Canciones desnudas en femenino singular
"?Se atreve a ser diferente!". Aqu¨¦l fue el primer titular que le dedicaron en su vida. Daily Texan, 27 de julio de 1962. La fotograf¨ªa la mostraba cantando apasionadamente y tocando un autoarpa. El art¨ªculo describ¨ªa las lib¨¦rrimas maneras de aquella joven reci¨¦n llegada al campus de Austin, que se present¨® a la entrevista con una botella de licor, osad¨ªa que habr¨ªa bastado, de haber sido descubierta, para expulsarla de la universidad. "Anda descalza cuando le apetece, lleva tejanos a clase porque son m¨¢s c¨®modos", escrib¨ªa Pat Sharpe, responsable de la secci¨®n de Vida en el Campus. "No se preocupa por arreglarse el pelo cada semana ni por vestir a la ¨²ltima moda femenina, y cuando le da por cantar, lo hace con una vibrante voz aguda. Como nunca ha recibido clases ni puede leer m¨²sica, su voz est¨¢ sin amaestrar. Pero esta carencia parece m¨¢s un activo que un lastre, pues canta con una espontaneidad y un gusto que a las voces cultivadas a menudo les resulta dif¨ªcil de lograr. Da lo m¨¢ximo de s¨ª misma en las canciones folk". La chica de los tejanos se llamaba Janis Joplin y falleci¨® tr¨¢gicamente a los 27 a?os. Pero hoy, medio siglo despu¨¦s, sigue siendo un s¨ªmbolo que anima a mujeres de todo el mundo a atreverse a ser diferentes.
Los tiempos han cambiado. Y las chicas que nos ocupan no han tenido que luchar ni que sufrir en exceso para que la sociedad les permita expresarse como lo desean. Otras muchas lo hicieron antes por ellas. Sus historias no son las de la persecuci¨®n obsesiva de un sue?o, las de una lucha contra la adversidad.
Tienen en com¨²n que escriben y cantan canciones. Personal¨ªsimas en todos los casos, de aire folk en la mayor¨ªa. Comparten un esp¨ªritu indie: renunciar¨ªan sin dudarlo a un ¨¦xito mayor si a cambio tuvieran que variar un ¨¢pice su propuesta. La autenticidad, innegociable. No persiguen ser estrellas, ni lo van a ser. La industria de la m¨²sica que han conocido, muy distinta a la que vivi¨® la generaci¨®n anterior, ya no genera astros.
Irrumpen en un mundo de la m¨²sica transformado. Un lugar sin limusinas, sin s¨¦quitos personales, sin caprichos. Un oficio en el que el pan se gana semana a semana en los escenarios, mimando a un p¨²blico peque?o pero fiel, y los golpes de suerte tienen forma de politono, de marca comercial o de anuncio de televisi¨®n. Un mundo que intenta reinventarse mientras asiste a la imparable debacle de las ventas de discos.
Sirvan estos datos para situarse. S¨®lo tres ¨¢lbumes (Joaqu¨ªn Sabina, Fito y Fitipaldis y Alejandro Sanz) vendieron el a?o pasado en Espa?a m¨¢s de 100.000 unidades. Una cifra que hace no tanto estaba al alcance de muchos. Y ning¨²n artista debutante estuvo entre los 50 t¨ªtulos m¨¢s vendidos. Pero hay otro lado. El n¨²mero de espectadores de m¨²sica en directo subi¨® en Espa?a un 34,8% entre 2000 y 2008. Y por primera vez en la historia, m¨¢s de una cuarta parte de las ventas mundiales de la industria de la m¨²sica grabada corresponde a los canales digitales. El 70% de la m¨²sica consumida en Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania se escucha en esos canales. Aunque los ingresos por esa v¨ªa s¨®lo suponen el 35% del total, lo que quiere decir que a¨²n hay mucha gente que no paga por la m¨²sica digital que consume.
Ninguna de estas artistas recuerda con exactitud la ¨²ltima vez que compr¨® un ced¨¦. Usan iTunes, Facebook, Twitter, fotologs. Y todas tienen un perfil en MySpace, un sitio web donde pueden colgar sus canciones para que quien quiera las escuche gratuitamente, y donde se pueden comunicar directamente con sus fans.
