El producto ecol¨®gico busca sitio
La desconexi¨®n entre producci¨®n y consumo frena un mayor crecimiento
La superficie ecol¨®gica cultivada se ha duplicado en ocho a?os. Las actividades industriales vinculadas al campo se han disparado, apoyadas en la vocaci¨®n exportadora. Y el consumo crece, aunque no acaba de explotar. Es la radiograf¨ªa r¨¢pida del sector ecol¨®gico valenciano, cuyo despunte definitivo, coinciden expertos y profesionales, est¨¢ frenado por la desconexi¨®n existente entre oferta y demanda. Un desencuentro que se salva en casos concretos gracias al esfuerzo individual de muchos, pero que carece de un respaldo contundente y definitivo de la Generalitat. Es, en resumen, un sector deslavazado que cuenta cada d¨ªa con m¨¢s adeptos.
Cuando la asociaci¨®n de consumo responsable Mercatr¨¨mol de Alicante naci¨® hace tres a?os, contaba con 15 socios. Hoy son 140. Los socios abonan diez euros al mes y acceden a los productos a coste. Amador Navarro y Patricia Dopazo, dos de sus fundadores, explican que la asociaci¨®n compra los productos a agricultores o industrias de la provincia o alrededores. La cosm¨¦tica es la ¨²nica que tienen que buscar en Alemania. Creen que la provincia de Alicante vive una efervescencia en creaci¨®n de este tipo de asociaciones, que vinculan a la insatisfacci¨®n del p¨²blico con el consumo.
Las asociaciones de consumo proliferan en la provincia de Alicante
"Existe un circuito econ¨®mico al margen de la gran distribuci¨®n"
Mercatr¨¨mol trata de evitar intermediarios para que la "mayor¨ªa de los productos se puedan comparar" en precio con los convencionales. "No queremos que se equipare ecol¨®gico a elitista", agrega Dopazo, quien en cualquier caso admite que los productos frescos s¨ª son m¨¢s caros. El boca a boca funciona y el movimiento crece, hasta el punto de que Mercatr¨¨mol asegura que muchos de sus proveedores "s¨®lo venden a cooperativas de consumo y circuitos peque?os". Es un "triunfo" que para Dopazo evidencia que "existe un circuito econ¨®mico al margen de la gran distribuci¨®n".
Alicante tuvo en 1982 la primera asociaci¨®n ecol¨®gica de la Comunidad Valenciana, recuerda Vicent Bordera, presidente de Bioalacant. Ahora proliferan iniciativas en D¨¦nia, Altea, Elda-Petrer, Elche o Crevillent. En Valencia este asociacionismo tambi¨¦n cobra fuerza. Las asociaciones insisten en que su objetivo es cubrir costos y defienden que el dinero debe llegar directamente al agricultor. Tambi¨¦n son conscientes de las reticencias que frenan el crecimiento del consumo ecol¨®gico, y es que fuera de estos colectivos el consumidor se encuentra con falta de variedad y un alto precio, explica Bordera.
"Claro que es m¨¢s caro el producto ecol¨®gico, pero hay que priorizar. El iPhone tambi¨¦n es uno de los tel¨¦fonos m¨¢s caros y es uno de los m¨¢s vendidos", aporta Rafael Laborda, profesor del departamento de Ecosistemas Forestales de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia. Laborda asegura que la implantaci¨®n de los alimentos ecol¨®gicos en la Comunidad "es lento, como el ritmo de la misma sociedad". Aboga por acercar al productor y al consumidor.
"Podemos ser optimistas porque cada vez hay m¨¢s tiendas de productos ecol¨®gicos en m¨¢s ciudades", defiende, pero tambi¨¦n alerta del peligro de que estos comercios acaben siendo accesibles solo a la gente con poder adquisitivo y de que se consuman productos ecol¨®gicos producidos "a miles de kil¨®metros". El profesor ha experimentado poniendo en contacto a un agricultor con una tienda de barrio. "Y funciona", afirma. El productor vende ya directamente.
"Nos gustar¨ªa evitar al m¨¢ximo los intermediarios, pero a veces es dif¨ªcil porque las tiendas quieren trabajar con distribuidores", explica Mar¨ªa Vicente Vi?as, socia de Bodega Artesana, cooperativa de trabajo asociado de Agullent creada en mayo de 2007 y que vende cerveza a Mercatr¨¨mol. La cooperativa tambi¨¦n ha embotellado este a?o 1.800 botellas de vino ecol¨®gico amparado en la DO Valencia. Productos que venden a tiendas especializadas, restaurantes ecol¨®gicos o grupos de consumo de toda Espa?a, aunque el mercado valenciano es el principal. Mar¨ªa explica un motivo de que su cerveza sea m¨¢s cara: la malta hay que comprarla en Alemania. El proceso artesanal tambi¨¦n encarece. Pese a todo, cuando empezaron s¨®lo una gran firma cervecera vend¨ªa una versi¨®n ecol¨®gica y ahora hay ya un negocio similar en Utiel-Requena.
La evoluci¨®n del sector
- N¨²mero de productores: ha pasado de los 670 en 2001 a 1.202 en 2008. Los elaboradores, de 91 a 190 y los importadores, de dos a 10. Mientras, el n¨²mero de explotaciones ganaderas apenas ha crecido de 31 en 2001 a 34 en 2008.
- Superficie agraria: ha pasado de 18.191,07 hect¨¢reas en 2001 a 36.116,09 hect¨¢reas en 2008. Pese a ello, la Comunidad Valenciana ha retrocedido del sexto al s¨¦ptimo puesto espa?ol en este periodo. La provincia de Valencia suma 15.135 hect¨¢reas, 11.026 hect¨¢reas la de Alicante y 9.954 la de Castell¨®n.
- Principales cultivos ecol¨®gicos por superficie: frutos secos, cereales, vid y olivar.
- Actividades industriales en agricultura ecol¨®gica: El n¨²mero de industrias se ha multiplicado por cuatro, desde las 78 de 2001 a 314 de 2008. Destaca el crecimiento de las almazaras y envasadoras de aceite, la manipulaci¨®n y envasado hortofrut¨ªcola, panificaci¨®n, y pastas, manipulaci¨®n y envasado de frutos secos o industria de galletas, confiter¨ªa y pasteler¨ªa.
- Actividades industriales ecol¨®gicas valencianas: Representan el 12,6% espa?ol, cifra que supera en m¨¢s de tres puntos el peso relativo que ten¨ªan en 2001, pese a lo cual mantiene el tercer puesto auton¨®mico, tras Andaluc¨ªa y Catalu?a.
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