Demasiados nervios en El Sardinero

Todos los equipos de f¨²tbol tienen cosas que deben mejorar. Y los m¨¢s apurados, los que viven con la amenaza del ahogo, cuentan adem¨¢s con el problema a?adido de los nervios. De ah¨ª se derivan circunstancias como las de ayer en El Sardinero en un encuentro repleto de ansiedades. El Racing y el Zaragoza brindaron un empate a nada en el que los goles s¨®lo estuvieron a punto de llegar por generaci¨®n espont¨¢nea, en despistes defensivos.

Quedan dos meses para el final de Liga y las precauciones empiezan a vencer a las ideas. Los dos equipos se desgajaron por la mitad: la m¨¢xima responsabilidad era para los defensas mientras que la orden para los bloques ofensivos se reduc¨ªa a algo as¨ª como buscarse la vida de la mejor manera posible. La consecuencia es que las escasas ocasiones se presentaron de forma inopinada. La mejor del Racing, un cabezazo de Jarosik contra su propia porter¨ªa que Roberto repeli¨®. Por el Zaragoza, un remate de Abel Aguilar, en el saque de una falta, que se estrell¨® contra el cuerpo de Coltorti.