El folk on¨ªrico de Alondra Bentley, el delicado pop de Anni B. Sweet, el rock desgarrado y melanc¨®lico de Tulsa, las singulares melod¨ªas de La Bien Querida o el descarado rockabilly con tintes de burlesque de Vinila Von Bismark. Todos son fen¨®menos en los que, de una forma u otra, ha tenido un gran peso Internet. Ninguna de ellas ha mandado una maqueta con sus canciones a una discogr¨¢fica. Han sido m¨¢s bien ¨¦stas las que se han acercado a ellas, al detectar el peque?o ruido generado por sus canciones en la Red. "Todas estas chicas tiene algo en com¨²n: una ¨¦tica Do It Yourself [hazlo t¨² mismo, viejo lema de autogesti¨®n del punk] natural", opina Borja Prieto, director de MySpace Espa?a. "MySpace es un term¨®metro real de lo que pasa musicalmente y lo que le gusta a la gente. Adem¨¢s, para miles de grupos es su escaparate, donde entran en contacto con un mont¨®n de gente y cualquiera puede escucharlos. Es un invernadero donde crecen y fructifican todas las propuestas musicales".
La de Ana L¨®pez, de nombre art¨ªstico Anni B. Sweet, creci¨® mirando por la ventana de una casa de Fuengirola mientras escuchaba a su madre cantar flamenco y a sus hermanos mayores poner una y otra vez los mismos discos. "Tengo las etapas de mi vida muy marcadas por la m¨²sica", cuenta. "Si sonaba Cecilia, sab¨ªa que era s¨¢bado por la ma?ana. Siempre hab¨ªa m¨²sica. Yo escribo letras desde los seis a?os, cosas que se me van ocurriendo. Miraba por la ventana y escrib¨ªa lo que pensaba".
El tr¨¢nsito a la profesionalidad no fue muy brusco. Mudanza a Madrid a estudiar arquitectura hace tres a?os, amigos m¨²sicos que le animan a cantar, aprender a tocar la guitarra y abrir una cuenta de MySpace. Cuando estaba abri¨¦ndose la cuenta escuchaba Johnny B. Good, de Chuck Berry. "Y el amigo con quien estaba me propuso que me pusiera de nombre Anni B. Sweet. Me dijo que ten¨ªa una voz muy dulce pero mis letras no lo eran. Por eso Anni B. Sweet, que quiere decir 'Anni, s¨¦ dulce".
Pronto un sello independiente se interes¨® por aquellas canciones y le ofreci¨® grabar un disco. "Nosotros seguimos teniendo nuestra red en la calle", explica Gema del Valle, de Subterfuge, el sello que edit¨® a Anni B. Sweet, y tambi¨¦n a Vinila Von Bismark y a Tulsa. "Casi siempre, y en el caso de Anni tambi¨¦n, hay alguien que nos recomienda que escuchemos algo. La diferencia es que ahora, gracias a Internet, cuando te hablan de un artista puedes saber c¨®mo es y c¨®mo suena en un clic".
Sali¨® el disco, y le siguieron decenas de conciertos por toda Espa?a y hasta una cadena de restaurantes de comida r¨¢pida que utiliz¨® una versi¨®n suya en un anuncio. Lo que eran 15.000 visitas totales a su perfil de MySpace se convirtieron en 15.000 visitas a la semana, hasta un total, a d¨ªa de hoy, de unas 600.000. M¨¢s de mil personas escuchan cada d¨ªa sus canciones en Internet.
Anni dej¨® aparcada la carrera de arquitectura ("los estudios siempre est¨¢n ah¨ª, pero la m¨²sica no espera") y, casi sin darse cuenta, se convirti¨® en una cantante profesional. "Vivo de esto", explica. "Pertenezco a una generaci¨®n que llega a la m¨²sica cuando los discos est¨¢n desapareciendo, estoy acostumbrada a eso. S¨¦ que se vive del directo, y ahora me est¨¢ yendo bien".
Tambi¨¦n Alondra Bentley ha logrado vivir de sus canciones casi sin propon¨¦rselo. Lleva unos diez a?os escribi¨¦ndolas. "Si juntas todas las letras el resultado es muy autobiogr¨¢fico", reconoce. "No son exactamente p¨¢ginas arrancadas del diario, pero digamos que escribo sobre lo que conozco".
