La escuela de negocios saca los colores a la Universidad
Los 'ranking' mundiales dejan mal parados a los campus espa?oles y muy bien a los centros de formaci¨®n de directivos - La falta de internacionalizaci¨®n y de especializaci¨®n est¨¢n entre las causas
?Tenemos malas universidades y buenas escuelas de negocios en Espa?a? Si uno se para a mirar los ranking mundiales m¨¢s influyentes, claramente sacar¨ªa esa conclusi¨®n. En el reconocido Shanghai Jiao Tong University Ranking, que mide las 500 mejores universidades del mundo, s¨®lo hay un centro espa?ol (la Universidad de Barcelona) entre los 200 primeros, y 11 en su conjunto. Algo similar a lo que ocurre en otra de las clasificaciones m¨¢s prestigiosas, la de The Times, que clasifica 200 instituciones. Como puede apreciarse, se trata de una presencia bastante pobre en los centros de conocimiento internacionales, si se tiene en cuenta que Espa?a es una de las primeras econom¨ªas del globo.
La clasificaci¨®n global pone de manifiesto el aislamiento espa?ol
S¨®lo 11 centros figuran entre los 500 de mayor calidad del mundo
La Universidad ha sido al¨¦rgica a internacionalizarse y a competir
Educaci¨®n pretende ganar 10 puestos al a?o en los 'ranking'
La cosa cambia cuando las evaluadas son las escuelas de negocios. En uno de los ranking m¨¢s influyentes para estos centros, el que elabora anualmente Financial Times, tres instituciones espa?olas figuran entre las 20 mejores del mundo. Una de ellas (IE Business School), entre las 10 primeras.
Es cierto que un modelo privado, caro para sus estudiantes y elitista (el de las escuelas de negocio) frente a otro eminentemente p¨²blico, con presupuestos limitados, y masificado en muchas ¨¢reas (el de la universidad) marcan en gran medida esas diferencias. Pero eso no puede ocultar que la falta de una apuesta decidida por la internacionalizaci¨®n, la poca capacidad para atraer talento o la escas¨ªsima especializaci¨®n de las universidades tambi¨¦n pueden estar lastrando sus resultados.
Aunque cuando se trata del tema de los ranking, m¨¢s de una universidad se rasga las vestiduras. Salen mal paradas en la comparaci¨®n internacional y se saben mejores de lo que parecen a la luz de sus calificaciones. "Tener 11 universidades entre las 500 primeras del mundo no es una cantidad alta. Esos 11 centros deber¨ªan estar entre los 300 mejores", estima M¨¤rius Rubiralta, secretario general de universidades del Ministerio de Educaci¨®n.
Como los rectores, Rubiralta echa la culpa de la posici¨®n espa?ola a los m¨¦todos de valoraci¨®n con que se confeccionan estos ranking, que favorecen claramente a los centros anglosajones. "El de Shanghai punt¨²a con un 30% de la nota los premios Nobel que tiene cada universidad y con un 20% la publicaci¨®n de art¨ªculos de investigaci¨®n de alto impacto, con lo que Espa?a parte en clara desventaja", justifica. Pero sabe que en el trasfondo de estos resultados se encuentra uno de los males end¨¦micos de la universidad espa?ola: su aislamiento.
Conscientes de las desviaciones que puedan tener las clasificaciones, desde las escuelas de negocios se acusa a la universidad espa?ola de haber estado cerrada a la internacionalizaci¨®n. "Ha sido lenta y perezosa en adoptar el ingl¨¦s como lengua de trabajo. Lenta en publicar en ingl¨¦s y en llegar, por tanto, a las publicaciones internacionales. Y reacia a publicar con co-autores de otros pa¨ªses. Ha sido al¨¦rgica a la internacionalizaci¨®n", afirma el anterior director general de la escuela de negocios IESE, Carlos Cavall¨¦.
Y tambi¨¦n de haberse acomodado "a una demanda y a una financiaci¨®n garantizadas". "Las universidades han primado la independencia, la cultura de rendir pocas cuentas", mantiene Alfons Sauquet, rector de Esade Business School. "Tienen que abrir la puerta a la competencia en vez de poner resistencia al proceso de Bolonia. Si no nos cerraremos a alumnos y profesores extranjeros, a acuerdos de colaboraci¨®n entre universidades internacionales", se?ala Santiago ??iguez, decano de IE Business School y rector de IE University.
