?zil y Marin, hijos de la integraci¨®n

Adem¨¢s de j¨®venes talentos del Werder Bremen y de la selecci¨®n alemana, Mesut ?zil y Marko Marin son s¨ªmbolos de la integraci¨®n en Alemania. De origen turco ?zil, aunque nacido en Gelserkirchen en 1988, y de ascendencia serbo-bosnia Marin, natural de Bosanska (Bosnia-Herzegovina), en 1989, ambos han preferido jugar en la Nationalsmannschaft que dirige Joachim L?w. Fueron convencidos por la federaci¨®n alemana, que ha apostado por el f¨²tbol base -hay 366 centros regionales de formaci¨®n- y por el mestizaje de los chicos llegados de los diferentes rincones del planeta. La Eurocopa de 2000, cuando Alemania qued¨® fuera en la primera fase, fue el punto de inflexi¨®n. Y los frutos han llegado en forma de t¨ªtulos, los campeonatos de Europa sub 17, sub 19 y sub 21 en 2009, y de j¨®venes en las mejores plazas de la Bundesliga. Hoy, en Mestalla (21.05, Telecinco), ?zil y Marin ocupar¨¢n la media punta, junto a Hunt, otro inmigrante de origen ingl¨¦s que prefiere Alemania, para abastecer al goleador peruano Pizarro.

La federaci¨®n, que tiene 366 centros formativos, reclut¨® a ambos mediapuntas

Al contrario que la mayor¨ªa de sus compatriotas turcos criados en Alemania, como Bast¨¹rk o los hermanos Altintop, ?zil ha elegido la selecci¨®n de su pa¨ªs de adopci¨®n. Tal vez porque sea el ¨²nico con calidad para ser titular muchos a?os en el combinado de L?w.

"?zil", describe G¨¹nter Netzer, m¨ªtico 10 de Alemania, "es un jovencito con mucho talento, pero le queda un camino muy largo para ser de clase internacional". De origen humilde, ?zil se cri¨® en un barrio de Gerselkirchen, la ciudad con m¨¢s paro de Alemania, y recal¨® en el Schalke en 2004, de donde sali¨® pitando en enero de 2008, acusado por el club de ser un malcriado por haber pedido un aumento salarial pese a su escasa experiencia en Primera. Lo compr¨® el Werder Bremen por cuatro millones con la idea de que cubriera la baja del brasile?o Diego, traspasado al Juventus. Consolidado ya en la Bundesliga y bendecido por el capit¨¢n Ballack como la gran esperanza de la selecci¨®n alemana, ahora ?zil se niega a renovar su contrato con el Bremen, que termina en 2011. Y estar¨ªa encantado de que apareciera una oferta de Espa?a, sobre todo del Bar?a, por su devoci¨®n a Leo Messi.

"Marin", a?ade Netzer, "es muy h¨¢bil y r¨¢pido. T¨¦cnicamente perfecto, como ?zil, pero le falta fuerza. Hay que esperar". Es peque?o Marin, que mide 1,70m, y le gusta arrancar por las bandas, por lo que recuerda a Littbarski, aquel atacante alem¨¢n de los 80. Es m¨¢s regular que ?zil, aunque se llev¨® un disgusto en la Eurocopa de 2008, cuando L?w prescindi¨® de ¨¦l a ¨²ltima hora a pesar de su brillante curso en el M?nchegladbach, equipo al que contribuy¨® a ascender a Primera con 13 asistencias de gol.

"Matthias Sammer [director del f¨²tbol base de Alemania]", explica Netzer, "ha mejorado mucho la educaci¨®n de los juveniles. Y yo, que vivo en Suiza, observo c¨®mo tanto aqu¨ª como en Alemania la mezcla de los j¨®venes inmigrantes con los nativos est¨¢ siendo muy positiva".

El rejuvenecimiento de la Bundesliga es imparable. En la pasada d¨¦cada, la media de edad de los jugadores locales ha ca¨ªdo de 28,8 a?os a 25,3; y el porcentaje de los sub 23 es un 27,5%, dos puntos y medio m¨¢s que en 1998. "Es un objetivo recomendable para los clubes tener confianza en los j¨®venes y no tener el reflejo autom¨¢tico de fichar a un extranjero", propone L?w.

El Leverkusen de Jupp Heynckes debe mucha de su pujanza al media punta Toni Kroos y a los defensas Gonzalo Castro, Reinartz y Scwaab; el Schalke de Felix Magath ha dado vida al central Howedes y al mediocampista Matip. Y en el Bayern de Louis Van Gaal triunfa el media punta Thomas M¨¹ller. Todos son hijos del talento y la integraci¨®n.