El mundo rural y buc¨®lico que sugiere su m¨²sica tiene que ver, en efecto, con el que ha conocido. Alondra naci¨® en Lancaster, Inglaterra, hace 26 a?os. Concretamente, en Ashfield Avenue, calle que ha dado t¨ªtulo a su disco. A los cuatro a?os se traslad¨® con sus padres -¨¦l profesor de teatro y ella pintora- y sus dos hermanos mayores a Murcia, a una aislada casa de campo cerca de Alcantarilla que fueron restaurando con sus propias manos. "No hab¨ªa ni agua", recuerda. "La cog¨ªamos de un aljibe".
All¨ª escrib¨ªa sus canciones, que un d¨ªa decidi¨® colgar en Internet "sin ninguna intenci¨®n concreta". En 2005 se present¨® a un concurso local y gan¨® en la modalidad de cantautor. Sigui¨® escribiendo canciones, toc¨¢ndolas en el circuito local y colg¨¢ndolas en Internet. Y llegaron las ofertas de las discogr¨¢ficas. Acab¨® eligiendo una, Absolute Beginners, no por su capacidad de promocionar el disco, sino por estar dispuestos a respetar sus condiciones. "Ten¨ªa claro c¨®mo quer¨ªa hacer el disco, aunque fuera m¨¢s caro", dice. "Quer¨ªa grabar en directo, con los colaboradores que me apeteciera, con un cuarteto de cuerda, y todo anal¨®gico".
Ahora Alondra da conciertos por toda Espa?a, y planea el asalto al Reino Unido y Francia. Saborea el ¨¦xito de su disco, consciente de formar parte de una escena que vive un momento dulce. Algo positivo, pero que entra?a tambi¨¦n sus peligros. "Indudablemente se les presta m¨¢s atenci¨®n que antes a proyectos femeninos solistas y m¨¢s concretamente de folk", opina. "Pero no s¨¦ exactamente cu¨¢l es la raz¨®n. Realmente no hemos empezado todas a la vez, no escribimos canciones de la misma manera, no nos hemos puesto de acuerdo para invadir el pa¨ªs. Da la sensaci¨®n de que hemos aparecido de la nada todas de golpe, pero no es verdad. Me preocupa que sea una moda, porque eso significar¨ªa que es pasajera y que se va a acabar. El que algo est¨¦ de moda es un arma de doble filo. Pero no es bueno pensar eso. Ahora est¨¢ funcionando bien, y hay que aprovecharlo".
Parte de la responsabilidad de que tanta atenci¨®n recaiga en estas propuestas corresponde a la madrile?a de 24 a?os Lourdes Hern¨¢ndez, rebautizada art¨ªsticamente con el nombre del color de una barra de labios: Russian Red. El punto de partida fue, de nuevo, MySpace, donde Lourdes colg¨® sus canciones, a las que se acercaron decenas de miles de personas. En 2008 se publica I love your glasses, que llega a disco de oro tras vender m¨¢s de 30.000 copias, y da pie a centenares de conciertos a lo largo de dos a?os. "La vida es as¨ª de inesperada", cuenta Lourdes. "Empiezas haciendo lo primero y un d¨ªa te percatas de que ha sucedido lo ¨²ltimo. C¨®mo he llegado hasta aqu¨ª es un misterio para m¨ª. Y me gusta que as¨ª sea. Seguir haciendo discos a partir de ahora seguro que es mucho m¨¢s explicable que todo el proceso del primero". En cuanto a la escena de chicas cantautoras, Lourdes tiene claro el origen: "La escena surge desde fuera, desde la idea de los medios de encumbrar ese fen¨®meno. No creo que sea una moda que las chicas cantemos, es moda que se nos haga m¨¢s caso de lo habitual. Y por supuesto que me parece bueno, el caso y la moda".
Lo de Vinila Von Bismark, granadina de 23 a?os, ex integrante del grupo Krakovia, no es folk. Pero comparte generaci¨®n y muchas otras cosas con las dem¨¢s chicas. Lo suyo son los sonidos de cabaret, el swing, el calipso, el rock and roll cl¨¢sico. Y su primer disco junto al tr¨ªo de rockabilly The Lucky Dados, previsto para abril, que cont¨® con la colaboraci¨®n de Graeme Durham, productor y padre de Kitty, Daisy & Lewis, grupo de moda brit¨¢nico de sonidos retro, est¨¢ despertando mucha expectaci¨®n.