En cambio, las escuelas de negocios han seguido el proceso contrario. "El IESE ha liderado el proceso de internacionalizaci¨®n del sector en Espa?a. En 1964 ya ten¨ªamos alumnos de los cinco continentes. En 1980 nos convertimos en una escuela biling¨¹e, impartiendo clases en ingl¨¦s. Y en 1984 abrimos sede en China. Decidimos formar a nuestros profesores en EE UU, como hacen las mejores escuelas de negocios del mundo. As¨ª se hicieron amigos de los mejores profesores del mundo y hoy publican con ellos", explica Cavall¨¦, en gran parte art¨ªfice de la globalizaci¨®n de la und¨¦cima escuela de negocios m¨¢s valorada del mundo.
Para ¨¦l, el hecho de que estos centros est¨¦n en contacto con los del resto del mundo a trav¨¦s de las asociaciones internacionales es otro de los requisitos indispensables de la internacionalizaci¨®n y el reconocimiento. Que, c¨®mo no, se mide en los ranking.
"Las clasificaciones internacionales no son un tema balad¨ª. Y, aunque la universidad espa?ola ha mejorado notablemente en ellas en los ¨²ltimos a?os, nunca ha tenido una participaci¨®n proactiva. Ha escondido la cabeza. Mientras que los pa¨ªses que la han tenido han influido, han mejorado su posici¨®n en los ranking", se?ala el consejero delegado de la red de universidades Universia, Jaume Pag¨¦s. Como las propias escuelas de negocios nacionales, "que los han valorado y mimado y han conseguido que se tengan en cuenta en su elaboraci¨®n los par¨¢metros que las beneficiaban". Seg¨²n Pag¨¦s, ello tiene mucho que ver con que las escuelas de negocios son privadas y la cultura de la competencia est¨¢ m¨¢s arraigada en ellas, en tanto que en la universidad la cultura que prima es la del servicio.
De cualquier forma, tiene claro que ser¨ªa bueno mejorar su clasificaci¨®n en las clasificaciones internacionales y que hacerlo no es misi¨®n imposible. "Contratar a un premio Nobel es cuesti¨®n de chequera. Es lo que hacen las universidades que est¨¢n en los primeros puestos de la clasificaci¨®n de la Universidad de Shanghai" (Harvard, Stanford, Berkeley). Y para escalar posiciones en el ranking de The Times, lo que hace falta es un esfuerzo en marketing, invertir en que la comunidad acad¨¦mica que valora las universidades mundiales nos tenga en cuenta, mantiene.
"Ganar 10 o 15 posiciones al a?o es el objetivo que debemos marcarnos. Mejor en el ranking de The Times porque es de percepci¨®n y nos resultar¨¢ m¨¢s f¨¢cil. En el chino es m¨¢s dif¨ªcil por las publicaciones", afirma el secretario general de Universidades. El Ministerio de Educaci¨®n es consciente de que la universidad espa?ola necesita eso, universalizarse. "Porque fallamos en la atracci¨®n de talento y en apertura internacional", reconoce Rubiralta.
Y para conseguirlo ha puesto en marcha la Estrategia Universidad 2015, que se basa en mejorar la calidad docente y cient¨ªfica y, por tanto, en la innovaci¨®n y en la internacionalizaci¨®n del sistema universitario espa?ol. El eje de esta estrategia es el programa Campus de Excelencia Internacional, con el que se pretende mejorar la posici¨®n internacional de la universidad espa?ola mediante los proyectos de innovaci¨®n que salgan de la universidad y de los institutos e instituciones de investigaci¨®n que los conforman.
Los cinco campus seleccionados por Educaci¨®n el pasado noviembre en su primera convocatoria son el de las universidades de Barcelona y Polit¨¦cnica de Catalu?a; la Complutense y la Polit¨¦cnica de Madrid; la Aut¨®noma de Madrid, la Aut¨®noma de Barcelona y la Carlos III de Madrid. Los que est¨¢n en situaci¨®n de competir con los primeros del mundo, seg¨²n Rubiralta.
La rectora de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, Ana Ripoll, piensa que la universidad espa?ola tiene que abrirse a colaborar con los mejores (centros e investigadores) y potenciar sus elementos diferenciales. "Hasta ahora no hemos sabido hacerlo, pero con el campus lo conseguiremos. Nos permitir¨¢ atraer talento e iniciativas empresariales", mantiene, "y si mejoramos en la calidad de la educaci¨®n y la investigaci¨®n, repercutir¨¢ en los ranking internacionales". El proyecto a cuatro a?os supondr¨¢ una inversi¨®n de 96 millones de euros, de los cuales Educaci¨®n aporta 10.
La Universidad Polit¨¦cnica de Madrid ha creado junto a la Complutense el Campus Moncloa, con el que participa en la internacionalizaci¨®n de la universidad espa?ola, el reto pendiente, seg¨²n su rector, Javier Uceda. "Faltan profesores extranjeros y capacidad de relaci¨®n con instituciones mundiales". Y los procedimientos de selecci¨®n de docentes, de los que hasta hace poco estaban excluidos los extranjeros y ahora est¨¢n abiertos a la UE, tienen mucho que ver en ello, a?ade.
