecanismo esencial para lograr buenos resultados; y para poder competir con otras instituciones del mundo es necesario estar en condiciones similares.
A mi juicio, Espa?a deber¨ªa disponer de unos pocos centenares de instituciones de investigaci¨®n especializadas, aut¨®nomas y responsables. El resultado de las reformas deber¨ªa ser el aumento del n¨²mero de instituciones de investigaci¨®n independientes y aut¨®nomas de tama?o medio, fuera de la carrera funcionarial, con flexibilidad, responsabilidad, supervisi¨®n de los mejores y participaci¨®n de los actores econ¨®micos y sociales en su gobernanza; organizaciones capaces de afrontar los desaf¨ªos sociales, econ¨®micos y ambientales de nuestra sociedad. Como parte de esta estrategia, independizar jur¨ªdicamente institutos del CSIC o unidades de investigaci¨®n de los OPIS, con tama?os y proyectos viables, a¨²n manteniendo la coordinaci¨®n estrat¨¦gica, quiz¨¢ podr¨ªa ser un paso positivo, siempre que se acompa?ase del abandono del concepto funcionarial de carrera. Muchos de estos institutos podr¨ªan incluso ser integrados de forma beneficiosa en unas universidades que mejorasen su gobernanza.
En definitiva, creo que los resultados deseados de las reformas s¨®lo llegar¨¢n con una mejora general de la cantidad y calidad de nuestras instituciones y organizaciones de investigaci¨®n, desburocratiz¨¢ndolas y flexibiliz¨¢ndolas para que puedan realizar de forma adecuada su contribuci¨®n al cambio de modelo productivo.
Luis Sanz Men¨¦ndez, profesor de investigaci¨®n del CSIC, es director del Instituto de Pol¨ªticas P¨²blicas del mismo organismo y presidente del Comit¨¦ de Pol¨ªtica Cient¨ªfica y Tecnol¨®gica de la OCDE.
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