?Las claves? Un personaje impresionante, un directo que maravilla all¨¢ donde va, y una intensa actividad en Internet, con m¨¢s de 380.000 visitas a su perfil de MySpace sin tener a¨²n disco en el mercado. "En estos momentos Internet es la herramienta que m¨¢s uso y que m¨¢s resultado me da", explica Vinila. "Me permite dar a conocer a mucha gente mi trabajo. Es un medio democr¨¢tico, interactivo, donde todo el mundo puede opinar, aportar e intercambiar ideas".
Internet tambi¨¦n fue el lugar donde se fragu¨® el fen¨®meno de La Bien Querida. A Ana Fern¨¢ndez-Villaverde, la pintora bilba¨ªna que se esconde detr¨¢s de ese seud¨®nimo, no se le hab¨ªa pasado por la cabeza cantar. Se compr¨® una guitarra hace unos a?os y, con los cuatro acordes que aprendi¨®, empez¨® a componer. "No me considero una cantante", dice, "soy una chica que hace canciones".
Un d¨ªa toc¨® sus temas para su amigo Jota, cantante del grupo granadino Los Planetas, y ¨¦ste le anim¨® a grabarlas. "Yo pens¨¦ que si ¨¦l me animaba a hacerlo ser¨ªa por algo", explica, "y grab¨¦ una maqueta".
El boca a boca empez¨® a funcionar. Su amigo Antonio Luque, del grupo Se?or Chinarro, empez¨® a hablar maravillas de ella en su blog. "Y mi perfil de MySpace", recuerda Ana, "se empez¨® a llenar de visitas".
Entonces lleg¨® el disco, que recoge siete canciones de aquella maqueta y cinco nuevas, grabado con el sello independiente Elefant. "No hicimos el disco para agradar a nadie", explica Ana. "Ni siquiera a los fans. De hecho, algunos se enfadaron porque sonaba distinto que la maqueta. Pero yo ten¨ªa claro que no quer¨ªa repetirme".
Electra, la contrapartida femenina al complejo de Edipo, fue el nombre de la primera banda de la bilba¨ªna Miren Iza. Ten¨ªa 16 a?os cuando quedaba con su amiga del colegio de monjas para tocar en el muelle de Churruca, en Las Arenas. Era un grupo de chicas que hac¨ªan punk rock en ingl¨¦s y que pronto, para editar su primer disco, se cambi¨® el nombre al de Electrobikinis.
Cuando el grupo termin¨®, a Miren le entraron ganas de cantar en espa?ol, de dar salida a todas esas canciones que acumulaba en cuadernos y hojas sueltas. As¨ª naci¨® Tulsa. Un proyecto en el que Miren Iza da salida a sus canciones melanc¨®licas. "El desamor es muy potente como tema", dice con una sonrisa. "Es algo que me inspira mucho".
Su primer disco (S¨®lo me has rozado, 2007) fue candidato a un grammy latino. Y el segundo, Espera la p¨¢lida, que acaba de salir a la venta, ha cautivado a artistas como Bunbury o Christina Rosenvinge, que han solicitado a Miren que colabore con ellos.
?xitos que no han permitido a Miren dejar su trabajo de m¨¦dico. Sigue teniendo que hacer piruetas entre conciertos, labores de promoci¨®n, ensayos y guardias en el hospital. "Si se me planteara la posibilidad, me encantar¨ªa dedicarme a la m¨²sica a tiempo completo", asegura. "Creo que me lo debo a m¨ª misma".
Con mayor o menor intensidad, los focos de la actualidad musical iluminan ahora a estas artistas. Hay explicaciones para todos los gustos. "Yo creo que, con todo el mundo alterado por la crisis, la gente agradece escuchar algo tranquilo y suave con voz de mujer", apunta Anni B. Sweet. El reto ahora es superar el efecto novedad. "La palabra revelaci¨®n conquista muchas p¨¢ginas de revista", explica Gema del Valle, de Subterfuge. "Los medios tienden m¨¢s al esnobismo que a la consolidaci¨®n de una escena. Si algo no es novedad resulta menos interesante". De momento les basta con disfrutar la inesperada posibilidad de hacer lo que les gusta. "Hace dos a?os ni siquiera sab¨ªa que quer¨ªa dedicarme a esto", dice Alondra. "Si lo sab¨ªa, era de forma subconsciente. As¨ª que no me pidas que me imagine el futuro".