"En Espa?a existe una gran endogamia. Se contrata a los doctores que el mismo departamento ha formado, en vez de a los mejores del mercado, y eso genera una falta absoluta de savia nueva. No hay incentivos a la investigaci¨®n, ni para el profesor ni para el departamento universitario. Los departamentos punteros son tratados igual que el resto. Entonces, ?para qu¨¦ investigar si con menor esfuerzo los profesores y departamentos de al lado ganan el mismo sueldo?", se pregunta la profesora de la Universidad del Pa¨ªs Vasco e investigadora de Fedea, Sara de la Rica. "La ¨²nica raz¨®n es la satisfacci¨®n personal", se responde.
Por ello, otros de los objetivos que persigue el Ministerio de Educaci¨®n son mejorar la carrera del profesor universitario para que se elimine gran parte de la burocratizaci¨®n actual y se permita el acceso de candidatos extranjeros; cambiar el modelo de financiaci¨®n de las universidades y modificar su sistema de gesti¨®n para hacerlo m¨¢s transparente. Pero eso estar¨¢ sobre la mesa del departamento el a?o pr¨®ximo. Por el momento, este a?o se propone el cambio en las titulaciones que marca el nuevo espacio europeo de Bolonia, presentar el estatuto del estudiante y avanzar en el debate de la financiaci¨®n, mantiene Rubiralta. Todo eso se realizar¨¢ mediante evaluaciones, es decir, a trav¨¦s de ranking propios que, al final, permitan al profesor y al alumno decir a ciencia cierta cu¨¢l es la calidad de su centro, poni¨¦ndole un n¨²mero. As¨ª es como seleccionan actualmente los candidatos a cursar un m¨¢ster la escuela de negocios en que desean estudiarlo, mientras que en la universidad la ¨²nica pista la da la nota de corte de cada carrera.
Claro que tambi¨¦n tiene que ver en esta selecci¨®n el hecho de que las mejores escuelas de negocios del mundo colocan a m¨¢s del 90% de los ejecutivos que no tienen trabajo al llegar a sus aulas gracias a sus conexiones con el mundo empresarial y los cazatalentos, algo que para la mayor¨ªa de las universidades espa?olas es ciencia ficci¨®n.
Tres ligas y una fusi¨®n
Las escuelas de negocios basan su ¨¦xito en la calidad de su ense?anza, en su relaci¨®n con el mundo empresarial y, por tanto, en su car¨¢cter pragm¨¢tico, tal y como aseguran las fuentes consultadas. Claro que forman a ¨¦lites, en vez de al 40% de la poblaci¨®n espa?ola como hace la universidad, distingue el rector de la Polit¨¦cnica de Madrid, Javier Uceda. Y que su coste puede situarse entre 25.000 y 60.000 euros al a?o, frente a una banda de 600 a 1.200 euros que paga anualmente el alumno universitario.
Universidades y escuelas de negocios no son comparables, pero s¨ª complementarias, se?ala M¨¤rius Rubiralta, secretario general de Universidades. Y hay ense?anzas que los centros de educaci¨®n de directivos pueden transmitir a los otros. Como las propias clasificaciones, ranking o ligas en las que compiten.
Y es que "en Espa?a hay un n¨²mero muy importante de universidades: 50 p¨²blicas y 28 privadas. Y lo que nos preocupa es que se han desarrollado con una estructura muy homog¨¦nea, sin diferenciarse", a?ade. "Cuantas m¨¢s titulaciones tiene la universidad, m¨¢s financiaci¨®n y profesores consigue, y esto no debe ser as¨ª", mantiene la rectora de la Aut¨®noma de Barcelona, Ana Ripoll, que cree m¨¢s en la calidad que en la cantidad.
Por ello, el Ministerio de Educaci¨®n se propone confeccionar tres ligas universitarias: la liga global, en la que figurar¨¢n los centros que pueden competir con los mejores del mundo. La liga europea. Y la liga local, en la que jugar¨¢n aquellos centros que demuestren su aportaci¨®n socio-econ¨®mica al territorio.
"En cuatro a?os tendremos un mapa muy interesante", prev¨¦ Rubiralta, para quien esta clasificaci¨®n llevar¨¢ a la postre a que las universidades se den cuenta de la necesidad que tienen de fusionarse entre s¨ª. As¨ª ha sucedido en Francia, que ha fusionado sus universidades para unir su productividad y salir mejor en el ranking internacional, explica.
Es lo que tiene la globalizaci¨®n. Ahora queda que las universidades orienten sus estudios hacia el mundo empresarial y dejen de ser f¨¢bricas de parados, desea el decano de IE Business School, Santiago ??iguez.
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