ANNI B. SWEET
Su disco Start, Restart, Undo ha convertido a Ana L¨®pez (Fuengirola, 1987) en una de las artistas revelaci¨®n de 2009.
Ha sido elegida artista revelaci¨®n de 2009 por los lectores de EP3 y por la asociaci¨®n de salas de Madrid, editado su disco en Taiwan, grabado con el grupo mexicano Zo¨¦ y tiene m¨¢s de setenta conciertos cerrados de aqu¨ª a oto?o. fortunadamente, puedo decir que ya vivo de la m¨²sica. No paro Su gran golpe, colocar una versi¨®n de Take on me de A-ha en un anuncio de hamburguesas. ¨¢s que con el dinero que supone, me quedo con la satisfacci¨®n de que la gente te conozca y le guste
LA BIEN QUERIDA
Su debut, Romancero, se convirti¨® en el disco favorito de 2009 entre la cr¨ªtica especializada.
unca hab¨ªa pensado en dedicarme a la m¨²sica, pero un d¨ªa me compr¨¦ una guitarra por probar. Me baj¨¦ de Internet los acordes de The Magnetic Fields o The Cure y tampoco he aprendido mucho m¨¢s desde entonces Fue Jota, cantante de Los Planetas, quien le dijo a Ana Fern¨¢ndez-Villaverde: Por qu¨¦ no intentas hacer canciones? El resultado ha superado todas sus expectativas. Antes de que la m¨²sica se cruzara en su camino, Ana era pintora.
TULSA
Miren Iza (Bilbao, 1979) acaba de ir de gira con Christina Rosenvinge y ha grabado con Enrique Bunbury. Su segundo disco se llama Espera la p¨¢lida.
uando nos nominaron al Grammy Latino con nuestro debut pensamos: C¨®mo se han enterado siquiera de que existimos? Iza madur¨® del ingl¨¦s desenfadado de su primer grupo, Electrobikinis, al castellano desgarrado de Tulsa. o me corto en reflejar reflexiones sexuales. Tengo tendencia a meter el dedo, pero en mi propia llaga Su estilo directo ha conquistado a Bunbury: participa en tres canciones de su nuevo disco, incluida una versi¨®n de Frente a frente,
de Jeanette.
ALONDRA BENTLEY
Este mes presentar¨¢ en una gira por Inglaterra su disco de debut, Ashfield Avenue.
Naci¨® en Lancaster (Inglaterra), pero creci¨® en una pedan¨ªa de Murcia n una burbuja, en el campo Su madre, pintora, tocaba el arpa, y su padre, profesor de teatro, tuvo un grupo de psicodelia. iempre hab¨ªa guitarras por casa. Empec¨¦ por curiosidad, intentando sacar canciones que me gustaban Ejemplifica a la perfecci¨®n el temperamento de su generaci¨®n: tras o¨ªrla en MySpace contactaron con ella varios sellos discogr¨¢ficos, pero no firm¨® hasta que le permitieron grabar su debut a la antigua usanza, en anal¨®gico y con los m¨²sicos tocando en directo.
VINILA VON BISMARK
Su esperado debut con el tr¨ªo de rockabilly The Lucky Dados, The secret carnival, sale en abril
Tras su paso por el grupo Krakovia, Irene L¨®pez Ma?as (Granada, 1987) salta de corista a l¨ªder con The Lucky Dados. Aficionada al circo, en su gira de presentaci¨®n demostrar¨¢ su habilidad subida a un trapecio. "Siempre me ha ido lo f¨ªsico. Mi madre hac¨ªa cabaret y mi padre es preparador f¨ªsico. Yo, desde peque?a, he participado en exhibiciones de fitness. Pero con el trapecio me duelen hasta las pesta?as". Ejerce de D. J., cantante y artista burlesque. Se dio a conocer con una portada de Interv¨ªu. "De hecho, me gustar¨ªa repetir. Preferir¨ªa ver en ella m¨¢s a artistas musicales que a concursantes de Gran Hermano
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